Me place ver que la gente se lo pase bien, que ría, que esté satisfecha. La envidia, ese pesar o tristeza por el bien ajeno, es desaconsejable. No conduce a ninguna parte y mucho menos en estos días de fraternidad navideña.
Me ha producido alivio el desagravio que el Estado le propició a la ministra Magdalena Álvarez con la entrada triunfal del AVE a Málaga, dos días después de haber alcanzado también la estación central de Valladolid.
Se lo merecía, la señora, y Zapatero estuvo a la altura del momento cuando le dijo a Maleni que “no te contengas y disfruta”. Era demasiado pesada la losa que pesaba sobre la credibilidad de la ministra que días antes conoció la amargura de ser reprobada por el Senado, la primera reprobación de un miembro del gobierno que se produce en la democracia.
Magdalena Álvarez estaba muy contenta, El presidente Zapatero le echó los piropos que no ha prodigado a ningún miembro del gobierno. El presidente Chaves se sumó a la expedición en Córdoba para contribuir al homenaje por todo lo alto a Maleni que correspondió con candidez al responder que “hoy es un día tremendamente feliz también para mí”.
La ministra añadió que su satisfacción no será completa hasta que el AVE no llegue a Barcelona. El evento incluso se puede registrar antes del 9 de marzo, cosa que dudo, a juzgar por las visitas que vengo efectuando desde hace meses en los malditos dos kilómetros se observan desde la pasarela que parte a l’Hospitalet en dos.
Pero fue Cervantes quien puso en boca de Don Quijote aquella reprimenda a Sancho al decirle que “mira, no me engañes, ni quieras con falsas alegrías alegrar mis verdaderas tristezas”. La alegría de la España de Zapatero no se corresponde con las desgracias padecidas por los barceloneses en los últimos meses con unos trenes de Cercanías que están desvencijados y con un AVE que siempre está a punto de llegar a Sants.
Pero lo que me preocupa del AVE no es que llegue a nuevas capitales españolas. Lo que me inquieta es que se ha convertido en una red ferroviaria de cercanías de Madrid. Nadie prioriza las recomendaciones de la UE que abogan por la alta velocidad por el pasillo mediterráneo.
Ni tampoco hay muchas prisas para que el rápido ferrocarril llegue pronto a las fronteras con Europa. Seremos el país con más kilómetros de alta velocidad pero no estaremos conectados con Europa que es también donde está nuestro futuro. Esto no da votos.
Lluís, Maleni ya disfruta, creo que como buena ex-inspectora de hacienda le pone darnos caña.
Sr Foix: Parece ser que cuando se proyectó para Barcelona, técnicos cualificados ya advirtieron que era un error hacerlo llegar a Sants por las dificultades que comportaría( CIU todavía en el gobierno)prevaleció más la opción política que la técnica..y así nos va.Sólo ha dado rendimiento a los programas de humor.Un saludo
Es conmovedora la preocupación de Maleni por nosotros.
Madrid ha pasado a ser una isla rodeada de AVE por todas partes…Menos por una llamada Barcelona…
Bon Nadal.
Sr.Foix: El AVE es una buena idea y las buenas ideas son como los trenes, siempre llegan con retraso, pero la idea principal del AVE radica en que todos sepamos cuanto se tarda en llegar a Madrid desde cualquier sitio de España, con lo cual se pone en evidencia que las ideas envejecen antes que las personas. Madrid ha pasado a ser una isla rodeada de AVE por todas partes…