Papon y la historia de Francia

En abril de 1998 Maurice Papon fue condenado por los tribunales franceses de haber ordenado la deportación de judíos a los campos de exterminio alemanes. Papon acaba de morir. Reproduzco el artículo que publiqué en La Vanguardia el 4 de abril de aquel año:

«Leo con gran atención en la prensa francesa de estos días. Me interesa enormemente lo que cuentan los columnistas y editorialistas sobre el juicio de Maurice Papon, el más alto funcionario del régimen de Vichy, acusado y condenado de haber ordenado la deportación de 1690 judíos, incluídos 233 niños, desde la zona de Burdeos hacia campos de exterminio alemanes, siendo responsable de los asuntos judíos mientras era subprefecto de la región de la Gironda.

Es siempre incómodo hurgar en la historia reciente de cualqueir país. Serge July comenta en «Liberation» que una generación que no ha conocido la guerra, la colaboración, la revolución nacional y el antisemitismo de Vichy acaba de juzgar un cómplice administrativo de la solución final cuando contaba solamente treinta años.

July se felicita de la sentencia, pero dulcifica la figura de Papon. No por lo que hizo sino por lo que representó en aquella Francia en la que Papon pertenecía a una categoría de servidores del Estado, es decir, de altos funcionarios, que no estaba comprometida ideológicamente y que a medida que transcurría la guerra se iba identificando con la resistencia.

Papon, en efecto, fue colaboracionista pero también prefecto de policía de París con el general De Gaulle y ministro del Presupuesto con Raymond Barre durante la presidencia de Giscard d’Estaign. Una biografía que, en distintos grados, compartieron tantos y tantos francess que, en palabras del general De Gaulle, se encontraron en la tesitura de escoger entre los bienes materiales y el alma de Francia y los bienes materiales decidieron por ellos.

«Les possédants son posséedés parce qu’ils possèdent», una frase lapidaria del general De Gaulle que en sus memorias profundiza extensamente sobre esta pesadilla que pesa sobre la gran mayoría de franceses cuando se encontraron ante el hecho consumado de que Francia estaba sometida a Alemania de «la mano de un patriota tan indiscutible como el mariscal Pétain, héroe de Verdún y paradigma de los valores nacionales».

No hay que recordar que la gran mayoría de los franceses no pusieron resistencia al colaboracionismo con el régimen de Vichy, en 1940, respetuosos con la legalidad vigente, se pusieron a las órdenes próximas o lejanas del mariscal Pétain.

Cuando en junio de aquel año, cuenta Alain Peyrefitte, el general De Gaulle pronunciaba su célebre discurso desde la BBC de Londres hubo poco entusiasmo y ningún seguimiento. Hay que esperar hasta el mes de noviembre para que aparecieran los primeros signos tangibles y públicos de simpatía al movimiento encabezado por De Gaulle.

Un grupo de estudiantes se concentró en el Arco de Triunfo enarbolando dos grandes banderas antes de que la policía los persiguiera y les dispersara.

Es fácil juzgar ahora el comportamiento de tantos franceses. pero el contexto histórico y los tiempos eran bien distintos de los actuales. Francia estaba extenuada todavía por las dos guerras recientes, principalmente la Gran Guerra de 1914 que tantos dolores y millones de muertes causó.

No se inclinó por una ideología, sino que se dejó llevar por la comodidad y los pequeños intereses. El propio Mitterrand tiene su biografía manchada por el colaboracionismo con Pétain.

Francia no es una excepción. Pocos países europeos, Gran Bretaña es posiblemente la excepción, pueden enorgullecerse de la historia de un siglo que ha vivido dos grandes guerras civiles continentales. Qué vamos a decir de Alemania, Italia, España o Dinamarca. ¿Y Rusia?

Se pueden buscar toda clase de atenuantes pero el hecho es que la justicia francesa, en medio de una gran división de opiniones en la sociedad, ha decidido pasar la página Papon con una condena penaly moral al comportamiento de una clase dirigente que se pasó con armas y bagajes a la legalidad constituida por Vichy.

Ya era hora. Hacía falta esta condena porque los hechos y sus motivaciones no merecen sino desprecio. George Suffert escribía ayer en «Le Figaro» que los ciudadanos franceses necesitan oir hablar de otra cosa, por ejemplo, de su futuro. Sí, pero sin olvidar elpasado».

No tengo nada que añadir, casi diez años después de aquella condena. Francia colaboró con Pétain, con Vichy, con Hitler. De Gaulle solía decir que aquella Francia no era Francia. Sí, sí que lo era. La Francia que fue miserablemente colaboracionista.

  5 comentarios por “Papon y la historia de Francia

  1. Que increible artículo… es estremecedor, genial.

    Sólo un apunte, aún estando totalmente de acuerdo con usted, puede que muchas madres francesas dieran las gracias a este cobarde colaboracionismo. Puede que se hubiesen salvado muchos judíos, pero puede también que hubieran muerto el doble de franceses… y si todo son personas, mejor la mitad de vidas perdidas.

    Me hace pensar en algo que siempre me dice mi padre; que si los americanos no hubiesen lanzado las bombas de Hiroshima y Nagasaki, si la contienda hubiese continuado como lo hacía, no hubiese quedado un japonés vivo en toda la isla.

    No encuentro palabras para relacionar ambos ejemplos… pero me ha venido a la mente.

    Isarn

  2. ///ENRIC///

    No he acabado de entender el comentario de Francesc referido al anterior de Bartolomé-"No me salga por peteneras: Francia parió a hombres que merecen estar en el pedestal de la humanidad, pero a su vez es un Estado perverso, que no puede reconocer sus fracasos."-esto mismo es lo que afirma bartolomé y el último comentario viene a confirmar el primero, me sorprende ver como se puede criticar algo que uno mismo afirma posteriormente. Podemos opinar cuanto queramos, pero querer tener razón por arriba y por abajo es imposible.

  3. Barlolomec.
    Francia, que no me gusta por haber querido humillar y borrar a la Catalunya Nord, siempre me sorprende.
    Los generales de su ejército provocaron una monumental carniceria en Verdum y el pueblo siguió respetándoles. La II Guerra mundial puso en evidenci la supina ineficacia del ejército. Aún asi los franceses siguieron a sus generales.
    Y me sigue sorprendiendo su tapada de nariz ante el numerito de la invasión alemana. No me salga por peteneras: Francia parió a hombres que merecen estar en el pedestal de la humanidad, pero a su vez es un Estado perverso, que no puede reconocer sus fracasos.
    La diferencia con el Estado español es que debe trampear como puede su debilidad, mientras que toda la intelectualidad francesa se declara "francesita".

  4. Sr.Foix: El único responsable del régimen de Vichy condenado por la deportación de judios a los campos de exterminio ha fallecido rodeado de todas las ayudas que la medicina podía ofrecerle, una ayuda que él no ofreció a sus deportados. El abogado de Papon, Francis Vuillemin, ha declarado que piensa velar para que Maurice Papon sea enterrado junto a la condecoración de la Legión de Honor que le habian prohibido llevar a partir de su condena…
    En la historia de Francia, como en la nuestra propia historia, hay renglones que están tan sumamente retorcidos y emborronados que nadie se atreve a ponerlos rectos.

  5. Sr. Foix.
    Cambie algunas palabras y traslade la acción a Catalunya. Se encontrará que el artículo es válido para describir la actitud de muchos catalanes después de nuestra Guerra civil.
    No acuso. Constato y pongo en evidencia la necesidad de que se remuevan papeles y lo que sea para que finalmente podamos tener una memoria histórica. Curiosamente parece que sólo quieran realizarla los que, en Catalunya, causaron tanta muerte. Repito no acuso.

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