Hoy hace cincuenta años que Nikita Kruschev decidió levantar un muro para dividir a los berlineses que estaban en el sector soviético de los que quedaban en las partes controladas por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Tenía 18 años y me encontraba en Alemania sin darme cuenta que estaba viviendo un momento muy dramático de la guerra fría. Habíamos llegado con un compañero a Hannover en auto stop. Era la única manera de salir de España a los que no teníamos medios. Los periódicos del día 13 hablaban en grandes titulares que la Unión Soviética había levantado un muro. Muchos movimientos de tanques en Berlín. Nervios en las gentes. A la primera de cambio abandonamos Alemania en auto stop y llegamos a Suiza.
Berlín quedaba sitiada. El puente aéreo que empezó en 1945 mantenía la ciudad viva. Berlín era el punto más delicado del equilibrio entre las dos potencias. Fue el presidente Kennedy el que en 1963 acudió a Berlín para pronunciar un discurso desde la alcaldía del sector occidental que levantó el espíritu y el ánimo de los berlineses. Lo he escuchado varias veces, con aquella voz clara, nítida, hablando de que aquellos que dicen que el comunismo es positivo, les invito a que vengan a Berlín y aquellos que sostienen que se puede trabajar con los comunistas, que vengan a Berlín. Nosotros no levantamos muros para que la gente no pueda salir del país, dijo Kennedy, que acabó su alocución ante cientos de miles de berlineses con el famoso Ich bin ein Berliner.
En Berlín había espías enmascarados de diplomáticos, de periodistas, de empresarios. En Berlín, durante más de cuarenta años, se midieron las fuerzas de las dos potencias. El muro cayó como caen todos los muros. Cayó desde dentro, desde la fragilidad de un sistema que no permitía la libertad de sus ciudadanos.
Ronald Reagan, de forma más simplista, dijo en la Puerta de Brandeburgo aquello de “señor Gorbachev, derribe este muro”. Y el muro cayó porque el Kremlin no podía controlar por más tiempo una parte sustancial de Europa que había permanecido bajo el Pacto de Varsovia y bajo el paraguas del socialismo real durante más de cuatro décadas.
Berlín era una ciudad viva, valiente, atrevida. Una ciudad comprimida por las circunstancias exteriores adversas, pero con una buena universidad y con la compañía emocional de todos los alemanes que la consideraban su capital a pesar de las perversidades que se cometieron en los fatídicos trece años de Hitler en el poder.
A la semana de caer el muro volví a Berlín y pude unirme al festival de tantos europeos que se entretenían en obtener una piedra del muro con un martillo y una escarpa. Todo había cambiado. Alemania iba hacia la unificación de la mano de Helmut Kohl y de Hans Dietrich Genscher. Fue el acontecimiento que marcó el final del siglo XX.
En Europa y Estados Unidos habían ocurrido también muchos hechos inesperados. De Gaulle abandonó voluntariamente el poder, Nixon lo tuvo que dejar por el caso Watergate, Franco murió en la cama, en Italia se han sucedido gobiernos y gobiernos para llegar al esperpento de Berlusconi, la Reina de Inglaterra sigue en el trono pero han pasado más de media docena de primeros ministros por sus despachos regios.
Parecía que la victoria liberal capitalista había triunfado para siempre y que la historia había terminado. No ha sido así. Aquella euforia se ha mitigado con la crisis más fuerte del capitalismo de los últimos ochenta años. Obama, un negro en la Casa Blanca, es castigado por quienes no quieren a un demócrata que, además, sea de color al frente del país. En Inglaterra la crisis social ha estallado en las manos de Cameron que ha reaccionado con el estilo más duro.
Nada es eterno ni siquiera dura más de dos generaciones. Aquella Unión Soviética se consumió dentro de sus tripas. En Occidente nos ocurre algo parecido. Sólo saldremos adelante si podemos vivir en libertad.
El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha apostado hoy por «revisar profundamente» el papel de las diputaciones provinciales, porque con su configuración actual «sobran».
Ahora que ya no tienen una diputación hablan de quitarlas.
Cesc ha vuelto, ha costado un dineral, pero ha vuelto, todos contentos.
A mi hace poco me denegaron un credito para iniciar un negocio, para eso no hay dinero, pero para pagar miles de millones de pesetas por unos tios que pegan patadas a un balon si, no me extraña que estemos como estamos.
El 9 de noviembre, al abrirse el muro, terminaba la era del comunismo. Terminaba también el momento del pueblo. Había llegado la hora del Ejecutivo. Este no había surgido de la revolución, como en Varsovia. Fue el Canciller Kohl, el menos apropiado quizás para realizar un acto revolucionario, quien tuvo que consumar la revolución mediante la reunificación.Sin ninguna patología, casi administrativamente, Alemania volvió a la normalidad y comenzó a ser una nación con un sólo Estado. Como debe ser toda nación.
Ahora mandan los chinos, que son comunistas. A ver que pasa, estaremos atentos a los acontecimientos pero la cosa muy bien no pinta.
Con tantos espias en Berlin cuesta entender que no vieran venir la construcción inicial del muro…
Los espias estaban en los hoteles, como los periodistas, viviendo la buena vida, mandando informes que nadie leía y crónicas que se las copiaban unos a otros.
Hasta que todos no veamos esta realidad creo que no avanzaremos
http://elcomentario.tv/reggio/a-una-crisis-global-una-solucion-global-de-gordon-brown-en-el-mundo/12/08/2011/
Ramón, leo ahora que EEUU investiga un presunto fraude de S&P en la valoración de garantías hipotecarias, algo tarde se han despertado, pero bueno…
El banco estadounidense Morgan Stanley ha rebajado hoy sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año y el próximo en un punto porcentual, con lo que este año el crecimiento caería al 3,9 % desde el 4,2 % previsto y en 2012 se situaría en el 3,8 % desde el 4,5 %.
Sr. Foix, m’he llegit el peu de foto dos cops per assegurar-me que el qui estava picant no era l’Artur Mas. Jo era molt petit el dia que va caure el mur, però encara recordo com a la TV una gentada celebrava que havien fet un forat a un mur, i clar, un crio de 8 anys veient allò es quedava al·lucinat de com la gent podia estar tant contenta per haver fet un forat a un mur de formigó armat i pensant que si amb els amics del cole feiem un forat a una paret d’una casa del poble, ens tiraríem dos mesos castigats. El meu pare m’ho va mig explicar com va poder (com li expliques a un crio de 8 anys el que significava el que estava veient a la TV?). En fi, si no recordo malament el mur va caure al novembre del 1989… i era un mur que es va construir 40 anys avans… quin significat tindrà la Gran Muralla xinesa que es va començar a construir al segle V aC i encara n’hi ha un bon troç empeu??
Sr.Foix: Esperemos que después de haber derribado muros tan altos seamos capaces de derribar los muros mentales que acogotan hoy nuestras libertades y adelantándome a Francis, espero también que Putin no vea la fotografía suya derribando el muro…
El colapso del régimen venía anunciándose desde el momento en que durante la celebración de los cuarenta años de socialismo la multitud en las calles saludó a Gorbachov como a un libertador. Enseguida, con la apertura de las fronteras en Hungría, Checoeslovaquia y Polonia, tuvo lugar un éxodo en masa sin precedentes. Daba la impresión que en la RDA al final sólo iban a permanecer Honecker, su fanática esposa y el estalinista Mielke, para apagar las luces y cerrar las puertas.
Quan penso en la Crisi de fe i de vocacions no habia atinat a aplicar-me aquests inspirada i real afirmació seva :
Nada es eterno ni siquiera dura más de dos generaciones.
Quan contemplo el moviment dels indignats i ara la JMJ, penso que quelcom nou està arribant, No podem ser profetes de calamitats com el Beat Papa Joan, terciari franciscà i per tant sembrador de PAU i de Bé. Bon diumenge i feliç festa de Maria Assupta. La Festa Major d’estiu per els cristians i pels que no ho volen viure…GRACIA i tants altres dels nostres pobles en són bon exemple.. Una abraçada, amic Lluís. J o s e p
¿Se acuerda del señor ese, con un nombre que resonancias algo así como de volcán japonés, que dijo que la historia había llegado a su fin? Yo, es que cada vez que lo pienso no se si echarme a reír o a llorar. Y el caso es que el hombre se forró vendiendo libros y dando conferencias, e incluso me parece que recientemente reincidió con otro libro… No se, naturalmente, que nos deparará el futuro, pero en un mundo en el que tienen más predicamento los charlatanes que la gente seria, no puede esperarse nada bueno.
Y nada bueno está sucediendo Brian…