El estado del bienestar ha sido una de las aportaciones más humanistas que Europa ha entregado al mundo después de la última guerra mundial. El derecho a la educación y a la sanidad pública para todos es quizás el atractivo más grande que ejerce Europa sobre el resto del planeta.
Fueron los demócratacristianos y los socialdemócratas europeos los que pensaron que un país no puede ser libre si no tiene un cierto grado de igualdad social, de repartimiento equitativo de la riqueza, de oportunidades para todos que les permitan subirse en el ascensor social.
La crisis que estalló en el epicentro del capitalismo ha llegado a Europa de muchas maneras. Pero lo más doloroso es que está poniendo patas arriba el estado del bienestar como anuncian gobiernos de izquierdas en Grecia, Portugal y España o conservadores en Alemania, Francia y ahora Gran Bretaña.
El espejo se está rompiendo a pesar de los esfuerzos inútiles de entidades financieras, gobiernos de todos los colores, instituciones que velan para mantener los servicios básicos para todos.
Me han interesado mucho las reflexiones de la aspirante socialista a la presidencia de Francia, Martine Aubry, hija de Jacques Delors, uno de los referentes europeístas más respetados. Me hace llegar las reflexiones Rafael Jorba, un racionalista apasionado de los valores republicanos franceses y uno de los periodistas más sólidos y lúcidos de esta nuestra desorientada profesión.
Martine Aubry piensa que “la sociedad del bienestar pasa también por una evolución de las relaciones de los individuos entre sí. Hace falta pasar de una sociedad individualista a una sociedad del “care” (inglés), “soin” (francés) y “cuidado mutuo” (castellano), en el sentido de que la sociedad nos cuida, pero nosotros debemos también cuidar a los demás y a la sociedad”.
No olvidemos nunca, dice la primera secretaria del PSF, que “nada ni nadie reemplaza las cadenas del cuidado, las solidaridades familiares y amigables, el estar pendiente de los más próximos”.
Viene a decir la señora Aubry que un estado del bienestar sin estos compromisos personales respecto al otro, cercano o lejano, el sistema puede devenir en una gran burocracia sobre la que se cosechan votos con la generosidad de los políticos, de todos, administrando un patrimonio que no es suyo sino de la sociedad.
En más de una ocasión me comentó el ex president Pujol que quien debía cuidar primeramente a su madre, que murió centenaria, era su familia, él mismo, al margen de los beneficios que otorgaba la seguridad social y la sanidad pública.
Quizás hemos entregado a las maquinarias de los partidos y a los gobiernos la gestión de la precariedad de tantos conciudadanos que la administran con la frialdad de los votos y las encuestas. En estos tiempos en los que el estado social del bienestar está recibiendo un ajuste duro, será bueno recordar que Europa ha zanjado las heridas de tantas guerras porque empezó a pensar en el otro como sujeto de derechos y deberes.
Hace poco Joan Puigcercós citaba a Zygmunt Bauman diciendo que la estética del consumo gobierna allí donde antes lo hacía la ética del trabajo.
Vienen tiempos de estrecheces y quizás por ello habrá que reflexionar con Martine Aubry sobre la sociedad del “cuidado mutuo”, dentro del gran paraguas del estado del bienestar.
Artículo publicado en La Vanguardia.es el 24 de mayo de 2010
No sé, señor Foix, pero creo que en España ha triunfado el discurso egoísta frente al solidario no sólo en el marco autonómico, donde al parecer a nosotros siempre nos deben más porque somos los mejores; sino también en el individual, donde pagar impuestos es malo y el estado del bienestar es un derecho privado que al parecer cae del cielo. Creo que no nos han enseñado a ser solidarios, señor Foix. En otros lugares pagar impuestos es una obligación y una necesidad para obtener unos servicios. El que tiene más debe tributar más porque puede hacerlo y a quien le faltan recursos debe de poder disfrutar de unos servicios aunque no pueda pagarlos. Pero no, a nosotros se nos ha enseñado la picaresca de que quien menos aporta es el listo y quien más paga es tonto de capirote y no puede evitarlo.
Tengo la impresión, y permítame la crítica, de que el socialismo en España se ha preocupado más de un discurso federalista, a la sombra del mensaje interesado de un nacionalismo rancio, ya que da más votos; que de mostrar la necesidad social de aportar, de forma equitativa, medios para obtener unos buenos servicios públicos y una sociedad más justa.
Estoy de acuerdo con lo que dice Bartolomé, pero podría haber un «estado del bienestar razonable», compatible con el cuidado mutuo de Martine Aubry. Lo que no es un estado de bienestar razonable es aquel en el que los mayores sólo sirven para hacer de niñeros -mientras se les puede sacar el jugo- para luego meterles en residencia (a cuenta de sus ahorros, por supuesto) cuando ya no nos sirven. Por decirlo en términos económicos, los matrimonios modernos «externalizan» el cuidado y el cariño de niños y abuelos, hipotecando las rendas del trabajo de sus padres. ¡Desde luego que esto no es sostenible!
Me apunto esta definición Brian del «estado de bienestar razonable», ya verás como a no tardar la escuchamos en boca de más de uno.
Brutish Petroleum lleva ya 35 dias guarreando el Golfo de Mexico ,
Oh my God , como es que los brutish llevan tanto tiempo impotentes para tapar una pequeña gotera , los brutish , oh my God , ni que fuesen incompetentes mexicanos …..
donde estan los mariachis del nunca mais ?????
Nunca mais la morte , nunca mais la fame , nunca mais el chapapote ….
Sr.Foix: En el estado del bienestar se han creado demasiadas esperanzas e ilusiones con falsas promesas, el sistema de pensiones es insuficiente para que nuestros mayores puedan desenvolverse dignamente sin ayudas de familiares o estatales, la ley de dependencia está creando más llantos que alegrías, las familias ayudamos, pero hoy en día los problemas crecen por todos lados y los ciudadanos no llegan a tapar todos los agujeros que existen. El estado del bienestar tiene un problema en su mismo nombre, suena muy bien al oído, pero crea unas expectativas difíciles de cumplir, complicadas de aprovisionar económicamente e imposibles de generalizar y muchos se olvidan que para que exista un estado del bienestar tiene que existir un estado de la producción, un estado del trabajo, un estado de la honestidad, del esfuerzo y de la solidaridad, no es bueno jugarlo todo a una carta en las definiciones sociales.
La diferencia es:
partes sostenibles vs partes no sostenibles
subvenciones vs incentivos
Un problema paralelo de la falta de «money» es la paralizacion de obras publicas, a los ayuntamientos les cortan parte de la finaciación…dejaran aceras y tuneles abiertos 2-3 años…ademas las grandes constructoras, tenian previsto unas obras, recibieron financiacion que les permitia seguir «vivos»…y SI ahora les recortan las obras…
hacia donde vamos ?….
Ramón, lo de la rectificación de errores del BOE hoy, sobre los créditos de los ayuntamientos, me ha dejado helado.
y tu crees que ellos solos…se han dado ellos cuenta de que las inversiones de Ayuntamientos no se podian quedar a medias,,o se lo ha tenido que decir el alcalde da Matalascañas,( por citar un sitio..).es la muestra de otra improvisación mas.
Ayer varios ayuntamientos corrian al banco a pedir un prestamo porque auizas mañana ya no les dejaban,,,y reuniones a altas horas en los ayuntamientos golpeandose la cartera en las paredes haber si caia algo…
Esto me recuerda el plan E, que debia de cerrarse antes de un dia determinado, y los tecnicos del ayuntamiento corriendo para ver que obra presentaban…
quizas…mañana por la mañana tocara modificar el recorte de gastos en infraestructuras, porque las empresas a las que les dieron financiacion a cuenta de las obras futuras, se veran muy tocadas…por la tarde igual pasa otra cosa…En todo caso el tira y afloja en las reformas laborales que pueden presentar sera de aupa..No defiendo la huelga..pero unas vacaciones pagadas a Tenerife…en un parador nacional…se le podria regalar.
Ojala, este cuidado mutuo, que nunca debió ser descuidado por los ideólogos nacidos del «todo vale» y del «cortoplacismo del placer/bienestar inmediato y por derecho inalienable», anide pronto y profundamente en nuestra sociedad y nos esforcemos por saber que el otro también existe, y que si ahora (tu personalemente y no el estado)no piensas e inviertes en él, nadie podrá cuidar de ti.
Hat que empezar a tejer desde ya mismo redes de proximidad empaticas y positivas con el projimo.
Ciertamente,cuanto más evolucionada es una sociedad,mayor compromiso personal nos exige.Entre otras cosas, la economía sumergida, es un problema que tenemos que solucionar para que el Estado del Bienestar continúe avanzando.