Disraeli habría disfrutado hoy al ver cómo la mística del imperialismo británico subía aguas arriba del Támesis. Un barco real abría la comitiva con los más relevantes miembros de la familia. Qué esplendor, qué sombreros, qué parafernalia para celebrar las bodas de Diamante de la reina Isabel II.
Sesenta años en el trono desde aquel junio de 1952 cuando moría el rey Jorge VI, el rey tartamudo, y la joven princesa se encontraba en una reserva de caza en la zona occidental de Kenia, acompañada del príncipe de Edimburgo. Winston Churchill volvía a ser primer ministro sustituyendo a Clement Attlee que le había usurpado el poder y la gloria en 1945 al terminar la guerra mundial.
Más de un millón de personas han aguantado una tarde de lluvia a las orillas del Támesis viendo una flotilla de más de mil barcos de todos tipos y épocas que subían por el mítico río. El mismo río que un día de 1717, George Frederick Haendel estrenaba la Música Acuática mientras el rey Jorge I navegaba en una embarcación paralela. Es el río en que Thomas Moro viajaba desde Chelsea para visitar a Enrique VIII a Windsor y finalmente hacía el último recorrido hasta la Torre de Londres y ser ejecutado por la sentencia amañada por su amigo el rey.
La pompa ha sido la más espectacular de los últimos 350 años. Empezó en el Albert Bridge con el tañido de campañas del jubileo a las 14.40 y terminó cuando la última embarcación llegó a la Tower Bridge a las 18.00, siempre Greenwich Meridien Time, por supuesto. La nave real iba adornada con diez mil flores que habían sido recogidas en las estancias propiedad de la Reina, la persona más rica de Inglaterra. Iba acompañada del duque de Edimburgo, el duque y la duquesa de Cornwell y el duque y la duquesa de Cambridge.
El patriotismo se exhibía en multitud de banderas Union Jack en forma de paraguas, de gabardinas, de sombreros y de piezas de porcelana. Una colección de pequeños barcos utilizados para rescatar tropas atrapadas en Dunkerque durante la II Guerra Mundial en 1940 precedían el buque insignia en la que navegaba el oficial que coordinó la evacuación de aquellos primeros meses de la guerra.
Se calcula que unos 20.000 personas navegaron por el Támesis arropando a la Reina en su 60 aniversario en el trono. Isabel II se fijó en el caballo de ficción que hizo malabarismos en el tejado del National Theatre. Señaló el caballo a su nuera Camilla Parker Bowles que, por cierto, llevaba un sombrero tan espantoso como el de la propia Reina. Pero tienen una virtud esas damas inglesas que cualquier cosa que se pongan en la cabeza las hace atractivas.
Mariscales retirados, veteranos de guerra, gentes celebrando “parties” en varios puntos de Londres, orquestas que interpretaron piezas náuticas y que merecieron una ligera inclinación de cabeza de esta reina de 86 años.
La exhibición televisiva de la BBC ha sido extraordinaria. Más de tres horas de historia, de patriotismo monárquico, de venerar las instituciones antiguas. La Monarquía tiene muy poco poder en Gran Bretaña pero es el punto de encuentro, el equilibrio, el respeto al pasado y la legitimidad democrática que ha ido transformándose a medida que los tiempos exigían un nuevo papel de los soberanos.
Isabel II pasó un momento de tribulación con la muerte de Lady Diana bajo un puente de París. Superó la crisis y hoy es una persona respetada y estimada por la gran mayoría de un pueblo que se siente monárquico sabiendo que el poder está en la Cámara de los Comunes y en Downing Street.
Gente singular los ingleses que aman las cosas viejas y frágiles. Un pueblo conservador porque tiene mucho que conservar. No han sido invadidos desde 1066 cuando Guillermo el Conquistador ganó la batalla de Hastings. Nunca más. Ni Napoleón ni Hitler.
He pasado varias horas en la televisión viendo el espectáculo, mucho más entretenido que un buen partido de fútbol. Pompa y circunstancia de Elgar, sonaba al fondo. También Rule Britannia y finalmente God save the Queen.
http://youtu.be/gPGv6dHofoo
He estat la seva descripció, al llarg de la tarda, en pinzellades de Twitter. Ha estat un autèntic espectacle per a una monarquia que ha quedat embalsamada però que gaudeix d’una excel.lent bona salut. I sí, gràcies per l’anglofília que tant nerviosos ha posat sempre els nostres veïns espanyols. Bona nit.
Al Sr. Foix le puede todo lo anglofilo ya lo sabemos. Ahora bien que unos horrendos sombreros hagan atractivas a sus ojos a la reina Isabel de Inglaterra y a su reyerna Camila, lo encuentro muy fuerte y casi para pedir hora.
http://www.youtube.com/watch?v=egeJqSdBhmY
He tingut la sort de ser avui a la tarda a l’Albert Bridge. Llegir ara el comentari completa les impressions d’un dia especial pels britànics i també pels que ens sentim amics seus.
Aprovechando recursos la Sra. Casals, comenta el articulo de nuestro anfitrion desde la web de Omnium Cultural, institucion que preside.
No creo que el viaje haya sido por cuenta de Omnium Cultural. de verdad que no me lo creo.
Bon dia,
Jo tampoc voldria creure-ho. Sobretot perque fa molt poc que ens hem fet socis d’ Omnium Cultural. Potser també ens hem de fer enrera ??
No voldria de cap manera, que els nostres diners fossin per pagar viatges d’aquest «calibre».Què tindrà a veure la reialesa anglesa amb Catalunya? ´La senyora Muriel Casals és monàrquica?….que ho sigui ella a tall personal és una cosa…però OMNIUM hauria d’estar totalment al marge, no ??
Pel que fa al teatre en MAJUSCULES de la reialesa…..més parafarnalia inútil a costa del contribuent, impossible !!
I m’afanyo a fer costat a l’ amic Dogbert. Si trobeu atractives aquestes senyores pels seus barrets…mmmmm !!no deixa de ser divertit !!!
No tinc l’hàbit de fer comentaris sobre els comentaris del bloc. Tothom és lliure de dir el que li sembli. Però vull remarcar que el fet que la presidenta d’Omnium Cultural, Muriel Casals, hagi fet un comentari des del web d’Omnium Cultural fent-nos saber que havia assistit des del Albert Bridge al Diamond Jubilee de la Reina Isabel no vol dir res més que s’ha connectat al web des de Londres. Ho podria fer des de qualsevol racó del món.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/de/Albert_Bridge%2C_London_-_geograph.org.uk_-_1513631.jpg
Soc a Londres perque fa molts anys que hi viu la meva filla; tinc un net de 12 anys que te uns dies de festa escolar i exerceixo d’avia.No soc monarquica, el que no em priva de sentir respecte i admiraci’o per la celebracio d’ahir.
Estoy seguro Rosamariapo que ahora te ha quedado todo mas clarito.
Pues a mi tampoco.
Hay que subrayar en este pequeño foglion la excepcional (de excepcion) salida al quite del Sr. Foix al que al preguntarle la hora, responde martes.
Aun asi y yendo al subsidiario tema aparecido, yo sigo pensando y ahora aun con mas seguridad que Omnium no sufrago el viaje de la Sra. Casals.