No sé lo que le diría Piqué a Velasco Carballo al terminar la primera parte del partido del sábado. Son palabras que quedan en la penumbra de esos espacios neutros, difícilmente audibles, en los que se han pronunciado todo tipo de palabras gruesas en la historia del fútbol. El hecho es que Piqué denunció al final del partido que Velasco Carballo le tomó la matrícula al descanso y actuó con “premeditación a la hora de sacarme la tarjeta”. Al inicio del segundo acto, Velasco Carballo (siempre los árbitros tienen que conocerse por los dos apellidos, como los ministros de Franco), se fue directamente hacia Piqué y le sacó la roja. No me pareció correcto y comprobé que en las emisoras más variadas se calificaba de exagerada la expulsión.
El arbitraje es una ciencia inexacta, imprecisa y siempre subjetiva. Con ello ya se cuenta. Pero que a primeras horas del domingo saliera Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros, para decir que las declaraciones de Piqué eran desafortunadas y muy graves y que serían denunciadas ante el Comité de Competición me pareció ciertamente una desproporción. Mourinho ha dicho cosas muy torpes y rabiosas contra casi todos los árbitros que le han sido adversos. En el Camp Nou esperó a Fernando Teixeira Vitienes en el parking para soltarle lo de “vaya artista, ¡cómo te gusta joder a los profesionales!”. Y no pasó nada. Tampoco tuvo consecuencias que Casillas, el capitán, le soltara “vete de fiesta con ellos a celebrarlo, tanta polla y tanta mierda”. Vaya lengua. ¿No lo oyó Sánchez Arminio? El fútbol de Primera explotará por motivos económicos. Pero también por falta de democracia, ecuanimidad y respeto a todos. ¿Quién elige a esos mandarines del fútbol hispánico? ¿Y con qué criterios? Mal.
Publicado en Mundo Deportivo el 6-3-2012
Sr. Foix: desgraciadamente nos toca competir en la liga de un país extrajero y a nadie le gusta que venga de fuera a llevarse los premios y por tanto se toman las medidas oportunas…
Sr. Foix: Estas malas costumbres ó ceguera de algunos arbitros se podrían solucionar, definitivamente, por medio del repaso inmediato de las pantallas de televisión, por parte del arbitro y cia., situadas en el campo de juego.
No olvidemos que estamos en la era de la Televisión instantanea y grabada. Por lo tanto no hay escusa.
La solución es bién sencilla.
Està ja ben comprovat que no hi ha diàleg possible amb el nacionalisme espanyol en les seves múltiples formes (l’esportiva n’és una més).
Per tant només hi ha una solució: deixar aquest país que es diu Espanya.
En quan al futbol, personalment penso que amb la lliga anglesa ens entendríem millor.
Vostè, Sr. Foix, que coneix tan bé Anglaterra potser em donarà la raó.
Sr.Foix: El problema es que la matrícula de Piqué llevaba la pegatina de CAT…