Sigo pensando que todo es posible en este año en el que Mourinho tenía la Liga en el bolsillo y su extraña retórica había llegado a desconcertar al mejor Barça de la historia. El curso de esta Liga lo determinan en cierto modo las palabras, los gestos, los silencios y hasta las comparecencias por delegación. Triste figura la de Karanka el domingo al filo de medianoche recitando el discurso que Mourinho le había sugerido. La aparición del portugués es un juego de ruleta. No se sabe si habla cuando gana, cuando pierde, cuando está enfadado, cuando está contento o cuando quiere atacar al Barça con una alabanza.
No contaba con la conjura de los jugadores de Guardiola que daba la Liga por perdida y que ellos se han empeñado en luchar hasta la última pulgada y esperar un pinchazo del Madrid. Y no ha habido uno sino tres. Tres empates y seis puntos perdidos. Nada de paseos triunfales en el Camp Nou. La competición está abierta y no hay que descartar que el empuje y la fuerza del Barça acabe imponiéndose al final. El fútbol ha ganado emoción y competitividad.
Vienen jornadas de agonía para evitar el descenso y de euforia para ganar el título o situarse en Europa. Guardiola está demostrando que es mejor sicólogo, filósofo diría Ibrahimovic, que Mourinho. Es menos primario y más previsible. Entregó la Liga a Mou hace más de un mes. Pero desde Valdés a Messi pasando por Puyol, Xavi, Busquets, Pedro, Iniesta, Mascherano no lo consienten. Guardiola habla ante la prensa, Mou lo hace cuando le rota y los jugadores hablan en el campo. El síndrome de Tenerife ha entrado en el cuerpo madridista. Pepe llegó incluso a dar una patada a uno de los suyos. Nervios y silencios elocuentes. Butragueño habla de ansiedad y Casillas no descarta que puedan perder la Liga. No quiero hacerme pesado, pero ¿dónde está Florentino?
Hem de fer cas a Guardiola i anar partit a partit. Encara està molt difícil, en Pep te raó. Sortides a casa del Llevant i Rayo, i el partit del Madrid que s’ha de guanyar al camp. En mig el Chelsea que ens te ganes i ens ho tornarà a posar molt complicat.
Ens queden 45 dies de moltes emocions, però confiem, aquest equip mai fa el ridícul.
Sr.Foix: Donde dije a tres, digo a uno…