Los discursos y los debates en los parlamentos se lo tragan todo. Así es y así ha sido siempre porque la cámara de la representación popular es algo así como el respiradero de la vida nacional. Lo que ocurre es que cuando se cuestiona una cifra principal de unos presupuestos o unas medidas de ajuste alguien tendría que tomarse la molestia de desmentirlo.
Desde CiU, por ejemplo, se ha afirmado que los recortes en sanidad del Gobierno Rajoy son falsos porque sólo significan el 10% de los 10.000 millones anunciados y que las cifras se han amañado para que las instituciones europeas y principalmente Alemania las den como buenas. Bien, nadie con responsabilidades en el Gobierno ha hecho caso de esta acusación que reviste una cierta gravedad.
El ministro Montoro ha defendido unos presupuestos en el Congreso con más ardor que cifras, más retórica que visión política de conjunto al trasladar a las autonomías la máxima responsabilidad sobre los desajustes en el déficit público. Ninguna cifra se ha barajado. Simplemente, el ministro Montoro amenaza con intervenir a aquellas comunidades autónomas que no cumplan sin aportar ni un solo dato ni señalar a nadie.
La intervención es el concepto político en boga que cruza Europa y siembra el miedo en muchos gobiernos. El de Holanda, por ejemplo, acaba de desplomarse porque no ha querido aceptar las recomendaciones sobre ajustes que venían de Bruselas. Rajoy teme ser intervenido por la triple presión del Banco Central Europeo, la Comisión y el Fondo Monetario Internacional. Y toma medidas que complazcan a esas instituciones y, por extensión, a la canciller Merkel que es quien determina la orientación de la resolución de la crisis.
Tanto el presidente Rajoy como el ministro Montoro, instalados en la cómoda y segura soledad de la mayoría absoluta, dejaron de mendigar apoyos imposibles y se erigieron como uno de los pocos gobiernos en Europa que no depengan de ninguna otra fuerza política para tomar decisiones. Es una manera simple pero inteligente para reconocer que nadie se ha querido subir a su carro de la mayoría absoluta.
En los debates que surcan Europa se habla mucho de cifras, de déficits, de ajustes, de recortes y de indicaciones que vienen desde fuera. Se invoca a Europa como agente perturbador y no como una solución. Pero no se habla de personas, de las consecuencias que tendrán para hombres y mujeres los ajustes en sanidad y en educación. Nadie se entretiene en invocar a los más frágiles, los parados, los excluidos, los inmigrantes y los pobres.
Sí que se habla de ellos con un lenguaje que les arrebata los derechos que les había concedido aquella sociedad del bienestar que ahora se está enterrando con toda solemnidad olvidando que todas las personas somos iguales en dignidad y oportunidades.
Publicado en La Vanguardia el 26-4-2012
Sr.Foix: Perdone que insista, pero ya tenemos 836.900 parados en Catalunya, 5,6 millones en el total del País. Tenemos un problema de falta de gestión eficaz de la crisis, de aprovechamiento político de la crisis, tanto a nivel individual de país, como a nivel europeo, cada uno barre para su casa, aquí no existe una política común y esto no funciona. Es algo evidente a simple vista y ya no nos pueden contar más milongas, nos sobra teoría, tenemos el libro de teoría lleno, a rebosar, no nos cabe ni una línea más…
La Candidatura d’Unitat Popular (CUP), davant de l’anunci i el debat entorn els anomenats “Plans d’ajustament” imposats pel govern espanyol que han estat venuts com a eines per fer front al pagament dels proveïdors, vol manifestar que aquesta mesura es, en la pràctica, una intervenció de l’economia dels municipis amb pràctiques i conseqüències neoliberals.
Així, el Reial-Decret4/2012 estableix que, els ajuntaments que no puguin fer front a la totalitat dels pagaments a proveïdors privats mitjançant els seus recursos de tresoreria fins a finals d’abril d’enguany, hauran de demanar, obligatòriament, un crèdit (mitjançant diverses fórmules) gestionat per un fons estatal i diverses entitats bancàries, per pagar els diners que deuen. Els bancs avançaran la totalitat de la suma i els ajuntaments hauran de retornar aquests diners, amb interessos.
Davant aquests fets, la CUP denuncia que aquestes mesures són un robatori al poble, ja que l’Estat espanyol deixarà els diners a un fons que anirà a parar als bancs, aquests pagaran als proveïdors i, seguidament, els Ajuntaments hauran de tornar aquests diners amb més interessos (als mateixos bancs). Un regal més al sistema financer i una pèrdua més de poder adquisitiu per a les classes populars.
Es un pas més per imposar polítiques neoliberals a escala local. El fet de contraure aquests crèdits i d’haver de pagar d’immediat tot el deute acumulat durant anys obliga als ajuntaments a haver de preparar un pla per la sostenibilitat dels seus comptes que pots suposar reduccions dràstiques del pressupost en algunes polítiques públiques essencials o en plantilles de treballadors municipals. Així, amb l’excusa del deute i la seva eliminació immediata, impulsen una reducció dràstica dels serveis i administracions públiques.
Des de la nostra formació defensem que no es el poble qui ha de pagar la mala gestió de l’oligarquia política i que cal tornar el deute a alguns dels proveïdors, especialment a autònoms i petites empreses, però no necessàriament als proveïdors més grans i que més s’han beneficiat de la bombolla immobiliària (que són molts dels que han de cobrar dels nostres ajuntaments), i encara menys si això pot fer trontollar serveis públics i socials de les administracions locals.
Josep: Por de pronto ya tenemos 5,6 millones de personas intervenidas laboralmente…
Hasta cuando tendremos que seguir el nuevo dogma económico de que no se puede gastar más de lo que se tiene; según este criterio la única economía válida es la del trueque, que no parece que genere grandes progresos…ni los políticos ni los «expertos en economía» saben a donde vamos…quizá lo único claro es que hay que saldar las cuentas con los bancos alemanes y la Merkel, pase lo que pase.
Mal vamos…
Sr.Foix; Noto una cierta prepotencia en estos planteamientos de intervencionismo, aquí nadie está libre de pecado, todos hemos ayudado al desastre, todos somos responsables en distinto grado, todos estamos intervenidos de una forma u otra, tenemos intervenido el presente y el futuro, los sueños y las alegrías; amenazar con el intervencionismo es colocarse por encima del bien y del mal…