Hay indicios para pensar que la política ha fracasado en la pugna que se libra en el mundo democrático entre el Estado y el mercado, que ha llevado a gobiernos socialdemócratas a dictar políticas de ajuste contrarias a sus convicciones y que ha colocado a gobiernos conservadores cada vez que se hablan las urnas en los países occidentales en los últimos tiempos.
La sensación de que la política ha fracasado está tan extendida que oigo muchas voces de ciudadanos que no irán a votar en las próximas elecciones por el poco respeto que les merecen los políticos de todos los partidos. Pienso que la política no ha fracasado y que es ahora más necesaria que nunca para recuperar una gestión de la cosa pública desde una perspectiva más exigente y más democrática.
En todo caso, serán los políticos, y no todos, los que han fracasado. No veo por qué hay que refundar la política, pero sí creo que tiene que ejercitarse con más apertura, con más transparencia, con más honestidad y con más democracia interna y externa. La política también se ha globalizado, principalmente porque la opinión pública se ha socializado, tanto por el número de medios que emiten noticias y opiniones, como por la participación de miles de ciudadanos que tienen oportunidad de decir la suya en todo lo que concierne al interés público.
No ha fracasado la política ni tampoco la democracia. Son dos conceptos que funcionan con grandes imperfecciones pero son imprescindibles para superar los conflictos suscitados por los intereses contrapuestos de los ciudadanos.
Paradójicamente, la política es el instrumento más idóneo para corregir los abusos de la política. En este sentido es imprescindible tener siempre presente lo que los anglosajones llaman la accountability, el dar cuentas, el hacerse responsable de los actos con dimensión pública, desde la perspectiva ética de la gobernanza.
Son lamentables la corrupción, el tráfico de influencias, los enriquecimientos procedentes de los abusos políticos. Pero la mejor terapia para devolver a la política su sentido más noble, que es el servicio a todos los ciudadanos, es poner en conocimiento de la opinión pública todo lo que ocurre o haya ocurrido en la gestión de los intereses generales. El país necesita una regeneración en muchos ámbitos. Hay que empezar por la transparencia. Que se sepa todo y no pasará nada.
Artículo publicado en La Vanguardia el 29 de mayo de 2010
Yo estoy con BartolomeC , por cierto que ya hay fallo del Constitucional , cuatro años , vaya peña.
Yo también creo que los causantes de esta barbaridad que estamos viviendo no pueden ser los que nos saquen de ella, no creo en los milagros.
Pere y francis black. ¡ Y nos dejan solos ante el peligro y la incerteza del futuro !.
¡ Unos pocos, insaciables y dodiciosos de riqueza, convierten el mundo global, en un salvese quién pueda !
Saludos.
P.D. Debo rectificar. Me ha salido un error de teclado y he escrito » dodiciosos en lugar de codiciosos «.
Sr.Foix: Mi natural escepticismo me impide confiar en que los causantes del problema y que forman parte del problema, sean quienes nos van a solucionar el problema. La crisis no es solamente económica, hemos creado un sistema que es incapaz de autoregenerarse y que nos está comiendo crudos…
BartoloméC, también es verdad lo que afirmas. Tenemos crisis de todo. Crisis económica, de ética, de valores humanos, de moral, de honradez y de honestidad.
Menos mirar y creer a según que programas de la Televisión y tener en cambio más criterio de la lógica y de la verdad. Como exponeis en este Blog, PYIN y BartoloméC.
¡ Que en realidad estamos y somos, en parte manipulados mentalmente por algúno de los programas de la TV. – Ó más bien dicho por los intereses de alguna persona ó grupo financiero, codicioso/as y sin ética ni escrúpulos ! Esta muy claro que todos también tenemos nuestra cierta dosis de culpa.
A mi estos políticos me tienen más que cansado, no me han resuelto ni uno de mis problemas y me han ocasionado mil y uno, necesitamos un cambio, pero de los de verdad, no el cambio de quítate tú para ponerme yo.
Yo les pediria a nuestras politicas que dejen de competir por ver quién de ellas luce mejor modelito, mejor bolso o mejores zapatos, verlas cambiar cada día de loock, verlas pendientes de que no se les mueva el pelo o de dar bien en la foto me parece de lo más banal que puede existir, ya está bien.
Alex y Julia, ¡ Cuanta razón tenéis !
De todas maneras opino que politicos honrados y honestos ahilos. Y también son muchos. Pero son invisibles.
Pero en cambio, existen alguno ó algunos que están en la política para medrar y enriquecerse a costa del sistema.
La politica es como la sociedad humana. Hay de todo. Lo bueno y lo malo.
No podemos generalizar.
Saludos.
P.D. Debo hacer una rectificación. Me refiero a los políticos y a las políticas. Ambos sexos.
La verdad es que hoy me seduce enormemente contestar a nuestro admirado Lluis Foix.
Plenamente de acuerdo con él en que no es la política ni la democracia lo que nos falla, sino que lo que falla es el modo de ejercer la política y el modo de entender la democracia.
El ejercicio de la política debe ser algo digno y de lo que todo hombre debe enorgullecerse en cuanto medio de esfuerzo personal para servir el bien común.
La democracia por su parte no es el abuso de unas sumas aritméticas en cualquier parlamento, sino el noble arte de aunar consensos y evitar que existan vencedores y vencidos.
El problema que hoy día nos rodea es que el político ha caído tan abajo en la ciénaga y en el lodo que nadie con propósitos transparentes, ligeros de equipaje y hasta me atrevería a decir, “sublimes”, está dispuesto a dejarse la piel en defensa de sus propios valores, de la honestidad, y del buen hacer.
No se me ocurre solución, como no sea la que provenga de la sociedad civil que, con constante súplica, consiga derribar los actuales proyectos emponzoñados de miserias personales y logre elevar a aquel que sea capaz de demostrar su honestidad y la veracidad de sus planteamientos.
¿Cuáles son los medios?: 1) la reforma de la ley electoral (aproximándonos a elecciones con listas más abiertas que priven a los partidos de su poder nominativo a lisonjeros miembros);2) la limitación a ocho años del mandato electo ; y 3) la modificación constitucional de la designación de los presidentes del gobierno de turno (estatal, autonómico y local) a fin de que por ley -y durante toda la legislatura- pertenezcan siempre a la lista más votada evitándose así pactos no queridos por el ciudadano.
El concepto de “accountability” tampoco debe despreciarse puesto que desgraciadamente nunca nada será un cuento de hadas y a todas luces hay que desterrar el concepto de “cheque en blanco” que los políticos se apropian y arrogan para sí cada cuatro años.
Lo que ha quedado escrito solo han sido bonitas palabras, pero ojala cada vez las podamos escribir más y más gente.
PYNS, no escribo ningún comentario, porque Vd. ya expresa claramente y con lógica lo que mejor nos conviene. Y que además deseamos. En realidad sería una buena solución. Más definitiva que lo actual.
Hola Sr. Foix. Vaig a meditar.
La politica y la democracia desde luego son necesarias. Pero los politicos, los que gobiernan e incluso los de la oposición, casi nunca conectan con los deseos y necesidades del pueblo/ conciudadanos.
Lo mismo ocurre con la iglesia. Es necesaria la enseñanza de la religiones porque dan pautas de conducta que son necesarias e imprescindibles para los humanos.
Pero ocurre lo mismo. Los políticos y los representantes de la Iglesia no conectan con los problemas, necesidades y deseos del pueblo/ ciudadanos.
En resumen: Los dos son necesarios e imprescindibles,pero no conectan en el día de hoy. Deben por lo tanto de CAMBIAR EL CHIP.
Tenemos problemas y no nos llenan.
En fin. Al buen entendedor….
No soy quien para discutir amables palabras de otros, pero a pesar de ello no puedo por menos que rebatir la teoría que nos propone Albert. La Iglesia no está para la enseñanza de religiones, ni para dar pautas de conducta. La Iglesia es la agrupación voluntaria de unos miembros que comulgan una misma Fe y que, iluminados por su Fe, se ejercitan en conductas que, a través de sus valores, son necesarias e imprescindibles para los humanos. Otra cosa es que muchos de esos hombres o bien están equivocados de fe ( y actúan en contra de sus valores), o simplemente están equivocados ellos mismos y actúan en contra de la Fe que dicen querer seguir.
En cualquier caso son hombres en una iglesia, pero no son La Iglesia.
Como hombres deben ser señalados para que dejen de representar equivocadamente a su Iglesia. Ahora bien, no olvidemos que quienes están hoy día señalando, también son hombres y, en demasiadas ocasiones, no son precisamente esos hombres los más indicados para ese juicio público. Y lo que digo, lo digo, queriendo suponer que su viga no les deja ver la paja ajena y no que pueda ser que, como hombres sin iglesia, pretendan y persigan exactamente eliminar a esa Iglesia a la que confunden.
Nuestro Chip debe ser el de defender que en la Política debe primar la defensa del bien común y para ello deben primar valores de honestidad y esfuerzo personal sin nada a cambio.
PYNS, Vd.tiene toda la razón queda la verdad y la lógica. Y perdone pués no quería ser mál interpretado ni faltar. No he sabido expresarme tan bién y como Vd. lo ha hecho.
P.D. Debo aclarar que en el parrafo donde dice : » Los politicos y los representantes de la Iglesia no conectan… » … quería decir que algún político ó algún representante de la iglesía no conecta con…
No era mi intención ser mal interpretado. Pido perdón y mis disculpas más sinceras.
Es cierto, el país necesita una regeneración en cantidad de aspectos. Pero esa regeneración debería ser efectuada por hombres y mujeres que son, con frecuencia, demasiado humanos, para bien o para mal.Tal vez para mal porque en la mayoría de casos, el hombre, al primer contacto con el poder ya está corrompido. Me da la impresión de que el mundo, a nivel ético, moral, cultural, por lo menos en Occidente, está empobreciéndose a niveles alarmantes. Basta con mirar a nuestro alrededor. La forma de hacer política, la organización de los partidos, sus intereses creados, la supeditación de éstos a los poderes fácticos, etc. Y como consecuencia el cinismo. No sé si se puede hablar en exclusiva de necesidad de regeneración,tal vez se podría hablar de colapso del sistema. Creo que la política hoy en día no es más que un simple apéndice del sistema económico en que estamos inmersos. Regeneración sí, pero humana, intelectual, ética.
Miss M.Pitbit, tens tota la rao. Es aixis. Salutacions.
Un petó Albert. Cuida´t
Miss Margaret Pitbit, Gracies. Doncs un altre petó.