Las elecciones anunciadas para el 28 de noviembre en Catalunya se perfilan sobre tres opciones irrealizables en la próxima legislatura. Los partidos independentistas proponen sin complejos la independencia con variaciones en las formas pero claramente dirigidas a tener un estado propio en un futuro más o menos inmediato. Estas fórmulas rupturistas chocan con la Constitución y, además, estarán supeditadas a la representación parlamentaria independentista que salga de las urnas. Hay claridad en el planteamiento pero incertidumbre en el resultado.
La propuesta de Artur Mas se centra en la consecución de un régimen de concierto parecido al que disfrutan en el País Vasco y en Navarra. Es una fórmula resultadista que resolvería de una vez por todas los desequilibrios territoriales en materia de financiación y sería un paso hacia adelante para cambiar sustancialmente las relaciones entre Catalunya y España. Esta propuesta choca también con los mismos impedimentos.
El recuerdo del plan Ibarretxe, “liquidado” en un solo día en el Congreso, no augura un final feliz para esta propuesta central de CiU que de buen seguro sería combatida por socialistas y populares.
A falta de conocer el programa de los socialistas catalanes, José Montilla va a insistir en salvar los muebles del Estatut amputado por el Constitucional y convencer a España a que pase de ser un sistema autonómico para convertirse en un régimen federal. El problema, no menor, es que para una España federal hacen falta federalistas. En Catalunya hay los que hay pero en España hay que ir buscarlos debajo de las piedras. La propuesta de Montilla, por lo tanto, tropezaría con los mismos obstáculos que las dos opciones anteriores.
Quedan más de dos meses de campaña y se va a debatir desmesuradamente sobre estas tres posibilidades de futuro por encima de cuestiones más perentorias como la calidad de la educación, las bolsas de parados con poca esperanza de encontrar trabajo, con los ayuntamientos endeudados para siempre y con el estado social del bienestar maltrecho por la crisis y por el envejecimiento gradual de la población dependiente de los subsidios del Estado.
No se alcanzarán estas metas de futuro si el país no se centra primero en la calidad política y humana de todos, de políticos y de ciudadanos. Hay que huir de entusiasmos si conducen a la frustración.
Publicado en La Vanguardia el 14 de setiembre de 2010
Creo recordar, señor Foix, que Duran i Lleida en una intervención en el Parlamento (Creo que se debatía el “Plan Ibarretxe”), dijo algo así como que allí nunca se había mencionado lo que Cataluña hacía por España; lo dijo ofendido, como siempre. Sin embargo, estoy seguro que tampoco él habrá mencionado nunca, en el Parlamento Catalán, lo que el conjunto de España a hecho por Cataluña, si no todo lo contrario; lo maltratada que está esta comunidad por España.
Es el mismo discurso nacionalista que en el País Vasco. Al parecer, las deudas de España con los vascos son infinitas, mientras que los favores inexistentes, sólo agravios y engaños.
No sé en Cataluña, pero en lo referente a Euskadi ha tenido que salir el Sr. Revilla, presidente de Cantabria, acusando a los gobiernos de España de favorecer el desarrollo del Puerto de Bilbao en detrimento al de Cantabria para mostrar el trato de favor que se ha dado a esa tierra.
Yo estoy convencido de que para que el País Vasco haya logrado la renta de la goza, ha tenido que verse favorecido, sobre otros pueblos, de las ventajas de pertenecer a la comunidad española, y no me parece justo el ensalzamiento del egoísmo patrio que hacen los nacionalistas.
No sé si habrá una mayoría de catalanes o vascos que piensen que el rico lo es por espabilado y trabajador, mientras que el pobre ha llegado a esa situación por gilipollas y vago. Yo pienso más bien, que es producto de una injusticia del sistema. Pero bueno, siempre habrá opiniones diferentes.
Perquè aquesta insistència en qualificar alguns problemes de «reals» i d’altres de «fantàstics»? Aquesta dialèctica no és una manera d’amagar una postura contrària a la independència de Catalunya? Jo com a ciutadà de Catalunya, estic tant preocupat per la independència i la creació d’un Estat català, com per l’atur o l’endeutament dels ajuntaments. És més, tots aquests problemes no van lligats? Ja prou de parlar de «problemes reals» o de la «Catalunya real», aquesta terminologia és clarament tendenciosa i tramposa.
Per cert, el projectes irrealitzables ho són fins que deixen de ser-ho. Si agafem un llibre d’història, la llista de d’estats que abans de ser-ho eren «irrealitzables», és molt llarga…
El voto en blanco expresa la protesta ciudadana en las urnas. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Es una censura que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas.
Hola Sr. Foix, estic d’acord. También estoy de acuerdo en las afirmaciones de los demás compañeros del Foixblog.
Perque collons els politics sempre parlant i perden el temps amb temes que no ens interessan pas gens, ni mica.
Solo nos interesan, porque nos preocupa mucho la solucion del paro de millones de personas. Y no es de sentido común hablar de otros temas. Y menos aún de Independencia. Lo que si interesa es tener los mismos derechos y financiación parecida a la que tienen el pais basco y Navarra. Y también recuperar nuestros fueros y nuestra dignidad como personas. Lo demás no es importante.
Sr.Foix: En política pasa como en el fútbol, que uno cree haberlo visto todo hasta que ve en el Nou Camp un árbitro vestido de blanco. En estas próximas elecciones presumo que vamos a discutir sobre el sexo de los angeles catalanes, pero los problemas reales se van a quedar sin plantear, más que nada debido a que los problemas son de tal calibre que plantearlos ya da miedo, especialmente debido a que quienes al final gobiernen van a tener que sudar tinta para que les cuadren las cuentas, cuando vean el estado de las arcas públicas escucharemos llantos por todo el país. De todas formas intuyo que veremos alianzas que nos harán frotarnos los ojos el día después de las elecciones.
Mucho me temo que será así y al final veremos que la política hace extraños compañeros de cama, lo de siempre.
Ayer fui al campo y estrenaron los arbitros de detras de las porterias, habian un montón de tios de blanco.
Lo de los árbitros de blanco debe querer decir que nos vayamos preparando, la que nos espera.
PYNS, totalmente de acuerdo contigo, hay que buscar personas que sepan resolver los problemas del día a día, gente que sepa hacer cosas sin necesidad de meternos en historias ni montajes de los que yo ya estoy mas que cansada, hay que buscar esas personas, tienen que existir.
Yo me he hartado de hacer siempre la misma comparacion. Igual que en el futbol se juegan varias ligas y no se mezclan los resultados a la hora de proclamar campeones, no entiendo por qué en política nos empèñamos en mezclar siempre la discusion sobre un modelo de territorio, con la discusion sobre un modelo de sociedad.
Como bien dice el Sr Foix, antes que debatir sobre propuestas irrealizables y desgañitarnos en increpar al otro por las que va promulgando por ahí, esforcémonos en aportar ideas para solventar la tasa de paro, el fracaso escolar, la desintegracion de la familia, la inexistencia de valores (menos el siempre vitoreado de buscar la billetera llena). Si somos capaces de construir una sociedad solidaria, el debate territorial será vacuo.
Creo que nuestros políticos ni tienen ideas, ni valores, ni mucho menos son solidarios.
Pere, yo tampoco voy a votar.
No pienso votar esta vez, estoy cansado de que me tomen el pelo unos y otros.