No se imaginaba George Orwell cuando en 1948 escribió su novela titulada 1984 en la que el estado omnipresente obligaba a cumplir escrupulosamente las leyes a los miembros del partido totalitario, siempre vigilados por el Gran Hermano desde la célebre habitación 101.
No sospechaba Orwell que entraría en competencia con empresas privadas que almacenarían todos los datos que voluntariamente aportamos a los buscadores de Internet que pueden saber nuestras preferencias, nuestros gustos, nuestras transacciones y nuestras comunicaciones personales que transitan por sus servidores tecnológicos.
La diferencia entre la visión orwelliana de 1984 y el control remoto al que estamos sometidos cuantos trabajos con el ordenador es muy significativa. El Gran Hermano de Orwell era el ojo que todo lo observaba y controlaba desde una concepción totalitaria de la sociedad. Los datos que ahora están en poder de buscadores como Google, los hemos suministrado voluntariamente. Somos controlados porque así lo hemos querido.
Leo en el Financial Times un gran titular en portada que dice que Google se propone organizar nuestra vida diaria. Es tal la cantidad de datos que esta y otras empresas de Internet tienen de sus usuarios que no está lejos el día que nos pueden indicar qué tipo de trabajo podemos obtener o cómo mejor podemos pasar unos días de descanso.
Se trata de personalizar toda la información que nos pueda interesar. Cada día, por ejemplo, recibo diariamente en mi correo toda la información que se publica sobre el presidente Bush y el presidente Zapatero. Los datos llegan puntual y exhaustivamente.
El más alto ejecutivo de Google, Eric Schmidt, justifica la acumulación de los datos de todos sus usuarios, como un servicio personalizado que puede ser de gran utilidad para cada individuo conectado a la red.
Si el poder está en la información, se está librando una batalla a escala global sobre quién posee más datos, más comportamientos y más intereses personales de los navegantes por Internet.
Mi privacidad la pueden compartir millones de ciudadanos del mundo. Es un gran avance, ciertamente, pero también es un peligro que puede hacer pública mi intimidad, mis preferencias políticas, mis gustos personales y todo lo que pertenece al reservado campo de mi persona.
Inquietante. Me pregunto, ¿qué pasaría el día que una dictadura nacionalizara estos buscadores? No quiero ni pensarlo.
Queremos privacidad, no queremos que la policía tenga cámaras en la calle.
Queremos seguridad, exigimos que la policía sepa en cada momento lo que sucede en la calle.
No queremos spam, no hay que ceder datos personales a empresas.
Queremos ayuda para encontrar información, servicios y productos relevantes dentro del océano de información que tenemos a nuestra disposición, pero nos da reparo que alguien sepa qué nos interesa.
Lo que queremos es una gestión eficaz y honrada de los recursos que cedemos. Y eso exige o una utópica transparencia o unas instituciones (judiciales, de defensa del consumidor, etc.) con poder real e independencia de actuación.
Saludos.
Anónimo: Lamentable su comentario sobre Núria Pórtulas.
Nineteen Eighty-Four y Brave New World (Revisited) son dos de las máscaras que suele lucir el mundo contemporáneo. Si no los conocen ya, les recomiendo ver los documentales de Adam Curtis. El último, The Trap, suele estar disponible en google video.
Me pregunto si Núria Pòrtulas estará muy preocupada por la posibilidad de que google caiga en manos desaprensivas.
a nuevos problemas , nuevas soluciones !!Eso si el problema es hacerlo con un Estado tan anticuado !!
Sr Foix: A pesar de todo…qué gran invento!!Un saludo
No recuerdo bien pero creo que era Rousseau que decia que la civilización no era más que una forma más sofisticada de matar, al final con la tecnología pasa lo missmo por mucho que nos vendan que internet (sin el cual no podría vivir) es una herramienta que nos iguala todos y da poder a la sociedad civil, al final pasa lo de siempre, acaba siendo una herramienta que beneficia a los más poderosos.
P.D. Que gran novela la de Orwell, debería ser novela de lectura obligada, en secundaria y en universidades en toodas sus ramas incluso en las técnicas.
Para esto hacen falta gobiernos e instituciones fuertes; para proteger los Derechos Individuales frente a las grandes empresas.
Para eso sí que está el Estado. Y no para decirme qué tipo de hamburguesa he de tomarme o no.
Por lo demás; tanto miedo me da un Gran Hermano Privado como un Gran Hermano Público.
Sr.Foix: Sin duda existe ese peligro que Vd nos expone, y el peligro mayor sería la lectura que de ese conocimiento hiciera al poder. Estos días miles de personas nos hemos interesado en Internet por el famoso "Kubotán", una defensa manual utilizada por los mossos, el día que estemos controlados (si no lo estamos ya) el Gran Hermano deduciría que hay miles de personas interesadas en comprar y utilizar ese arma.
El otro dia fui a un concierto del mitico Oriol Tramvia , cantautor catalan de conciertos minoritarios ( nunca mas de 60 personas) , entre cancion y cancion dijo una frase sobre el tema de hoy , era un chiste , un chiste serio , decia asi :
– En Internet esta todo !!!
– Ya pero tu no tienes conexion .
Los marginales son los unicos que no estan controlados , pero esto ha pasado siempre .
Yo no podría vivir sin internet en estos momentos y Google es una herramienta que ordena todo ese caos.
Se suele temer lo que no se entiende, pero a mi me siguen dando más miedo los bancos.
Por cierto, esta entrada hubiese sido una buena excusa para saludar a su club privado de lectura 😀
Isarn
///ENRIC///
Existen abusos y controles en la red, recibimos miles de correos que no queremos recibir y propaganda que no sabemos de dónde viene.