Los recursos energéticos para una sociedad en crecimiento son una prioridad que los gobiernos no pueden dejar para generaciones venideras. La primera controversia que puede amenazar la cohesión del futuro gobierno de José Montilla es la línea de alta tensión que tiene que trasladar energía desde Francia a España.
El argumento principal para este discutido trazado es que el AVE necesita energía para poder llegar a gran velocidad a la frontera. Diputados de partidos que serán socios en el futuro gobierno se manifestaron el fin de semana con los ciudadanos gerundenses que se oponen a esta línea de alta tensión.
Las protestas son muy legítimas y quienes viven en la zona por la que tiene que pasar la línea de alta tensión defienden lo que consideran sus intereses. Pero el gobierno tiene también que velar por los intereses generales, los de todos, los de un país que con tanto retraso va a disponer de una línea de alta velocidad para conectar Catalunya con el resto de la península y, muy especialmente, con Europa a través de Francia.
Será, sin duda, la primera muestra de cómo el futuro gobierno Montilla afronta una situación en la que sus socios de gobierno tienen posiciones contrapuestas. Gobernar es decidir y adoptar riesgos. Es dar y ceder. Es transmitir seguridad a la gran mayoría de ciudadanos.
Sin pretender ser políticamente incorrecto me voy a limitar a resaltar las recomendaciones de la Agencia de Energía Internacional que por primera vez en sus 32 años de historia acaba de publicar un informe en el que indica la necesidad de construir nuevas plantas de energía nuclear, como parte de un proyecto energético más barato, más limpio y más seguro.
Países como India, China, Estados Unidos y Francia están planeando construir nuevas plantas nucleares. Gran Bretaña está estudiando la construcción de nuevos reactores. Otros países, como Alemania y España, se oponen a disponer de más energía nuclear y más bien se inclinan a desmantelar las plantas existentes.
La AEI, a través de su portavoz y publicado en el Financial Times hace unos días, dice que “necesitamos una decisión mañana mismo si hemos de actuar antes de que lleguemos a un punto de no retorno en la mejoría del clima, de la seguridad y del suministro energético”.
La agencia estima que el poder nuclear es más competitivo que el carbón y el gas. Y más seguro. Lo digo para que se tenga también en cuenta y no se politice una cuestión tan vital como la energía cuyo consumo aumenta día a día.