La indiferencia ante los hechos que se observa en tantas partes, el desprecio a la verdad, es particularmente nociva cuando se apodera de los pies ligeros de quienes gobiernan o dirigen los pueblos. Se paga un precio por ignorar la realidad. El costo es mucho más elevado si se traspasa la línea contínua y se entra en el espacio de la mentira.
El mentir es un vicio maldito, decía Montaigne, y “si conociésemos el horror y el peso de la mentira, la perseguiríamos hasta la hoguera con más justicia que otros crímenes”.
Hay una dimensión de la realidad que ni siquiera la más enérgica, o más laxa, comprensión de la subjetividad puede atreverse a vulnerar. Recuerda Harry Frankfurt en su librito Sobre la verdad la famosa respuesta de Georges Clemenceau cuando le pidieron que especulase sobre qué dirían los futuros historiadores sobre la Primera Guerra Mundial: desde luego, no dirán que Bélgica invadió Alemania.
La historia no dirá tampoco que en España no se vivía una crisis económica devastadora durante la campaña electoral de hace poco más de un año. Se marginaron los hechos y se entró en el ámbito de las fantasías. Cuatrocientos euros por aquí, promesas de que acabaríamos el año sin paro por allá, que éramos la economía más sólida de Europa, que habíamos superado a Italia y que pronto alcanzaríamos a Francia, eran la negación oficial de una crisis que los analistas internacionales vaticinaban para nuestro país pero que no merecieron el más mínimo interés.
No se pueden cambiar los hechos, como tampoco se puede influir en su verdad, por el mero hecho de emitir un juicio o por el impulso de un deseo mitinero. La consecuencia de la remodelación profunda del gobierno Zapatero al año de ganar las elecciones es haber ignorado la realidad.
El político más resultón en estos tiempos de democracia de opinión es el que esquiva cualquier decisión impopular que puede plasmarse negativamente en las encuestas y en las columnas de opinión.
Cuando se conocen los hechos no hay otra alternativa que actuar en consecuencia, aun corriendo el riesgo de la impopularidad. Churchill estaba sólo cuando los nazis bombardeaban Londres y de Gaulle representaba una minoría de franceses que no habían claudicado cuando pronunció su célebre discurso de resistencia desde la BBC en junio de 1940. Los dos sabían lo que querían y hacia dónde se dirigían. Acabaron arrastrando y ganándose el respeto de sus pueblos.
El Partido Popular se ha dedicado a atacar al intrépido y errático juez Garzón, mediático donde los haya, y no se ha preocupado de decirnos si las acusaciones de corrupción que pesan sobre el partido de Mariano Rajoy son o no ciertas. Un locutor de la COPE nos dice que si abandona la emisora la ruina caerá sobre la cadena episcopal. No dice que a cambio no se escucharán motes, insultos y mentiras mañaneros.
Lo que decia Fuentes Quintana es lo que nos dicen ahora, que tenemos que ponernos a trabajar y sacar adelante la crisis, que las soluciones son politicas y que nos toca pencar como siempre, como toda la vida, una ya no se cree nada, esto es una tomadura de pelo total, pues eso, una tomadura de pelo.
(Margaret).
///ENRIC///
mentir sale gratis, nos mienten como quieren y cuando queiren, viven de mentirnos y de contarnos cuentos chinos, todo por la pasta, todo por el poder.
La crisis financiera que sufrimos no es el resultado de un fallo cíclico o de gestión, sino que es
estructural. Parte de la evidencia para esta afirmación es que ya ha habido más de 96 importantes crisis bancarias en los últimos 20 años, y que ese tipo de incidentes han
ocurrido incluso bajo muy diferentes sistemas de regulación y en diferentes estadios de desarrollo económico.
Necesitamos urgentemente encontrar mejores soluciones porque la última vez que nos enfrentamos a un fallo de esta magnitud, la gran Depresión de los años 30 acabó con una ola
de fascismo y con la 2ª guerra mundial. Porque aplicando las soluciones convencionales,
(nacionalización de activos problemáticos, como en el original rescate de Paulson, o la
nacionalización de los bancos (como en Europa), sólo estamos tratando los síntomas, no la
causa estructural de la crisis bancaria actual. Análogamente, la regulación financiera que
está en la agenda política de todos, como mucho reducirá la frecuencia de este tipo de crisis,
pero no evitará su recurrencia.
La buena noticia es que ahora disponemos de una comprensión sistémica y de soluciones
técnicas para lograr que estas crisis se conviertan en un fenómeno del pasado.
Un descubrimiento conceptual reciente que proviene de la observación de los ecosistemas,
equilibrados, con una estructura razonable, y altamente funcionales, prueba que cualquier
sistema complejo, incluidos nuestros sistemas monetarios y financieros, se vuelven
estructuralmente inestables cuando se sobre-enfatiza la eficiencia a expensas de la
diversidad, la inter-conectividad y la crucial resiliencia que estas proveen.
Sigue en:
http://www.scribd.com/doc/12389347/Opciones-Para-Gestionar-la-Crisis-Sistemica-de-La-Banca
http://www.lietaer.com/images/Opciones_en_espa_ol.pdf
Curiosamente ahora se esta volviendo a visionar, en
You Tube el video -La hora de la economía- del profesor Enrique Fuentes Quintana (Ministro de Economía de A.Suarez) es un discurso en que resalta la conveniencia de decir la verdad y afrontar la realidad en su justa medida (emitido en TVE, en 1977,dias antes de los Pactos de la Moncloa) http://www.youtube.com/watch?v=zrWYWHtGhRY
Si uno miente, la persona informada, sabe distinguir a las personas que mienten, porque contrastan la información y actúan en consecuencia, estamos en una sociedad de la información y del conocimiento todos tenemos acceso a la información se pueden encontrar y leer fácilmente los informes de hace 12 años, encontrar los indices (nivel déficit comercial endeudamiento de Esp y USA, acoplamiento economía Usa-China via dolar, nivel de productividad del pais, nivel del peso sectorial de cada sector en el PIB, numero de pisos vacios, endeudamiento de las familias,etc)Hay una falta de esfuerzo por conocer la verdad, es mucho mas cómodo creerse la versión oficial. En todo caso hay empresas que saldrán reforzadas de la crisis porque hace 4 años que no se están apalancando,la diferencia es que son empresas con visión de futuro, que realizan planes de viabilidad y de contingencia en contra de las empresas "vive la vida"..Unas estaban bien asesoradas y gestionadas, las otras solo aprovechaban el momento.
El problema es que se hace caso a quienes están posicionados,a los protagonistas de los medios, a los tertulianos no expertos muy direccionados ,haciendo caso a quienes normalmente son reacios a los cambios, existen también"los críticos" en el sentido de demandar reformas en los factores que no funcionan (en el sentido de eficiencia-rentabilidad) factores que se han tapado y se siguen tapando. De poco sirve que hubiesen muchos economistas y sociólogos reclamando reformas (unas pueden ser duras e impopulares, pero temporales hasta que se cree empleo, con medidas que incentiven la creación de nuevas empresas) serian necesarios los pactos y tener estadistas de nivel se podría ver luz. Pero con visiones de corto plazo,de los que esperan que los demás se reactiven..son estos que no se creían a quienes avisaban de que la crisis seria muy dura, ahora dos años después despiertan diciendo …"cambiaremos el ritmo"
Sr.Foix: La partitocracia está corrompiendo nuestra democracia, todo vale para llegar al poder y desde el poder todo se puede en la total impunidad de la mayoría, la crisis que vivimos no es solamente económica, tiene raices más profundas. El Estado del bienestar no debería poder comprar las voluntades de los más necesitados con sus ayudas, las ayudas son un derecho no una limosna, si un partido necesita para gobernar el voto de los pobres que reciben ayudas, esa pobreza se institucionaliza hasta hacerse endémica, el ministro Chaves sabe mucho de eso, es un experto.
Y sin embargo, tengo la impresión de que mentir todavía sale demasiado barato. Es como si la gente tuviera la memoria excesivamente volátil. O peor aun, como si tuviéramos asumido que mentir va de suyo con el oficio de la política y no valiese la pena tomarlo demasiado en cuenta.
Cuando lo del 11-M la indignación por la mentira del Gobierno Aznar tuvo consecuencias electorales porque la gente fue a votar en caliente. "España se merece un gobierno que no mienta", se dijo, no sin razón. Cuando se nos convoque de nuevo a votar, ¿nos acordaremos de que Zapatero nos mintió negando hasta la náusea la crisis? ¿Se han acordado los gallegos -¡o les ha importado!- las mentiras y corrupciones del PP? ¿Nos dejaremos engatusar otra vez con el "si tu no vas ellos vuelven"? Lo dicho: en España mentir sale barato.
Sr Foix: La ruina cayó sobre la cadena episcopal en el momento en que contrataron a tan fatídico personaje.Fuimos muchos los que dejamos de poner la crucecita para la Iglesia en la declaración de la renta, sin contar con el desprestigio que representa tener a un individuo tan repugnante en un medio que pasa por ser, dicen, cristiano.Un saludo