Leña a Messi

Es bien extraño que Leo Messi no haya sufrido una lesión importante en los últimos tres años. Ha recibido golpes, zancadillas, codazos y zapatazos en todo su cuerpo. Se levanta y se recompone como una muñeca de trapo, sigue corriendo, se infiltra en el área y marca goles o entrega pases a sus compañeros para que los marquen. Messi sale con una prima de riesgo elevadísima. En los dos últimos dos encuentros fueron a por él, le derribaron y cometieron cuando menos un penalti. No hay manera de que le piten penaltis al Barça.

Leo Messi y un adversario

Ni Guardiola, ni Messi, Valdés, Xavi o Pedro se quejan. Es una respuesta silenciosa a la brutalidad de bastantes jugadores que no pueden detener a Messi o Alves y se atreven a cortar por lo sano, es decir, con acciones de falta que no siempre es señalada por el árbitro. Hubo periodistas que diseñaron la manera de frenar a Messi. «Por lo civil o por lo criminal», dijo un célebre colega que ahora se dedica a otros menesteres. Se disculpó posteriormente, pero dicho quedaba. No pretendo que se señalen penaltis a todas las entradas bruscas y feas contra Messi. Simplemente que el árbitro tenga la valentía de pitar falta y mostrar alguna tarjeta. Con esto basta.

Si Messi se lesionara gravemente sería un perjuicio notable para el arte del fútbol. Si los señores colegiados no se atreven o no quieren señalar penaltis, es que así lo han visto a ras de hierba. Pero lo más importante es preservar la calidad y el talento de un jugador que ha llegado a lo más alto del fútbol mundial de todos los tiempos. Hay precauciones en señalar faltas al Barça. Esto explica, por ejemplo, que en estos momentos Alexis, Cesc y Abidal estén temporalmente de baja por lesiones varias. El fútbol no es un juego de cartas, ya lo sabemos, pero es preciso que se practique el reglamento con mayor rigor. O ‘prendrem mal’ (nos haremos daño)

Publicado en El Mundo Deportivo el 4-10-2011

Compártelo:

Twitter

Facebook

Linkedin

Email