El periodismo es confianza, rigor, contar lo que pasa. Cuando se pretende que ocurran cosas para contarlas previamente es muy fácil caer en el abuso de la profesión. Los periodistas de Rupert Murdoch están desanimados. Hace unos meses cerró The News of The World, el semanario de más de 180 años de vida, porque se descubrió un gran pastel de corrupción entre directivos, periodistas, policía y políticos.
Varios periodistas del imperio Murdoch están siendo juzgados y el primer ministro Cameron tuvo que prescindir de los servicios de su jefe de prensa cuando se detectó que podía estar implicado en un escándalo de escuchas periodísticas que afectó a varios miles de personas.
Ahora le ha tocado el turno a The Sun, otro de los diarios más emblemáticos de News Corporation, la empresa de Murdoch de la que, por cierto, José María Aznar es uno de sus miembros del consejo de administración.
La policía detuvo este fin de semana a varios altos cargos de la redacción bajo sospecha de haber sobornado a la policía y a funcionarios públicos. También fueron detenidos por el mismo caso un miembro de las fuerzas armadas y un empleado del Ministerio de Defensa.
Hace unos días fueron arrestados cuatro periodistas o ex periodistas del diario The Sun. Rupert Murdoch llegará a Londres en las próximas horas para enfrentarse a este nuevo fiasco periodístico. No es que el The Sun tuviera gran prestigio pero era uno de los tabloides sensacionalistas más leídos del Reino Unido y que ganaba dinero en estos tiempos de crisis. Es el que más ejemplares vende en el Reino Unido.
Corrupción la ha habido, la hay y la habrá en todos los ámbitos de la vida. Lo importante es detectarla, descubrirla, airearla y hacerla pública a pesar de que se trate de medios de la competencia. El periodismo no debería ser gremialista porque es el espacio donde las libertades se entrecruzan, se ejercitan, sirven para esclarecer los hechos y aproximarse a la verdad.
El triángulo entre periodismo, política y finanzas es la gran tentación a la que pueden caer los medios de comunicación en Gran Bretaña y en el resto del mundo libre. Repito, lo importante no es que estas fechorías existan sino que se sepan y se pidan responsabilidades civiles, penales o de cualquier orden pertinente.
Acabo con un anuncio que ilustraba la portada de un libro sobre periodismo editado hace años en Londres. Si lo traduzco pierde mucho. Decía así:
The Times is read by the people who run the country.
The Guardian is read by the people who would like to run the country.
The Financial Times is read by the people wo own the country.
The Daily Telegraph is read by the people who remember the country as it used to be.
The Daily Mail is read by the wives of the men who run the country.
The Daily Mirror is read by the people who think they run the country.
The Morning Star (era comunista) is read by the people who would like another country to run the country.
The Sun, well Murdoch has found a gap in the market, the oldest gap in the world.
Hay una diálogo de Yes, Prime Minister, muy parecida a la cita que pone en su artículo:
Hacker: Don’t tell me about the press. I know exactly who reads the papers: the Daily Mirror is read by people who think they run the country; The Guardian is read by people who think they ought to run the country; The Times is read by people who actually do run the country; the Daily Mail is read by the wives of the people who run the country; the Financial Times is read by people who own the country; The Morning Star is read by people who think the country ought to be run by another country; and The Daily Telegraph is read by people who think it is.
Sir Humphrey: Prime Minister, what about the people who read The Sun?
Bernard: Sun readers don’t care who runs the country, as long as she’s got big tits.
Amic Lluís: PAU i BÉ. No sé anglés, però ho he entès amb el traductor…
Naixem i diem «meu, meu, meu». Des del naixement fins a la mort tenim afany de possessió. Deu ser un sentiment natural i bo….el què és dolent, deu ser, l’afany desmesurat de poder, de possessió, de domini. Tothom vol estar al poder…….però no tothom té l’autoritat per ser-hi. L’autoritat, segons l’evangeli, bé de la COHERÈNCIA entre el què diem i el què fem. L’Exemple el tenim en Jesús;Ell no volia el poder, però tenia una manera de parlar i de viure que li donava molta autoritat i només pensava en fer el bé, tot el bé als altres, sense dominar-los…..Qui tingui orelles i enteniment que ho entengui.
Sr.Foix: Por su preciso, lógico y buen artículo interpreto que la codicia y el afán de poder ´que va más alla de lalógica, de la honradez, de la moral y de la ética dirigen, manipulan y corrompen al Estado, a toda la sociedad y a todos aquellos/as que no tienen criterio.
Provocando, con el tiempo, con su codicia desmesurada al amasar millones y millones de capital en dinero liquido y propiedades sin limites y acumulando poder a mansalva y sin ética, y con el tiempo paro generalizado, miseria, sufrimiento y muerte por la indignación, revelión y quizas guerra civil, mundial ó entre naciones.
Por todo ello opino que el Juez Sr. Garzón puede haber sido supuestamente injustamente condenado.
Porque si opinamos que la citada anterior codicia y afan de poder desmesurados e injustificados conducen y acaban provocando misería, sufrimiento, indignación, revelión, guerras civiles y mundiales y por lo tanto miles ó millones de muertes no es tan descaminado el llevarlos ante la justicia del sentido común de toda la sociedad humana.
P.D. Nos podemos volver a levantar de la crisis, pero para ello hemos de ser capaces de controlar a los panzacontentistas apoltronados de turno que pretenden aún hacernos creer que nos van a solucionar el problema.
Pero que debido a su panzacontentismo no tienen ni idea de como hacerlo.
Recordemos que » La necesidad acucia la astucia » y por ende las ideas.
En su día Tom Watson concluyó su ronda de preguntas con una gravísima acusación: «Sr. Murdoch, debe de ser usted el primer jefe de la mafia que no sabe que dirige una organización criminal».
Aunque en titulares parezca que hoy no vamos a hablar de dinero, también lo estamos haciendo. Porque los medios de comunicación privados dependen de ayudas, subvenciones, publicidad, etc. y a los editores y empresarios de la comunicación les preocupa sobretodo ganar dinero. Así que las relaciones de promiscuidad con el poder están servidas.
Los medios públicos tienen su relación con el poder (gobierno) aún más obvia.
Atención al silencio de algunos profesionales que es altamente cómplice. De lo demás ya sabemos como va: sobornos, tráfico de influencias, cobros ilegales,etc.
Hay una frase atribuida a Samuel Johnson : No estoy seguro de que debemos temer más, una calle llena de soldados que están listos para el pillaje, o un cuarto lleno de periodistas que se utilizan para mentir.
HAY SILENCIOS CRIMINALES.
Efectivamente, el mayor peligro está en que perdamos la capacidad de indignarnos (por abulia, pesimismo o nihilismo) y, consecuentemente de pedir responsabilidades. Si la sociedad civil no tiene capacidad de indignación y movilización, es ilusorio esperarlo de los demás poderes (incluido el cuarto poder) demasiado proclives a acomodase. En este sentido creo que aquí estamos, seguramente por razones de tradición histórica, en situación bastante más desfavorable que en el Reino Unido.
Muy ingenioso el anunció de la portada del libro 🙂 lástima que justamente se me escapa el último; no se me ocurre cual debe ser este hueco encontrado por Murdoch, el más antiguo del mundo.
No es un hueco, es una alcantarilla.
Sr.Foix: La objetividad ya sabemos que no existe como valor absoluto, que es algo inalcanzable, por eso en los Blogs nos resulta más ético y válido exponer nuestro credo personal, todo ello lejos de vanagloriarnos de mantener una completa objetividad. Murdoch se ha dedicado a imponer su linea editorial, su verdad subjetiva, mediante práticas poco éticas y valiendose de su gran capacidad economica de sobornar a todos lo estamentos, el fin último no era informarnos, era elaborar un guión sobre aquello que nos pretendían informar, para una vez aceptada la premisa inicial, llegar a las conclusiones que ellos pretendían vendernos, a sus conclusiones por supuesto…
Se trata de vendernos una verdad en la que ni ellos mismos que la fabrican creen Bartolomé.
Jaume, ese es el problema…