Donde la ignorancia es dichosa, es de estúpidos ser sabio. La cita es de un clásico recogido en La Vida de Samuel Johnson, relatada por James Boswell. Y viene a cuento no por lo que ha podido decir la ministra Bibiana Aido sino por la ignorancia que rezuma.
Ser ministra de golpe, a los 33 años, es una audacia insuperable. Ser la ministra más joven en el gobierno con más mujeres de la historia de España, todavía es más extraordinario. Incluso ser ministra de la Cosa, de la Igualdad, se puede admitir como un récord excepcional, una rareza hispánica.
Lo que es más difícil asumir es tener una ministra ignorante, ideológica, que al amparo del presidente de la Junta de Andalucía, don Manuel Chávez, va por ahí jugando con el idioma, importando un lenguaje que dicen hablarlo los nativos salvadoreños.
Con muy buen sentido, el veterano periodista y viejo amigo, Joaquim Ibarz le da un repaso notable en su blog de La Vanguardia. Ha consultado académicos, periodistas y sabios de América Latina y asegura desconocerse a las miembras. Ibarz lleva más de un cuarto de siglo transitando por todo el continente sudamericano. Sabe de que habla.
Bibiana Aido es, además, mentirosa. Le van a caer los dientes. En El Salvador no consta que se diga miembra. Pero, no se preocupen, pronto lo vamos a utilizar todos porque vivimos en un país en el que la ignorancia es dichosa y en el que basta que una señora ministra se le meta algo en la cabeza para que nos lo convierta en ley.
Hasta el cáustico Alfonso Guerra ha salido al paso de la audaz ignorancia de la ministra. Claro que la ignorancia siempre es audaz y no tiene límites.
La cara de vergüenza se les debería de caer.¿Pero es que nadie puede hacer nada para impedir más estupideces?
Lo malo es que las palabras son el reflejo de muchas otras cosas…
Buenas noches.
Balanza.
Sr Foix: Siento decir que la señora Aido con su comentario no hace mas que confirmar mis miedos: las cuotas no sirven para valorar más a la mujer, sino, y muy al contrario para valorarla menos. Y es que, cuando das un protagonismo extra al sexo femenino, solo por serlo, y te encargas de pamfletear durante semanas el nuevo ministerio de igualdad con su nueva ministra joven, que menos que mirar un poquito a quien eliges para el cargo, y es que poner de ministra a la hija de un amigote tuyo esta muy bien, mientras se sepa el guión. Es una lastima, politologos/as a patadas trabajando de dependientes y "miembras" diriegiendo paises. Es el que hi ha.
Gràcies per l'article Sr.Foix, un cop més, m'ha encantat.
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Lo del teléfono es subrealista.
Totalmente de acuerdo con usted. Además se intenta justificar… inventándose cosas… Esta chica no está preparada para ser ministra. Es demasidado jóven. poca experiencia. Y… ¿¿QUé me decís del teléfono del maltratador??? Ha sido uno de los temas de conversación, y diana de bromas, en los útlimos días….
Creo que el "caso Aído" es contraproducente para el Partido Socialista y para quienes defienden la causa feminista. Es todo lo contrario de lo que se desea: que las mujeres sean valoradas por su capacidad, sin ninguna otra consideración añadida. Una mujer como Aído, sin el menor mérito profesional,aupada al Consejo de Ministros es un despropósito y un insulto a todas las mujeres que trabajan y se esfuerzan en encontrar y ocupar su lugar en el mundo.
Saludos,
Diego
Lo que más ha molestado no es el lapsus de la palabreja, lo que más ha molestado es mantener el error y no querer reconocerlo, eso es de muy mal estilo, de un pésimo estilo.
Un saludo, J.Vilá.
Sr Foix: Tal y como están las cosas, casi agradezco que los patinazos de los ministerios sean sólo palabras inventadas.Un saludo
Lluís, ¿y para esta señorita mentirosilla se ha creado un ministerio?.
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Lo peor es la prepotencia con la que se nos explica que si no se dice "miembra" ya se dirá, que es cuestión de tiempo, que ellos cambiarán lo que haya que cambiar para llevar razón, que los incultos somos los demás por no estar al loro de la movida.
Basicamente es eso, un comportamiento de señorit@s acostumbrados a que les bailen sus gracias.
Sr.Foix: Hubo un tiempo en que los señoritos andaluces eran los encargados de organizar y correr con los gastos de los cantes y los bailes en las fiestas, del fino y la manzanilla, del jamón y los pescaitos.Pero ese tiempo pasó, ese tiempo fue sustituido por la consejería de cultura y por cargos como el de la Agencia Andaluza de Flamenco del que la ministra Aido fue encargada; las mismas fiestas, el mismo cante, el mismo pescaito y jamón, el mismo fino, pero pagado por el erario público, erario público que por solidaridad entre comunidades pagamos entre todos. El señorito andaluz estaba acostumbrado a que le rieran las gracias, a llevar siempre la razón, a ser el centro, el que paga manda, pero la ministra de igualdad debería saber que España no es su cortijo, que no estamos para fiestas, que la cosa está muy, pero que muy mal y que la igualdad no consiste en que todos seamos unos incultos, más bien lo contrario…