Polonia ha sobrevivido a todas las amargas tragedias de su desgraciada historia. La muerte de la cúpula del Estado en un accidente aéreo al aterrizar en Smolensk ha causado un dolor patriótico que se ha extendido a toda Europa y al mundo entero en el momento en que se iban a restañar las heridas de la matanza de los bosques de Katyn. También en aquel abril de 1940 la cúpula del estado polaco fue asesinada por órdenes directas de Stalin. Murieron 4.000 mandos del ejército y 18.000 profesores, empresarios, altos funcionarios y demás polacos de la clase dirigente.
La decapitación de la elite polaca fue una ignominia que entraba dentro de las coordenadas del pacto secreto entre Hitler y Stalin que habían decidido repartirse Polonia al firmarse la alianza entre Berlín y Moscú antes de que la muerte empezara a segar millones de vida en la Segunda Guerra Mundial. Fue todavía más dolorosa la mentira que propagó la Unión Soviética al negar que las órdenes del exterminio de Katyn habían sido dadas por los nazis y no por los soviéticos.
La larga lucha para restablecer la verdad fue implícitamente conseguida hace una semana cuando el primer ministro Putin reconoció que fueron los soviéticos quienes perpetraron la matanza y, sin pedir perdón, afirmó que rusos y polacos compartían “la memoria y la vergüenza”.
Reivindico un respeto compasivo por Polonia que fue la única nación del mundo que sufrió al mismo tiempo los crímenes de la Gestapo y de la NKVD, la policía secreta de Stalin, cada una actuando de acuerdo con una decisión política tomada de antemano firmado por Molotov y Von Ribentropp.
Fue la doble invasión de Polonia la que provocó la entrada en guerra de Gran Bretaña y, por lo tanto, el comienzo de la última gran guerra civil europea. En 1939 Hitler desplegó sus carros de combate desde el Oeste y Stalin desde el Este. Los nazis fueron perversos con los polacos y los soviéticos también. El 30 por ciento de la población murió en la guerra. El horror de los campos de exterminio se concentró básicamente en Polonia. Hitler fue derrotado y Stalin estuvo entre los vencedores.
En 1939, los soviéticos invadieron Polonia y en 1944 la liberaban. En los dos casos la ocuparon y no recuperó su libertad hasta la llegada de Solidarnosc en 1981. Pocas bromas con Polonia y los polacos. Es un pueblo que merece más consideración.
Artículo publicado en La Vanguardia el 13 de abril de 2010
Veo a Martí Anglada en el 3/24 decir bajo la lluvia,» aquestas son les tanques del funeral», mientras señala con la mano una pila de vallas, se ve que no hay nada más que decir sobre el tema.
Este accidente me huele mal.
Sr.Foix: Terrible ironía esta nueva tragedia de Polonia, una Polonia que no había caído en la trampa del endeudamiento, el crédito fácil y las burbujas del resto de Europa, su reducción de las tasas de paro en más de cuatro puntos y su mejora en la calidad de vida eran la envidia de sus vecinos, hace poco Dominque Strauss-Kahn, del FMI, había elogiado esa situación económica. Esperemos que se investiguen correctamente las causas del accidente aéreo.