Acabo de leer la historia de España del siglo XIX, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Irónicamente es la época del liberalismo, la que va desde la entrada de las tropas de Napoleón en 1808 hasta el último de los golpes de estado de 1874 que trajo la Restauración borbónica con Alfonso XII, dispuesto a lavar toda la ropa sucia que dejó su madre Isabel II en sus mangoneos palaciegos.
Me ha apenado saber de dónde venimos pero, a la vez, me ha alegrado saber dónde estamos. Crisis, lo que se dice crisis, eran aquellas que se saldaban con los ejércitos, con golpes de estado, con exilios políticos masivos, espadones como Espartero, Narváez, O’Donnell y Serrano.
En 1855 había en España más de seis mil pueblos sin escuela, en 1858 existían 53 institutos de enseñanza media, con diez mil estudiantes. Diez universidades con poco más de 6.000 alumnos. En Oviedo y Salamanca no sobrepasaban los cien universitarios en sus cuatro facultades.
Se preguntan los autores en el balance final del libro «¿qué se podía esperar de bibliotecas provinciales como la de Bilbao, con un total de 854 volúmenes, la de Santander, con 610, la de Segovia con 194 o la de Huelva con tan sólo 60 volúmenes impresos?».
El siglo, desde Bonaparte hasta Alfonso XII, arroja un balance de unos quince años de intentos democratizadores contra 66 de contrarevolución.
Se observa con tristeza que en el XIX la libertad no pudo abrirse paso. Por la miseria general y por la ignorancia rampante en todos los ámbitos.
El gran avance que ha conocido el país en estos últimos treinta años, el período más prolongado de libertades en la historia de España, es el crecimiento de las clases medias y, por encima de todo, la extensión de la educación.
El ejército desarrolla tareas muy importantes en el mundo y es impensable que decida la política de hoy. Estamos en la Unión Europea y es imposible que las libertades retrocedan.
Pero no hay que perder de vista las barbaridades que todos cometieron, cometimos, en los dos siglos anteriores. Sólo para no volver a repetirlas.
Sr.Foix: El año que viene se cunplirán dos siglos justos desde la guerra de la Independencia, aquella guerra la ganaron un pueblo depauperado y un ejercito que no era ni la sombra de lo que habia sido, un ejercito que se tenia que alistar en guerras de fortuna como las del Rosellón( en las que Daoiz fue encarcelado) para poder subsistir y un ejercito que desde entonces reclamó a la monarquia nuevas cuotas de poder, por las buenas o por las malas, hasta bien entrado el siglo XX.
Dos siglos más tarde el pueblo sigue esperando aquel reconocimiento y viendo como una clase política, cada vez más cortesana, oligarca y alejada de la sociedad, les restriega cada día cuanto se les debe por hacer una transición del franquismo a la democracia ( pactada y obligada internacionalmente ) y cuanto nos quieren por permitirnos votarles cada cuatro años, extrañandose si la mitad de la población pasa de ir a votar.
Sr.Foix, en temas como las conquistas sociales y la transparencia política estamos todavía en un túnel ancestral, la historia tiene muchas cosas que explicarnos, cosas imprescindibles para saber de dónde venimos, si la propia Isabel II no podía saber a ciencia cierta quién era el padre de su hijo Alfonso XII para decirle de dónde venía, imagínese las dudas que tenemos nosotros…
De acuerdo con Francis Black:
Si hubiera dos Españas ya nos habríamos ido a la otra.
J.J.
sobre las dos España , me gustaria citar a EL Perich :
"España: España sólo hay una. Y esto es algo que el resto del mundo no sabe agradecernos "
Y por supuesto que hay dos españas del mismo modo que hay dos francias, dos italias o dos serbias. No pienso que los que votan socialista en italia pertenezcan a la misma forma de entender italia que la gente de Bossi. Y es perfectamente legítimo que existan dos o tres o cuatro formas de entender españa. ¿por qué esa obsesión por un 'pensamiento único' de españa? ¿por qué esa obsesión en que no pueden exisir dos españas distintas? ¿es que alguien piensa en que se dan las condicions para un golpe de estado similar al de franco?
Oh, pienso que todos los países del planeta si se comparan al siglo XIX comprobarán que, oh, les da pena de dónde vienen pero que se alegran de donde están. Algunos, pienso, si se comparan con mediados del siglo XX también. Y bastantes, comparándose a sí mismos respecto a finales del XX, por supuesto. Así que es completmente demagógico comparar cualquier situación presente (en términos de datos estadísicos) con cualquiera pasada.
Y una puntualización importante: la democracia (partitocracia) española permite que un partido sólo escuche a la opinión pública cuando se convocan elecciones o se hacen referéndums. Manifestarse es sólo eso, un derecho legítimo, pero eso no es la democracia que vivimos y que hay que modificar. Si miro hacia atrás 30 años veo con asombro que la Constitución que servía entonces es válida aún hoy, como si nada hubiera cambiado. Ultraconservadurismo se llama eso.
Yo también ando leyendo, a trompicones, ese volumen de Josep Fontana, de los dos primeros publicados. Como dice Foix no podemos por más que felicitarnos por donde estamos, teniendo en cuenta de donde venimos.Pero es que además, sobre todo, conocer este pasado reciente nos ayuda a entender el presente. El fantasma de las dos Españas, que se nos aparece claro en el siglo XIX, proyecta sus sombra sobre todo el XX y, me temo, se mantiene firme en el XXI.
La reflexión no es nada de tramposa; es precisamente lo que dice, venimos de donde venimos, y por eso estabamos donde estabamos.
No veo trampa por ningun lado, lo que dice el señor Foix es el dos mas dos es igual a cuatro.
Este articulo me parece un poco tramposo , los tiempos no son comparables , ahora hay que actuar en consonancia con los paises de nuestro entorno , no mirando nuestro pasado y diciendo , antes era peor , ya supongo que era peor . Sobre la bibliotecas , bueno ahora hay que mirar los idiomas que conoce la gente , la capacidad para desarrollar tecnologia punta , las conexiones y utilización de la Red , esto es el equivalente a las Bibliotecas del pasado y la verdad muy bien creo que no estamos .
Los problemas exiten en tanto en cuanto los podemos comparar.
La historia está llena de atrocidades a ojos del individuo presente… supongo que lo mismo pensarán de nosotros dentro de un tiempo.
off topic: el viernes pasado estuve colaborando en el programa del Matins de TV3!!! 😀
Isarn