Cuanto peor mejor, el tiempo lo resuelve todo, no hay años que cien años dure. Es una manera de contemplar la realidad.Otra forma es la del príncipe de Lampedusa cuando dice que todo cambie para que todo quede igual.
La política catalana goza de buena salud democrática. Es decir, está en crisis, que es el estado más propio de las democracias. Una crisis se supera, luego viene otra, es seguida por otra y así hasta el infinito.
La cuestión está en saber si la crisis está en la sociedad o en la clase política. De momento, parece que sólo habita entre los partidos que pugnan por encontrar discurso, posicionamiento, su razón de ser.
Empecemos por Esquerra Republicana. Carod Rovira, su presidente, está en el gobierno en calidad de vicepresidente pero consciente que le salen los enanos por todas partes.
Joan Puigcercós, secretario general, también conseller del gobierno, nos salió ayer con una interesante hoja de ruta para levantar el ánimo del país.
Como era de esperar su densa conferencia ha merecido el título en prensa diciendo que invitaba a los catalanes a manifestarse pacíficamente en Madrid para pedir lo que justamente nos corresponde.
Puigcercós dijo algo más. Lo más interesante me parece que fue la invitación a la sociedad, sin lamentos, a reivindicar la autoestima y la ilusión para hacer de Catalunya un país más libre y menos puro.
Joan Carretero encabeza otra facción, la purista, más partidaria de romper moldes que construir nuevas avenidas para que todos podamos circular con más fluidez y cómodamente.
El nacionalismo de CiU atraviesa una crisis de protagonismo. El debate de los últimos meses es si entra en un futuro gobierno de España, quién entrará, cómo se tomarán las decisiones, en definitiva, quién es el líder natural de una formación que ha gobernado el país durante 23 años.
Detecto tres corrientes en CiU.
La primera es la del entorno de Artur Mas que presenta un perfil liberal, elitista y conservador.
La segunda es la encabezada por Duran Lleida quien, desde Unió Democràtica, cree en la visión camboniana de participar en la gobernabilidad de España.
Hay otra, más minoritaria, que podría estar representada por Xavier Trias y Lluís Recoder que no se fija tanto en el partido sino en la sociedad a la que pretende servir. Me parece la más realista.
Los socialistas catalanes tiene varios problemas a pesar de acaparar casi todo el poder en Cataluña.
El primero es que dependen excesivamente del PSOE y no se deciden a formar grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados.
El president Montilla es un hombre de gestión. Pero no ha elaborado todavía un discurso capaz de entusiasmar a la mayoría de catalanes.
El segundo es que el partido manda demasiado. No se han dado cuenta de aquella máxima de Tony Blair cuando dijo que “en vez de cambiar al país voy a cambiar el partido”.
El tercero es una corriente de socialistas catalanistas que empiezan a hablar de un nuevo socialismo, transversal, abierto a la sociedad, amplio. Ahí estarían el conseller Castells como representante del viejo “obiolismo” que no ganaba elecciones pero tenía discurso.
El Partido Popular de Cataluña está quieto. Josep Piqué piensa más en Madrid que en Barcelona. Fue ministro y aspira a volverlo a ser. Mantiene una indestructible fidelidad de su electorado.
Iniciativa Verds, la aglomeración de las distintas formaciones de izquierda, sigue pensando que puede cambiar el país sin alterar su discurso.
El problema de fondo lo expresaba hace unos días Ferran Mascarell hablando del viejo y nuevo catalanismo. Lo que ocurre, decía más o menos, es que el catalanismo quería transformar España y, ahora, lo que comprobamos es que España ya ha cambiado y en muchos aspectos ha superado a Cataluña.
Discursos del siglo XIX, políticas del siglo XX y desorientación en el siglo XXI. Pero esta desorientación se va a superar. Precisamente porque las crisis en democracia, siempre que no se olvide la libertad y la responsabilidad, se superan siempre.
Para anónimo, que la socialdemocracia está en crisis creo que es indiscutible, otra cosa es que por razones coyunturales sea la fuerza hegemónica en Catalunya, pero yo creo que eso se explica por otros motivos, pacto CIU-PP, competencia CIU-ERC, exceso de políticas públicas en clave de identidad en lugar de clave social, etc…
La política catalana no está en crisis porque simplemente surfea a la espera de los idus de marzo (elecciones generales), luego vendrán los congresos de los partidos (set-nov-dec 08) donde se consolidarán o se renovarán los liderazgos.
Con el debido respeto, le falta una previa a su análisis Sr. Foix y es el contexto: En todas las instituciones manda el mismo partido.
No hay la más mínima excusa para objetar, hagamos un breve repaso: Manda el PSOE en el gobierno central, en la Generalitat, en 3 de las 4 diputaciones provinciales, en 21 de los 41 consells comarcals y en la mayoría de urbes comenzando por Barcelona,L'H,Badalona, Sabadell, Terrassa,Tarragona, Girona, Salt, Lleida, Balaguer, Cornellà, Sant Boi, Granollers, Mataró, Vilafranca, Vilanova, etc.
Más bien debería preguntarse donde no manda el Partido, para que luego digan que la socialdemocracia está en crisis.
off topic
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Hay crisis en la política, pero la peor crisis es la de mi bolsillo y de esto nadie habla.
J.Vilá.
Sr Foix:Yo también me quedo con Castells,lástima que dependa del partido y no pueda desarrollar toda su capacidad.La crisis,creo, está en los partidos y éstos la transmiten a la sociedad.Una sociedad que lo que realmente desea es vivir dignamente y con tranquilidad.Esquerra se lo tendría que hacer mirar,son como nuevos ricos a los que les falta señorío pese a su fortuna.Ayudaron a Montilla a ser president y ahora están supeditados a él.Es lo más parecido a ser cornudo y apaleado.
Aparte:Supongo que quiso decir "no hay mal que cien años dure"y yo le añadiría:Ni dicha que siempre perdure. Un saludo
Bueno, yo hoy solo voy a comentar una parte del articulo y es lo referente a la socialdemcoracia la cual tiene una crisis de identidad no solo en cataluña si no en toda Europa. Desde mi punto de vista la socialdemocracia ha perdido la hegemonia en la batalla de las ideas y su discurso es cada vez más diluido, formulas como la de Blair con la tercera via que pretenden "centrar" a la socialdemocracia o formulas como catalanizar más al PSC es decir "nacionalizar " al partido, solo consiguen debilitar aun más un discurso propio que pueda entusiasmar a la ciudadania convirtiendose en la copia de otros proyectos.
Por tanto la socialdemocracia tiene que preservar su identidad, ser más pura. Pero cuando hablo de purismo no me refiero a seguir utilizando las mismas formulas que en el siglo XIX o las mismas polítiocas del siglo XX, sino en reinventarse haciendo un discurso puramente socialdemocrata pero del siglo XXI, solo así la socialdemocracia y la izquierda serán una alternativa real al nacionalismo, el liberalismo o el conservadurismo.
Una alternativa que creo que es sano que exista, perdon si me extendi mucho.
yo no tengo ninguna intencion de entusiasmarme con un pais , los politicos tendrian que actuar como los porteros de futbol , para lo que se puede parar y sobretodo no meter dentro las que van fuera .
Sr.Foix: De todos los políticos que ha nombrado me quedo con Castells, por razón de su formación, seriedad y capacidad de gestión, es decir todo lo que no se valora hoy en día de un político.