Hay medidas sin discurso ni relato. Esto es lo que pasa en esta Europa desorientada. Se toman decisiones que vienen ordenadas desde arriba, desde donde sea, sin explicar a las gentes por qué y adónde llevan las medidas.
Hoy hemos visto manifestaciones tensas en las calles de Barcelona. Eran estudiantes que defienden la calidad de la universidad pública. Había muchos. Finalmente se han concentrado a la entrada del Congreso Internacional del Móvil, se han repartido por la ciudad, ha habido varios detenidos y el centro de la ciudad ha quedado parcialmente paralizado.
No es la primera ni será la última jornada de protestas universitarias. Las he visto en tiempos franquistas, en la transición y en la democracia ya consolidada. Las universidades son centros de pensamiento y de compromiso.
La novedad en estos tiempos que vivimos es que la Universidad no es el único ámbito agitado por la crisis. Es la sociedad entera la que vive en el temor de que algo muy de fondo está cambiando el rumbo de la economía y, por tanto, de la forma de vivir y de trabajar.
Ante esta rara situación que la comprobamos a diario, el gobierno se limita a anunciar medidas de ajuste muy duras, con recortes que afectan al sector público y a toda la economía productiva. Y todo se hace sin un relato esperanzador que las acompañe, sin palabras de complicidad, sin discursos que pueda entender la sociedad.
La austeridad sin medidas de estímulo nos llevará a la miseria. La realidad es la que es y no se puede cambiar con un discurso. Pero con una pedagogía estudiada se podría convencer a una mayoría de ciudadanos para que compartieran las preocupaciones y las medidas adoptadas.
Una vez elegidos, los políticos que gobiernan ya no miran hacia sus electores sino que dan cuentas a diario a instancias políticas, económicas y financieras superiores que se encuentran en Frankfurt, Berlín, París, Londres y Nueva York.
Está en serio riesgo nuestro estado del bienestar. Pero, peor aún, lo que está en riesgo son nuestras libertades.
Sr. Foix: También existe una minoría pero muy importante y básica para la creación de puestos de trabajo. Es la de los cientos de miles de emprendedores ó empresarios capaces de crear puestos de trabajo, ellos solos, a millones de personas. Son las pimes.
Pero para la sociedad son invisibles y no se manifiestan sus quejas ó protestas.
Son básicos, necesarios e imprescindibles para la creación de empleo. Pero no se les tienen en cuenta. Hasta este momento, el estado solo ayuda a los financieros y a los banqueros. No comment.
Sr Foix. Estic d’acord amb vosté en els seus punts de vista, però discrepo en un. Crec sincerament que el PP ha fet molta pedagogia: ha aconseguit que bona part de la població s’hagi cregut que la crisi era culpa seva (de la gent) i que hi ha que fer un sacrifici, un «petit» esforç. Ho veig cada dia quan intento convèncer amics, companys de feina, etc de la necessitat de lluitar en contra d’aquestes mesures. Però veig com el missatge del PP ha calat i com la gent s’està resignant sense oposar-hi la més mínima resistència.
Sr. Foix, leerle hablar de nuestro estado de bienestar , para muchos resulta ya anacrónico. Y en determinados colectivos insultante. En un informe de Cáritas dicen que ya es un 22% de españoles los que están bajo el umbral de la pobreza. Y que en la actualidad somos el pais de la UE con mayor fisura social entre ricos y pobres. Las rentas empresariales superan a todos los asalariados juntos.
Las medidas contra las que los ciudadanos se manifiestan en la calle no van en la dirección de equilibrar el tema. Da igual el discurso con que las acompañen, que se suele limitar al de infundir miedo, porque la realidad está ya en cada casa.
Sólo valen ya los actos. Si un discurso esperanzador en que la situación vire a mejor no va acompañado por medidas alternativas a las ya testadas e ineficaces sería como predicar en el desierto. Y desdeluego no se puede pedir la comprensión y mucho menos el compromiso y la colaboración de los ciudadanos afectados por este diseño ajeno y letal para sus intereses.
Las libertades además peligran igual que ese hipotético estado del bienestar. Volvemos a estar en un estado de resistencia. Hasta que las fuerzas aguanten .
Sr.Foix: El único relato existente es el de la duras medidas…Ha bastado que los políticos nos vendieran aquello de que, todos vamos en el mismo barco y que tenemos que remar todos en el mismo sentido, para que los barcos y trasatlánticos que navegan por las aguas mundiales comiencen a hundirse, quemarse o embarrancarse…El comunismo se acabó el día que los padres de familia no pudieron poner nada en la mesa a sus hijos, por aquí ya hay personas que no tienen ni mesa…
psss…psss… que vienen que vienen! Este era un aviso de que venian unos señores de gris que repartian a base de bien. Entonces luchabamos por la libertad, esta libertad que el Sr. Foix nos dice en el ultimo parrafo que esta en riesgo. Y lo esta.
Corriamos y nos daban de vez en cuando, pero intuiamos que necesariamente ibamos a una situacion general mejor. Y asi fue.
Hoy se manifiestan y nos manifestamos aun algunos de los de entonces sabiendo que no vamos a una situacion general mejor.
Los tiempos han vuelto a cambiar, el futuro es la incertidumbre y la esperanza se cae a girones.
Solo nos queda la resistencia en una miseria ambiental galopante.
Cabe pensar que los tiempos recambiaran otra vez hacia objetivos dignos para la mayoria, una mayoria que tendra que decidirse a actuar con nuevos metodos o resignarse. Hay que optar.
«Pero con una pedagogía estudiada se podría convencer a una mayoría de ciudadanos para que compartieran las preocupaciones y las medidas adoptadas».
NADIE EN SU SANO JUICIO VA A CREER QUE MURIENDOSE DE HAMBRE VA A SOLUCIONAR SU PROBLEMA. En esto no existe propaganda que triunfe, ni comunicación que resulte, porque las tripas no tienen oído.
En esta instancia de la crisis, los políticos no tienen más culpa y mucho menos los centros del poder financiero. A partir de este momento los ciudadanos deciden como vivir. Porque cuando el hambre golpea la puerta, no pregunta de que partido politico es simpatizante el dueño de casa, ni cual es su pensamiento economico. El hambre entra nomás.
Efectivamente es la libertad que esta en juego.Cuando estábamos en dictadura sabíamos quien era el dictador.Ahora el sistema de los llamados «mercados» nos esta recortando las libertades y nos vemos indefensos por no poder identificar exactamente el origen de nuestros males.Culpamos a los Bancos ,pero si los hundimos ,hundiremos a la vez los ahorros de quien los tiene,ya no digo tanto el credito que se concede en cuenta gotas.
La miseria es la peor forma de dictadura le quita a la persona su bienestar pero tambien su dignidad y la empuja a posiciones extremas que aceleran el deterioro del clima social.Estamos asistiendo al fin de una época,precisamos de inmediato los líderes que nos den confianza en el futuro .