Progresismo sin progreso

La modernidad de las nuevas tecnologías no se instala rápidamente en los gobiernos o en las instituciones. Ya lo hará pero será de forma lenta y gradual. El problema que ha tenido el gobierno catalán para dar a conocer lo que estaba ocurriendo el día de la tormenta de nieve es que no conocía la dimensión de la nevada. No informó en tiempo real porque desconocía la realidad y retransmitía en diferido.

Los sufrientes conductores, los padres que iban en busca de sus hijos al colegio, los que resbalaban por las calles y los que desde sus domicilios observaban la magnitud de la nevada tenían una información más completa que la que suministró en contagotas el señor Joan Boada, el portavoz oficial con más rango del gobierno, que comunicó algunas evidencias pasado el mediodía del lunes y no volvió a aparecer hasta seis horas después cuando el país estaba congelado y en muchas partes a oscuras.

Hay que celebrar que no se haya registrado ninguna víctima mortal. En las costas atlánticas del sur de Francia se registraron más de cuarenta muertos hace dos semanas como consecuencia del oleaje desbocado del mar. La tormenta del lunes no admite comparación con lo que ha ocurrido en Chile, Haití y Turquía en los últimos meses.

Lo que quiero señalar es la patética imagen de Joan Boada el primer día y de los consellers Saura y Nadal el martes, hablando al país sin saber en qué puntos se habían derrumbado los postes de suministro eléctrico, cuántas carreteras secundarias estaban intransitables y cuántos pueblos permanecían incomunicados. ¿Costaba tanto pedir la comparecencia conjunta de un responsable de Red Eléctrica o de Endesa para informar sobre los cortes de energía que todavía perduran?

Muchos alcaldes se pusieron al frente de la crisis provocada por la gran nevada. El alcalde Hereu no compareció hasta entrada la noche, cuando cientos de miles de barceloneses habían pasado horas clavados con sus coches en las calles, con el único consuelo de la información facilitada por la radio. La peregrina idea de que había que haber advertido a los no residentes en Barcelona que no entraran en la ciudad parecía una broma.

No es fácil gestionar la información en una situación crítica. Pero los responsables de la seguridad han de saber utilizar las capacidades que ofrecen las nuevas formas de comunicar al gran público. Lo que decía Joan Boada sobre lo que ocurría en la Jonquera no coincidía con lo que afirmaban en directo los miles de camioneros retenidos en la frontera a través de imágenes, móviles y medios on-line. ¿De qué servía que decenas de miles de personas llamaran al 112 si no había respuestas? Espero y deseo que se haya aprendido la lección de esta crisis entre gobernantes y gobernados. Un gobierno progresista ha de tener más confianza en el progreso

  3 comentarios por “Progresismo sin progreso

  1. Es difícil poder decir de una conferencia que estas de acuerdo en todo lo que expone, pues aquí tenemos un caso ejemplar. Imprescindible para entender los enfoques de socioeconomia y para dejar bien claro que es un error invertir en empresas caducas con sobreproducción.Si algo tenemos bien claro es que después de una crisis mundial siempre hay cambios. Quien se adapte mejor al nuevo entorno saldrá reforzado de la crisis.

    Geoff Mulgan: Invirtiendo en un mundo mejor después del Crash

    Mientras volvemos a arrancar la economía, Geoff Mulgan nos hace una pregunta: En lugar de enviar dinero de ayuda a empresas moribundas y viejas, ¿Por qué no usar el dinero del estímulo para empezar algunas empresas nuevas y socialmente responsables — y hacemos el mundo aunque sea un poco mejor? Geoff Mulgan es director de Young Foundation, un centro para la investigación social, emprendores, desarrollo y educación. http://www.ted.com/talks/lang/spa/geoff_mulgan_post_crash_investing_in_a_better_world_1.html

  2. En efecto, es una paradoja que los abanderados del progreso no dispongan buenos sistemas de información. La seguridad con que afirmaban que todo estaba controlado unas pocas horas después de la gran nevada, cuando lo peor estaba por venir, se entiende a partir de una información deficiente.

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