El final feliz de la era Guardiola como entrenador abre un periodo de continuidad. No sólo porque el Barça sigue sino porque las piezas colocadas por Pep siguen ahí. Es la hora de Tito Vilanova que contará con Zubizarreta, con una plantilla que entrega a siete jugadores a Vicente del Bosque, o sea la crema del fútbol de la Liga, para la Eurocopa, con un Leo Messi que ha roto los esquemas clásicos sobre cómo se fabrican goles, con una afición que apostará al cien por cien por la nueva situación.
Tito ha sido la mano derecha del mejor entrenador de la historia del Barça. No le hemos visto con la batuta en sus manos pero sí que hemos observado cómo Pep le consultaba con la mirada y con los gestos en el banquillo de los 14 títulos. Tito cuenta también con la Junta que deberá ser sensible a las peticiones del cuadro técnico para adquirir nuevas figuras en el mercado. Mou seguirá con el dedo en el ojo y muchas cosas más. Su capacidad de enredo y de fanfarroneo no tiene límites pero formará parte del paisaje futbolístico liguero.
El Barça tiene que estar prevenido por la crisis económica en el fútbol español que está galopando a grandes zancadas y va a devorar a más de un club endeudado hasta las cejas. La crisis también está dando zarpazos al fútbol. Lo vengo diciendo desde hace meses. No tiene sentido fichar a grandes estrellas con una de las tarifas más altas de Europa si hay que financiarlas con créditos de bancos que están a las últimas. Hay quien sostiene que la crisis no llegará al fútbol porque ningún gobierno se atreverá a privar del pan y circo a millones de ciudadanos. El tema es que no será el gobierno sino la situación general que hará difícil mantener el precio de jugadores que son fichados por sumas hinchadas por los derechos de televisión que han convertido al fútbol en una cuestión sólo de pago.
Publicado en El Mundo Deportivo el 29-5-2012
Sr. Foix: El futbol debe pasar también el control fiscal como el de cualquier ciudadano/a. Y además para dar ejemplo.
Exigimos un control fiscal total para los defraudadores de todas clases. Sin pasar por alto los paraisos fiscales, ect. Y a los Bancters aún más.
Y más que nada exigimos un control fiscal especial al controlador ó controladores principales.
El fútbol es la épica del oficinista.
Sr.Foix: Nos enteraremos antes del transfondo económico del mundo del fútbol que de otros pufos que tenemos encima…