Ha muerto mi amiga Elvira Farreras i Valentí. A los 91 años. Era una mujer culta, humanista, autora de varios libros, conversadora infatigable, con una curiosidad sin límites. Había tratado personalmente a Miró, Picasso, Malraux y a muchos artistas de primera línea del siglo pasado. Era la señora de Joan Gaspart, uno de los galeristas más emblemáticos de Barcelona durante varias generaciones. Era una persona de bien que cada semana, invariablemente, se reunía con un grupo de amigas en la cafetería La Oca, en la plaza Francesc Macià.
Empezaron una tertulia muy numerosa de octogenarias. La última vez que la saludé ya sólo quedaban dos. Ya no habrá más reuniones de recuerdos y de evocaciones de vivencias pasadas. Con Elvira nos abandona una cierta Barcelona culta, cívica, con toques francófonos de lo más republicano.
Elvira era una referencia de vida y del complemento estético y artístico que la acompaña. Su edad era lo de menos. Hasta una semana antes de su traspaso participó en los actos públicos que le interesaban, que eran muchos. Descanse en paz.