Toro (Zamora)
La Tierra de Campos es ahora un inmenso rastrojo que parece no tener límites. Algunas pinedas y encinares rompen la monotonía del sol perpendicular. Campos y más campos. Un castillo en una loma y una iglesia descomunal en un pueblo de cuatro casas.
Por aquí pasó el infante Carlos, un emperador niño, en Villalar se cortaron las cabezas de los Comuneros, en Valladolid nació Felipe II, en Tordesillas se firmó el tratado que dividía borrosamente los territorios conquistados en América entre portugueses y castellanos. Era Papa Alejandro VI, el segundo Borgia valenciano que sucedía a San Pedro.
Tanta geografía solitaria, tantos castillos que se miran de reojo, tantos duques, condes y marqueses que han dejado solamente su nombre en las tumbas de los monasterios. Tantos encuentros entre pretendientes a la Corona, tantas traiciones, tantas guerras y muertes para hacerse con el dominio de Castilla y finalmente de todas las tierras peninsulares. Castilla absorbió los reinos de Asturias y León, avanzó hacia el sur, conquistó Andalucía, echó a los sarracenos, expulsó a los judíos y descubrió América.
La Corona de Aragón del Rey Fernando pretendió la unidad en la diversidad durante dos siglos. Pero era Castilla la que mandaba y disponía, incluso en los tiempos de los Austrias en los que tenían que celebrarse Cortes generales en tierras aragonesas y catalanas. Dos siglos duró aquella aparente igualdad.
Vinieron los Borbones enviados por Luis XIV que en la Guerra de Sucesión (1700-1714) pusieron fin a la pluralidad de las tierras peninsulares. Felipe V quiso hacer de España un territorio homogéneo, unitario, bajo una sola manera de entender la vida pública y el derecho privado. No fue la unión entre Inglaterra y Escocia una consecuencia de guerras sino de un pacto político en los tiempos en que los Estuardos eran echados de Edimburgo y la casa de Hannover se instalaba en Londres.
La unión borbónica fue por la fuerza y fruto de las luchas europeas para decidir la sucesión a la corona de España al morir Carlos II en 1700. Perdieron los austracistas y ganaron los felipistas. La unión se cerró en falso y convirtió a España en un estado inacabado que todavía hoy se intenta redefinir. Transitando por las autovías solitarias que cruzan Castilla, bordeadas de inmensos trigales y oasis de álamos y pinedas, el Duero transcurre tranquilo verdeando las vegas.
Desde el balcón de la ciudad de Toro la vista se pierde hasta tierras portuguesas que se quedaron fuera del dominio castellano. La tranquilidad de las villas, sus torres almenadas, los castillos que desafían el paso de los siglos, todo indica una ambición de dominio sobre el resto de pueblos peninsulares. Las banderas de la gesta futbolística de la Roja siguen colgando de muchos balcones. Es la unidad de estos días que se intenta construir sobre un gran balón de fútbol. Una unidad y homogeneidad que los castellanos pretenden que ha vuelto de nuevo. Es una falacia.
El poder y las gentes ya no están aquí sino en tierras levantinas, en Catalunya, en el pasadizo del Ebro, en el Norte vascongado, en el Madrid que actúa virtualmente como depositario de la Castilla eterna, poco poblada, campesina, ajena a cuanto ocurre fuera de sus tierras con horizontes lejanos y desdibujados. La España única es imposible por la fuerza de los hechos. Hay que inventar, una vez más, la nueva realidad.
Artículo publicado en La Vanguardia.es el 25 de julio de 2010
Acabaramos!
El Sr. Foix ha descubierto el grial.
Ya deciamos que la cosa es viajar un poquito asi a media distancia por las españas para ver que los panoramas, las gentes y los talantes son distintos.
Y si es la España imposible, que hem de fer?
La gente se mueve , la mayoría de los catalanes de hoy son descienden de españoles de hace décadas que tienen que hacer ¿asumir la historia familiar o la territorial ?, ellos por historia son castellanos , andaluces … que hacen reivindicando la historia de cataluña?
Así no hay forma de arreglar nada , el tema es el presente las voluntades de los actuales pobladores y sus gobiernos y no es tan difícil, en realidad es un tema partidista ( competencias = manejar presupuestos y poder), los ciudadanos funcionamos en otros parámetros.
Francis; le comentaba al Sr.Foix en su Libreta que esta nueva realidad, que nos comenta que hay que inventar, tendría que estar basada de una vez por todas en las personas y no en el poder.
Si yo en España no veo ningún político un poco normal , me refiero a lideres, Rajoy si cuenta ovejas se duermen las ovejas y Zapataro a la que lleva cinco te dice que son diez En Cataluña suena Salvador Alemany como hombre fuerte de Ciu, tiene pinta de serio.
Yo al unico politico profesional que conozco es de mi calle. Es una buena persona, muy amable y de buena familia. En su trabajo profesional era un mediocre, pero muy, muy mediocre, en una sucursal bancaria atendía a la gente. Se apuntó a un partido y entró en el ayuntamiento , ahora es parlamentario en el Parlament de Catalunya y algunas veces sale por la tele y habla. Me tiro de los pelos y rezo para que no siga subiendo. Zapatero y Rajoy deben ser por el estilo.
Me gusto tambien el articulo de FMZ, sobre el federalismo.
«La diversidad cultural, lingüística, territorial, paisajística… es la gran riqueza de España. La unión de las distintas Comunidades Autónomas por unos principios democráticos, es su fuerza. Imponer la unión por la fuerza, la debilita y amenaza resquebrajarse.
Si no la quieren rota, quiéranla plural. Los tiempos del dominio centralista, mandando unos pocos y todos los demás resignados y obedientes, han concluido.
La Constitución debe respetarse. Pero debe actualizarse»….
«….Sí: he estado presente en espíritu en la manifestación de Catalunya. Para demostrar mi adhesión al Estado plural, a la España diversa, a la España federal. Y que conste que no estoy al lado de los que ahora, aprovechando las turbulencias del momento, expresan delirios soberanistas. Ahora precisamente, cuando la unión de las culturas es más importante y apremiante para los cambios radicales que la gobernación del mundo requiere. Ahora, cuando la ciudadanía local, bien arraigada, debe ser al mismo tiempo ciudadanía mundial activa.
Yo no iré nunca al lado de los que ambicionan a contra corriente, a contra-solidaridad planetaria, sacar votos soberanistas de una Catalunya lógicamente disconforme que reclama soluciones y no mayores problemas.
Tampoco iré al lado de quienes miran ahora -como siempre- a otro lado, pero recurrieron el Estatuto y recogieron 4 millones de firmas contra la “patria del meu cor”. Siempre han estado contra los nacionalistas pero, ahora, como cuando les convino en el pasado, flirtean con ellos. Ésta es la política que la gente repudia, la del “todo vale”.
Quienes ahora piden “sentido de Estado” son los mismos que han demostrado que carecen de él, instigando la desavenencia.
Unos y otros, deberían levantar la visera y mirar hacia delante. Hacia lo que interesa realmente a Catalunya, a España, a Europa, al mundo. Están enfrascados en las próximas elecciones. Unos y otros -los independentistas y quienes han realizado tantas afrentas a Catalunya- son, a mi entender, irresponsables para construir este futuro distinto que anhelamos.
Por favor, no inventen ahora el “enemigo”. No provoquen actitudes que son luego indebidamente juzgadas con severidad. A quienes deberían juzgar es a quienes incitaron, a quienes quieren seguir ahormando el futuro de los países con las pautas autoritarias y hegemónicas del pasado.
Tenemos que ir al fondo de las cuestiones y, en estos comienzos de siglo y de milenio, promover, a través de democracias auténticas en las que el poder realmente “emane del pueblo”, los cambios radicales que son exigibles.
Ahora es posible, gracias a la moderna tecnología de la comunicación, la participación no presencial.
Ahora son posibles transformaciones de hondo calado si somos capaces de expresarnos y de escuchar. De dialogar, dejando que todos manifiesten sus puntos de vista, incluidos los diametralmente opuestos a los propios. Sin imposiciones, sin violencia, sin amenazas.
Una parte considerable de Catalunya ha hablado. ¡Escuchémosla!.
De la fuerza a la palabra, no me canso de repetirlo, es la gran transición.
España, Estado plural. España, Nación de naciones. España federal» FMZ
Sr. Foix, me parece un mal articulo, ya que parte de la idea del dominio de unos territorios sobre otros en una epoca historica en que los territorios tenían poco que decir. La historia del poder si la situamos en la Edad Media es la historia de unas familias que se repartían los territorios en base a varias situaciones como pactos, matrimonios y guerras. Los castillos que usted nombra no eran parlamentos y además castillos habia en Castilla y en Catalunya y le recuerdo que los reyes catalanes conquistaron Valencia y Mallorca. La unidad de España no es una falacia como dice usted, es una realidad y las banderas de la roja colgaban a miles en los pueblos y ciudades catalanas. Otra cosa es que a usted le gustara una españa distinta, en eso estariamos de acuerdo practicamente todos los españoles y catalanes. El problema es que España hacer, porque habrá que hacerla democraticamente y esto es muy complicado. Si decidieramos cambiar la Constitución se haría en el congreso en Madrid , con minoría catalana y de esta minoría la mitad obediente al PSOE. Asi que a lo mejor salimos trasquilados, como con la maragallada del Estatud, un fiasco absoluto en todos los sentidos. Ridiculo historico y aún gracias que no hemos salido peor parados. Tampoco entiendo que usted diga que la unidad de España es una falacia, usted que tan en contra está de los referendums independentistas y del independentismo en general. Recuerdo articulos de pura burla en este sentido. La unidad de España es la que és y se funda basicamente en el sistema fiscal y no creo que usted haga su declaración de la renta en Andorra. Falacia según el RAE es » razonamiento lógicamente incorrecto » y España es un pais logico y correcto reconocido por la totalidad de la diplomacia internacional. Yo también soy catalán y tampoco me gustan ciertas cosas de España, pero veo los mismos males en Catalunya. Centralismo absoluto de Barcelona, empresas publicas fatalmente gestionadas, sanidad publica deficiente, educación en la cola de Europa, doble de paro que la media europea, y corrupción en todos los estamentos y partidos. Yo no le veo la diferencia con España por ningún lado. Y el catalán cada vez menos hablado y La Vanguardia sigue en castellano y pronto hará 40 años que murió el Dictador. Saludos
Sr.Foix: En el madrileño Paseo de la Castellana desembocan tres calles históricamente especiales, Juan Padilla, Juan Bravo y Fernando Maldonado, tres nombres que podrían haber cambiado la historia de Castilla y consiguientemente de España. El poeta Luís López Álvarez compuso su Canto de Esperanza basándose en los comuneros muertos en Villalar en 1521.
Y en Abril para más señas,
en Villalar ajustician
a quienes justicia pidieran.
¡Malditos sean aquellos
que firmaron la sentencia!
¡Malditos todos aquellos
los que ajusticiar quisieran
al que luchó por el pueblo
y perdió tan justa guerra!
Desde entonces, ya Castilla
no se ha vuelto a levantar
en manos de rey bastardo
o de regente falaz,
siempre añorando una junta
o esperando un capitán
Quién sabe si las cigüeñas
han de volver por San Blas,
si las heladas de Marzo
los brotes se han de llevar,
si las llamas comuneras
otra vez repicarán:
cuanto más vieja la yesca,
más fácil se prenderá,
cuanto más vieja la yesca
y más duro el pedernal:
si los pinares ardieron,
¡aún nos queda el encinar!
Me suena que esa poesía era una canción también.
Si los comuneros hubieran triunfado esto sería otra cosa muy distinta, pero ya sabemos, esto es lo que hay.
Si, esto es lo que hay y no es mucho que digamos.
Espléndido artículo, muy bien documentado históricamente.
Mi felicitación desde Catalunya.
Un saludo muy cordial
Josep Maria Caparrós Lera
Profesor de Historia Contemporánea de la UB
Intolerantes los hay por todos lados, buenos y malos también, no somos tan distintos, si nos dejan la liamos como todos.
Entre la España imposible y la Catalunya imposible creo que tenemos la España real.
Esa España que conoce de sus diversidades, se aúna en ellas y gana fuerza ofreciendo lo mejor de su Duero y lo mejor de su Ampurdan (si de verdad los términos geográficos son significantes)
Nos presentan una España imposible aquellos parlamentos que construyen leyes que se fuerzan y retuercen para crear barreras.
Nos presentan una Catalunya imposible aquellos que la dibujan oscura, encerrada en egoísmos cortoplacistas, sin saber ver que el catalán, auque austero, es generoso, amable y gusta de amistades perdurables.
Sin embargo la España real vive y se exhibe; y lo hace, no sólo a través de sus éxitos deportivos y culturales, sino también a través de su gente, de su trashumancia por el mundo, orgullosos de exportar el seny de unos y la espontaneidad de los otros.
A la España real la atacan los políticos que, carentes de ideología, o carentes de conocimiento para defender la ideología que dicen representar, utilizan el territorio para encumbrarse mutuamente allá donde lo necesitan.
Por ello, por encima de intereses electoralistas tenemos que ser capaces de articular esta España real en aquel conjunto normativo que respete lo mejor de todos nosotros y que se olvide de marcas hispánicas que hace siglos dibujaron territorios feudales. Creo que un día podremos tener buenos políticos que con autentica solidaridad y con autentico respeto hacia los sentimientos mas íntimos de cada terruño, serán capaces de devolver a nuestras leyes este espejo de la España real en el que hoy, desde cualquier de las esquinas de España, muchos tenemos la fortuna de disfrutar y gozar.
Hola Sr. Foix. Sempre es bo repassar la historia real. Tal hi com han ocorregut els fets. Bon article.
Mi respuesta a este artículo ya la hice anteriormente, y está escrita y se adapta prácticamente en el artículo del Sr. Lluis Foix del día 22 de Julio del 2010, 20:10 pm. Titulado: » El Duero bañado de banderas »
El resumen es: Los catalanes y los castellanos, en general son iguales y tienen las mismas buenas intenciones.
Los catalanes son más individualistas y pactistas. Por natural son más creativos, inventivos e ingeniosos. Son más tolerantes y abiertos a las ideas y a lo universal.
Los castellanos son más empecinados y dominantes. Y salvo raras excepciones son más intolerantes. Claro que también tienen sus virtudes.
Actualmemente todos somos españoles aunque hablemos diferente lengua. Que es muy parecida. Aunque la catalana es más antigua. Y más cerca del latin vulgar antiguo hablado por el pueblo de Roma.
Existen más de 130 universidades en el Mundo, donde se enseña y aprende catalan. Porque para estudiar la historia de Europa hay que pasar por estudiar la historia del reino de Aragón-Cataluña. Que está escrita en catalán.
Castilla, Leon y Asturias tienen su gran historia. Pero Aragón y Cataluña también tienen la suya. Y esto es lo que hay que respetar. España no es solamente Castilla y el castellano.
Somos humanamente iguales y tenemos los mismos sentimientos, pero unos somos más tolerantes y pactistas. Y los otros más intolerantes y dominantes.
¡ Por esto es la España imposible !.