Decían los clásicos que las principales razones por las que se hunden los gobiernos son el orgullo, la arrogancia y la confianza excesiva o, en palabras de Tucídides, el engreimiento. El punto más fuerte de un gobernante es no despreciar en absoluto las cosas pequeñas, los detalles insignificantes, el saber leer los labios y las preocupaciones más acuciantes que pasan por la mente de los gobernados.
En la memoria de los catalanes, por ejemplo, se almacena el hecho de que en la boda de la hija de Félix Millet el consuegro pagara la mitad de los gastos mientras el ex director del Palau del Palau de la Música lo cargara a la respetable institución. Pesó más este pequeño amaño contable que toda la corrupción que el propio Millet confesó en carta pública recogida en su día por La Vanguardia.
El alcalde Jordi Hereu perdió la consulta popular para cambiar la Diagonal en el minuto cero cuando abandonó el ordenador sin saber si había votado o no. Alberto Fernández Díaz vió suplantada su personalidad cuando la base de datos le informaba de que alguien había ya emitido su voto fraudulentamente. Xavier Trías intentó hasta siete veces para que el voto electrónico pudiera finalmente ser contabilizado. No eran cuestiones menores.
Los barceloneses se dieron cuenta que una chapuza estaba en marcha y sólo acudió a votar en un insignificante porcentaje del 12 por ciento. Este pequeño detalle, entre otras razones, ha causado una catástrofe política en el consistorio de Barcelona. El tranvía ha pasado por la Plaça Sant Jaume y ha atropellado al alcalde Hereu.
Los discursos lo aguantan todo invadiendo los informativos en todos los formatos. La realidad es más cautelosa y más severa. Una de las causas del abandono del gobierno de Pedro Solbes fue el de reivindicar los pequeños detalles frente a las promesas grandilocuentes y generosísimas del presidente Zapatero. ¿Hacía falta distribuir 400 euros a todos los españoles a cambio de nada? Se ha demostrado que no han servido para nada.
Existe el hábito desgraciado de poner en la hoguera de los conceptos y de la ideología promesas genéricas y etéreas que luego no se pueden cumplir. De ahí vienen grandes frustraciones y se aumenta la separación entre la gente y los gobiernos. Se malbarata la credibilidad, surge la desconfianza y es inevitable que las urnas hablen en contra de los gobernantes.
Artículo publicado en La Vanguardia el 18 de mayo de 2010
P.D. Es todo un detalle que el Gobierno y los partidos de la oposición, no se pongan de acuerdo y obtengan un consenso para hallar una solución para reducir gastos, en el grave problema de la economía. Incluso cuando el FMI pide que haya consenso.
Y es que, los politicos mirán más, hacia el ganar las elecciones que el bienestar de los ciudadanos. En realidad y por la manera como hablan y actuan es la sensación que dan a la gente de la calle. Que para esto tiene intuición.
Es todo un detalle que la gente de la calle, si lo viven en sus carnes. El problema gravisimo del paro y los no ingresos.
Resumiendo: Especulación, sin ética ni moral más corrupción, en la construcción, por doquier y a mansalva y sin control de los precios de la vivienda e hipotecas y el descontrol del gasto real de las obras públicas de infraestructura por parte de los Estados
= A la situación actual de la económia y el paro por millones de personas.
Pero solo nos podemos salvar si hay consenso y unión con ganas.
Hola Sr. Foix. Un altre bon article.
Es un todo un detalle, que un politico que gobierna, tenga buenas intenciones, respecto a su politica, y prometa muchas cosas pero no cumpla, casi ninguna de ellas.
También es todo un detalle, que un politico que gobierna, nos meta en un conflicto bélico contra la opinion del pueblo, que manifiesta su negativa con caceroladas, durante días.
El peor detalle es el no escuchar las necesidades y deseos del pueblo. Y vivir creyéndose el máximo poseedor de la verdad y de la razón.
Y como dice el Sr. Lluis Foix: » De ahi vienen grandes frustraciones y se aumenta la separación entre la gente y los gobiernos. Se malbarata la credibilidad… »
Recuerdo aquel dicho castellano, que dice: » ¡ El poder corrompe a los hombres ! » Y añado y si no los corrompe, a la mayoría, el poder les hace creer que la razón, siempre está de su parte. Que también es cosa mala.
Resumiendo: Elecciones = muchas promesas. – Se llega a gobernar = Desmemoriados de las promesas y hacia los que les han apoyado para ganar las elecciones.
En fin. Al buen entendedor…….
Marruecos es como nuestro buitre , tiene un olfato estupendo , enseguida huele a cadaver …..
Cuando agonizaba el Caudillo montaron la » marcha verde » ( con el visto bueno USA ) y nos comieron el Sahara Español .
Ahora que agoniza Zapatero reclaman Ceuta y Melilla .
A este paso pronto reclamaran hasta Toledo .
Al menos con Aznar no nos tocaron los perejiles .
Sr.Foix: La soberbia que conlleva al mal uso del poder político, el abuso del cargo público, está en el origen de la mayoría de los fracasos que estamos viviendo últimamente. Si se pone de moda destituir a los subalternos en caso de fracaso, en lugar de asumir responsabilidades los jefes, pronto veremos cómo en caso de malos resultados se destituye al masajista en lugar de al entrenador en los clubes de fútbol…
Creo, señor Foix, que esa apreciación que usted nos muestra tan bien es una evidencia cada vez mayor en la calle. Se hacen las promesas según vayan las encuestas y hay veces que los intereses políticos son ajenos a las necesidades reales.
Altre esplèndid article de raonada opinió, amb «seny», de la qual cosa manquen alguns polítics… Ho he llegit en veu alta a casa meva, i ha estat celebrat!
Ben cordialment
Josep M. Caparrós Lera
Lo del tranvia de la plaça Sat Jaume que ha atropellado a Hereu, es un giro ocurrente del Sr. Foix que se agradece en estos tiempos de fer volar coloms y de delirius tremens revestidos con seriedades impropias del circo publico general.
Efectivamente los politicos estan en otra galaxia y para nada en la de la mayoria de ciudadanos y pretenden ademas, y de momento lo hacemos, que les pagemos las iluminaciones que tienen.
Al estar desubicados propongo que monten un gran charter y se vayan todos toditos a dar una vuelta por otra galaxia.
Sr. Foix:
Para cuándo cree que estarán listas esas urnas ???