El trastorno del imperio periodístico de Rupert Murdoch es algo más que un escándalo registrado por un grupo de periodistas que delinquían espiando a miles de ciudadanos, presionando a los políticos y poniendo y quitando gobiernos según conviniera a los intereses del magnate australiano de la comunicación.
La prensa amarilla en Inglaterra no la introdujo Rupert Murdoch. Existía desde hace generaciones. De hecho, el sensacionalismo ha vendido siempre más ejemplares que los llamados periódicos de “cejas altas”, los bien elaborados, profesionalmente muy competitivos, como los que se publican hoy en Londres.
El grano que ha reventado en Inglaterra es un periodismo entendido como la prolongación de los intereses políticos y empresariales. En todas partes del mundo, los diarios tienen intereses, ideas, posiciones políticas contundentes, silencian temas y ensalzan otros. Nada nuevo bajo el sol.
Lo que ha introducido Murdoch es la utilización de sus medios para cambiar el curso de los acontecimientos políticos. Estuvo al lado de Tony Blair y luego ha apoyado a David Cameron. Sin Murdoch, ni el laborista ni el conservador, habrían llegado fácilmente a Downing Street.
Es legítimo. La dificultad aparece cuando la falta de escrúpulos coincide con la comisión de delitos para obtener información como son el pago a policías, pinchar miles de teléfonos, atemorizar a políticos de todo el espectro. Cuando el Guardian empezó a publicar información sobre actuaciones delictivas, Murdoch empezó a perder la batalla de Inglaterra. Se insinúa que puede vender todos los medios con base en Londres, desde el legendario The Times hasta el popular The Sun, el Sunday Times y lo que le queda de acciones en la cadena televisión BSkyB.
En Estados Unidos, dos senadores han pedido investigar el imperio periodístico de Murdoch en Estados Unidos. La cadena Fox dicta la agenda de los republicanos y el Wall Street Journal, un diario muy bien elaborado que defiende los intereses de Wall Street. El FBI está en ello.
La libertad es esencial para el funcionamiento de un sistema democrático. Pero con responsabilidad para responder de los propios actos. Si se comete un delito, aunque sea un periodista o un magnate de prensa, tiene que responder como cualquier otro ciudadano.
El periodismo hace un mal servicio a la sociedad cuando intenta construir una realidad por intereses o caprichos inexplicables. A mi juicio el periodismo tiene que explicar lo qué pasa, opinar sobre ello y pedir responsabilidades a quienes hayan cruzado líneas rojas. El periodista tiene que estar abierto a todos los puntos de vista pero no ser neutral en las conductas de quienes pisotean la ley.
La dimisión hoy de Rebekah Brooks, la más alta ejecutiva del grupo de Murdoch en Inglaterra, es el comienzo de un largo debate sobre quien tuvo tanto poder y ahora ha de pasar por la Cámara de los Comunes para explicar cómo lo administró.
En EEUU se le ha abierto a Murdoch una investigación por supuestas escuchas a víctimas del 11-S mientras en el Reino Unido habrá pesquisas policiales, judiciales y de ética periodística por el escándalo.
Durante muchos años el imperio Murdoch a campado por sus respetos, poniendo y quitando gobiernos, silenciando con sobornos y amenazas cualquier atisbo de oposición a sus prácticas. Corrompe y controla democracias. Que sirva de ejemplo y los políticos de estos paises aprueben leyes que depuren estos medios de comunicación.
sip, tienes toda la razón.
Opino que en realidad y hasta el momento no ha habido ningún control por parte de los gobiernos de cualquier nación. Y tampoco ha habido ningún control por parte de los partidos de la oposición.
Creo que en realidad no hemos aún digerido bién el potencial del poder que tienen los modernos medios de comunicación.
No control ni ganas de controlar.
El periodismo, lo que fué denominado como cuarto poder, creador de corrientes y demás ha seguido la misma linea de degradación que los otros medios de comunicación, la tv sobretodo, y debería ponerse las pilas porque hace tiempo que ya, a pesar de las inercias, el poder se le está escapando a chorros. Debería abandonar ese aire de prima donna que resulta patético cuando la calle se mueve por otros cauces y ellos siempre tarde recogen su pulso.
El diario estadounidense ‘The New York Post’, del grupo de medios News Corporation dirigido por Rupert Murdoch ha comenzado a cobrar por entrar a su edición digital a usuarios de Ipad, no así con el resto de dispositivos, que podrán acceder al medio de manera gratuita.
El usuario que intente entrar a la web digital del periódico norteamericano se encontrará con un mensaje que le instará a adquirir la aplicación para poder consultarlo. Se trata de la New York Post App. La descarga de dicha aplicación supone 1,99 dólares (1,38 euros) y permite una suscripción de 30 días al diario de News Corporation. La suscripción mensual supondrá un desembolso de 6,99 dólares, es decir, 4,86 euros.
Murdoch, dueño de News Corporation, uno de los mayores imperios mediáticos del mundo, siempre ha sostenido la idea de cobrar por el acceso a la información en Internet. Otras publicaciones de la corporación, como ‘The Wall Street Journal’ o ‘The Times’, ya cobran por su versión online, sea cual sea el dispositivo a través del que se accede. No obstante, News Corp. lanzó en febrero The Daily, un diario digital creado para iPad, cuyo costo es de 99 centavos de dólar (alrededor 69 céntimos de euro) a la semana.
Murdoch no es distinto a otros que tenemos por aquí.
Sr.Foix: Las prácticas que realizaba Rupert Murdoch y a las que hace referencia Vd hoy, son prácticas delictivas, mafiosas, criminales, pero si se les llama simplemente «prensa amarilla», entonces nos suena hasta divertido, cordial o cercano,hay que acostumbrarse por tanto a llamar a las cosas por su nombre, aunque nos suene mal…
El amarillismo esconde este tipo de basuras, con la excusa de ser un tipo de prensa distinta se acaba transformando en un grupo extorsionador.
Prensa amarilla la tenemos por aquí a patadas.
Sr. Foix: Cierto todo.
Me quedo con todo el parrafo que empieza asi: » La libertad es esencial para el funcionamiento de un sistema democrático. Pero con responsabilidad…..»
Pero me atrevo a opinar que una buena democrácia necesita un partido que gobierne y una oposición honrados y responsables que controlen con efectividad y eficacia, estos tejemanejes y estratégias fraudulentas y corruptoras de estos criminales de la ingeniería financiera.
En una palabra se necesita un equipo ó unidad de policia de investigación especial de estos crimenes citados.
Sr. Foix: Cierto todo.
Me quedo con todo el parrafo que empieza asi: » La libertad es esencial para el funcionamiento de un sistema democrático. Pero con responsabilidad…..»
Tanto de mochilero como de menos mochilero en Inglaterra he comido siempre entre mal y peor. Un pais que no sabe comer, aunque este pais sea la cuna de no se cuantas cosas, es un pais poco fiable y al fin poco resistente.
George Soros cuando quiso hundio la libra esterlina, el tema que nos ocupa de Rupert Murdoch tambien ratifica la sensacion de que este pajaro australiano se movio a gusto entre los tan apreciados por el Sr. Foix, medios de comunicacion y jugo a Toni Blair o ha jugado a Cameron segun le ha convenido, porque el Ruperto sabe que la liga es la misma, una liga de corrupcion y de decadencia.
Un ultimo apunte a proposito de la foto que encabeza este articulo, no me diran que salta a la vista que es persona fiable (!) y desde luego mal comida y es que los excesos de salami al fin son fatales.
Tiene razón Dogbert, un país en el que se desayuna tres veces al día da una idea de lo que puede dar de sí.