Hacia dónde nos quiere llevar América

Al comienzo de la fiesta de la democracia americana, toda predicción es prematura. Un caucus celebrado en un pequeño estado poco representativo de lo que es la complejidad de Estados Unidos ha dado algunas pistas pero no indicadores de destinaciones finales. Las pistas son que el electorado americano pide un cambio. Incluso los candidatos republicanos ignoran a Bush que se pasará el año viajando por los cinco continentes después de un mandato en que su política exterior se ha estrellado en Oriente Medio.

Estados Unidos puede que no sea ya la nación indispensable que proclamó Magdalene Albright en los tiempos de Clinton. Pero sigue siendo la potencia hegemónica, la que marca tendencias, la que arrastra el mundo occidental, más por su talento que por sus políticas en los últimos ocho años. En pocas semanas sabremos si la espectacular victoria de Barack Obama en Iowa le catapulta a la candidatura demócrata. New Hampshire será importante pero no definitivo.

En cualquier caso, la senadora Clinton no es la candidata inevitable. Los americanos pueden muy bien apartarse de dos dinastías democráticas, la de los Bush y los Clinton, y respirar aires frescos en otros ambientes y latitudes.

El aspirante Obama tiene un buen relato. Por ser afroamericano, por llevar sólo dos años en Washington como senador, por no depender de las crostas ideológicas marcadas por el filósofo Leo Strauss, padre del neoconservadurismo que armó a los republicanos en los tiempos de Reagan, Bush padre y Bush hijo y que también tuvo su influencia colateral en la presidencia de Bill Clinton. El conservadurismo compasivo ha dado paso al capitalismo especulativo que ha enriquecido superlativamente a unos cuantos pero no ha satisfecho a la m ayoría de americanos.

Paradójicamente, Obama representa la reconciliación racial y tolerancia en un país tan plural y étnicamente diverso. Si es elegido candidato demócrata no lo será por el color de su piel sino por la capacidad de entusiasmar a los americanos y la credibilidad del cambio que propone. De igual manera, la senadora Clinton no lo será por ser mujer sino por la política que plantea para que Estados Unidos sea más admirado que temido.

El cambio se producirá porque el balance que presenta Bush es tan mediocre que Estados Unidos, y también el mundo, necesita una alternativa. Hacia dónde nos quiere llevar América. No lo sabremos hasta noviembre.

  9 comentarios por “Hacia dónde nos quiere llevar América

  1. @Africa, lo más interesante es siempre lo que no se ve.
    Ese era mi comentario, un saludo.

  2. Iowa y New Hampshire son irrelevantes en términos demográficos, pero en una campaña tan mediática (permítanme esta redundancia) el liderazgo inicial muchas veces recibe el premio del impulso ganador.

    ¿Alguien contaba con Carter antes que diese la sorpresa en Iowa, precisamente?

    Saludos.

  3. Estaría bien un negro como presidente de Estados Unidos. ¿Un negro español es un afro español? Creo que hay formas políticamente correctas que hacen más mal que bien.

  4. @Brian,muchas gracias por el enlace, muy interesante. Bush sabe todo eso y la va a liar ahora.

  5. Si se apañan con el inglés escrito echen un vistazo a este blog (es un apéndice de la prestigiosa revista Prospect). El autor sostiene que Obama y Clinton tienen escasas probabilidades de llegar a la Casa Blanca, pero no por su condición étnica o de género, sino por ser liberales y norteños.

  6. Es cierto lo de la subida de acciones, es posible que para los americanos sea mejor un nuevo presidente afroamericano que una mujer, mientras que para los europeos parece que antes pondriamos a una mujer que a un afroamericano, ignoro las razones. Lo que si me parece cierto también es que Bush va a jugar sucio una vez más.

  7. Es curioso, todo el mundo dice que el peso relativo de Iowa es ínfimo, que la carrera a la candidatura es muy larga, etc., pero en el fondo, oyendo y leyendo los medios, uno tiene la sensación de que esos pocos miles de afiliados al partido Demócrata de Iowa han de ser determinantes para la nominación. Se diría que si Obama cotizara en bolsa sus acciones se hubieran disparado cual etérea burbuja empujada por el delirio colectivo. Veremos si la burbuja pincha o llega hasta la convención de Denver.

  8. Sr.Foix: Bush inicia una gira que marcará el clima preelectoral, se trata de demostrar que las formas conciliadoras de Obama no son compatibles con la situación mundial de guerra. Bush se va a dedicar a atizar la hoguera que el mismo ha prendido y a pedir ayuda a los gobiernos que controla en toda esa zona, para Bush los únicos Caucus que valen son los del petróleo Texano.

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