Cuando ocurre lo inesperado es preciso digerir lo que ha ocurrido. En la era de la hiperinformación nadie sospechó a finales de año lo que explotó unas semanas después en Túnez, Egipto, Libia y todo el universo que va desde Yemen a Mauritania. Se han establecido comparaciones entre las revoluciones de 1848, fracasadas en toda Europa, pero cuyas consecuencias retardadas se concretaron en la Gran Guerra de 1914 y en la aparición de las masas como sustituto de las elites gobernantes y de los imperios que saltaron por los aires.
Sabemos lo que está ocurriendo en tiempo real en cualquier parte del planeta. Pero no comprendemos el alcance de unas revueltas protagonizadas por masas hasta ahora pacíficas que seguirán manifestándose, como ocurre ya en Túnez, si sus aspiraciones se traducen en frustraciones. Giuliano Amato, dos veces primer ministro en tiempos del Olivo, decía que lo importante son las corrientes de fondo que son las que cambian el rumbo de la historia. Había una corriente de fondo en Argelia que quería dejar de ser una colonia francesa. De Gaulle regresó al poder en 1958, con una nueva República bajo el brazo, prometiendo mantener francesa a Argelia. En 1962 rompió el compromiso y abandonó precipitadamente la colonia.
Estamos digiriendo lo que ocurre en las gasolineras occidentales en el norte de África y Oriente Medio, bien mirado Libia, Argelia, Arabia y muchos emiratos no dejan de ser simples puntos de suministros de energía, y no sabemos cómo reaccionar. ¿Son revueltas o revoluciones? Dependerá de quién recoja el poder de manos de los dictadores. En Egipto será el Ejército que ha gobernado desde que Nasser derrocara la monarquía en 1952.
No hay oposición organizada ni un cuerpo de ideas para construir un nuevo orden. Lo que hay son sociedades hartas de sus dirigentes corruptos que quieren protagonizar su futuro siguiendo los parámetros de las democracias. Haríamos bien en proteger nuestro abastecimiento energético. Pero si insistimos en olvidar el progreso y la educación de pueblos que aportan juventud y deseos de una existencia más digna habremos errado otra vez en el diagnóstico y en la terapia.
Lo que ha ocurrido no formaba parte del guión y ya que estamos en la digestión de unos acontecimientos imprevistos sería perjudicial aferrarse a la geopolítica aparcando la rabia de los manifestantes.
Publicado en La Vanguardia el 1-3-2011
Sr. Foix: Aún no hemos digerido ó interpretado bién la revuelta humana del mundo musulman, contra el poder corrupto y deshumanizado por la codicia y el afan de poder y riqueza sin limites.
De todas maneras, si miramos a nuestro fuero interno, lo podemos entender. Porque todos los seres humanos nos identificamos con ellos sin excepción.
No se trata de un problema del mundo Arabe ó Musulman. Se trata simplemente de las desigualdades sociales. Debido al abuso del poder, de los privilegios y de la corrupción.
Porque actualmente ya existen, en nuestra sociedad del bienestar,
multitud ó millones de personas y parejas, que ya no tienen puesto de trabajo, ni vivienda, ni ingresos.
Y viven a costa de los padres y de la familia.
Ahora son invisibles aún. Pero ya se manifestarán cuando la desesperación y la desesperanza de futuro los invada.
Solo es cuestión de tiempo de años, el que una revuelta igual, se produzca también en nuestro mundo Cristiano. Si la mentalidad del poder y de los gobiernos no cambiase.
Cualquier humano lo presiente.
No lo hemos digerido pero si lo presentimos.
P.D. Pienso que más que digerirlo es que no le hallamos ó no le hallan, una solución práctica, realista e inmediata.
Porque los que tienen la responsabilidad y el poder para haberlo hecho no lo han hecho hasta el día de hoy.
Si no que se trata de todo lo contrario pues se regodeaban y confraternizaban con los gobiernos dictatoriales y tiranos explotadores y corruptos.
Opino que el abuso del poder y la riqueza a mansalva e inmerecida, deshumaniza al ser humano y le vuelve insensible hacia las necesidades y el sufrimiento del projimo.
P.D. Además observo que el ser humano tiene dos maneras de medir la urgencia de las necesidades.
1 – El que vive holgadamente porque posee medios y riqueza pasa de las necesidades y de los sufrimientos de los demás. Además no le urge en absoluto ni tiene intención ni ideas para solucionarlo.
2 – El que sufre las consecuencias, vive y sufre las necesidades provocadas por el abuso del poder ó de las corrupciones. Para este segundo, le es urgentisima la busca de la solución a sus necesidades y sufrimientos.
Este también lo juzga de otra manera. le corre prisa.
Sr.Foix: Tengo la impresión que lo que ha ocurrido es un corte de digestión…
El Sr. Foix no encuentra el quid a la movida arabe, que si revuelta, que si revolucion… que si hay que digerir. Me da igual la vitola y no hay que digerir nada.
No hay que digerir que una sociedad oprimida hasta el tuetano se demuestre y muestre viva, valiente, esperanzada, segura de que iran no se sabe donde, pero adelante.
Mientras en Europa nos cometen mil y una tropelias y la gente a lo que esta es por el futbol que por cierto va dia si dia tambien, mientras vamos creando un novisimo lumpen de outlet y low cost que ni por asomo piensa en protestas y que esta viendo pasar el calendario, mientras su ansia es el subsidio y seguir parasitando en un dolce far niente de pantalla, movil y eructo.
Opositamos a un espabile en plan tie break que ni sera revolucion ni revueltam sera un revolcon de tomo y lomo.
Crec que no tant sols ens hem de preocupar pel subministrament de petroli o que aquests paísos es democratitzin. Com deia fa pocs dies, en Rafael Poch a La Vanguardia, en dos anys les places de l’Europa civilitzada, també es poden omplir de manifestants. Amb tants polítics ineptes i corruptes, i banquers sense escrúpols, podem acabar igual.
A este lado del Mediterráneo el concepto de digestión está relacionado con la copa, el puro y en el mejor de los casos con la siesta. En el peor con un almax. Al otro lado no hay digestión, porque hay poco que ingerir y en todo caso si hay vómito. A este lado entre calada y calada no paramos de darle a la pelota y comentar, al otro hay que salir en plena no digestión a vomitar para parar la ignominia. Parece mentira que solo nos separen unos kms.