Andaba un atardecer por las calles que rodean la gran plaza Tiananmen de Pekin y de repente se produjo un estruendo formidable. Gritos, bocinas de coches y un ruido profundo que salía del corazón de la capital china. La selección de fútbol había marcado un gol a Japón. Se celebraba el tanto pero se pensaba en 1937 cuando los japoneses invadieron media China y todo el sudeste asiático.
El gol de Marcelino contra la Unión Soviética en 1964 fue celebrado por Franco como una victoria contra el comunismo. O aquel gol de Telmo Zarra en Maracaná, radiado por un joven Matías Prats en 1950, el primer Mundial después de la Guerra, fue aprovechado por el régimen como una bofetada a la pérfida albión, la Inglaterra democrática que no soltaba Gibraltar. El fútbol es demasiado importante para mezclarlo con rivalidades políticas o efemérides patrióticas.
Los cuartos de final entre Alemania y Grecia no tendrían que relacionarse con las penurias que se viven en Atenas debido a la austeridad prusiana que impone Angela Merkel. No es obligatorio adorar a Guardiola o despreciar a Mourinho. Tampoco es imprescindible que cada vez que juega La Roja haya que detener el país. Fútbol es fútbol, dijo el clásico. He visto partidos improvisados en los frentes de guerra, en la de Irán e Iraq, o en las limpias colinas del parque de Hampstead donde los domingos solíamos reunirnos unos amigos para dar cuatro toques de balón. Pienso que hay que desmitificar lo que comporta dosis de pasión incontroladas. No aumenta el patriotismo porque gane mi equipo o la selección nacional de un país. El patriotismo tiene otras connotaciones cívicas. Se me ocurren las de respetar al adversario, el fair play, el ganar sin humillar y el saber perder con dignidad.
Meter el dedo en el ojo del otro no es cívico y pido que no se repita para el bien de Tito, de Mou y de la convivencia humana.
Publicado en El Mundo Deportivo el 19-6-2012
Yo no veo el futbol y no me interesa ni deportivamente hablando, que ya es decir, pues me gustan casi todos los deportes. Estoy agena a lo que ocurre en la tele, así que esta mañana me ha recorrido un escalofríos cuando inesperadamente he oído a un paisano saludar a otro que pasaba por la acera de enfrente: VIVA ESPAÑA!!!!, y encima el otro le ha contestado lo mismo e igual de alto. No termino de acostumbrarme a ver en el pueblo donde vivo los balcones con la bandera española.
Y hago estas reflexiones que me imagino a nadie importan, porque no entiendo muy bien el artículo del sr. Foix, la frase: «El fútbol es demasiado importante para mezclarlo con rivalidades políticas o efemérides patrióticas» a estas alturas pues como que me da un poco de risa, perdón.
Y digo más, sr, Foix, en Cataluña, cómo se vive el mundial?, hay banderas españolas en los balcones?, cómo se saludan los paisanos (对不起,els paisans)?, esque voy poco….
Sr.Foix: Mezclar fútbol con política es algo más frecuente de lo habitual, sobre todo cuando se gana…
Efectivament, Santiago Casán, el Mundial de Maracaná fou l’any 1950. Ara ho esmeno. Moltes gràcies
Com ha sortit el record de José Casán que sempre trobava les errades com el gat caça els ratolins.
Suposo que és allò de que «de casta la viene al galgo» (i no pretenc comparar-me amb ningú)
Totalment d’acord, però estem en un món en que tot es barreja: els Prínceps d’Astúries i el Sr. Rajoy se’n van anar a Gdansk a veure un partit de la selecció espanyola i la Sra. Merkel ja ha dit que no pensa anar a Kiev a veure una hipotética final en que jugui Alemanya, en protesta per la situació de la Sra. Timoshenko.
Ah, per cert, el gol de Zarra jo crec que va ser als Mundials de 1950.
El futbol no em fa «ni fu-ni fa»….però m’ encanta quan guanya el Barça !!!no sé…me’n vaig a dormir més tranquil.la….
Darrerament ,però, m’agrada una mica més, no solament el futbol, sino l’esport en general i tot allò que congregui «masses».
L´últim macro concert que es va fer al Palau Sant Jordi, per a recollir fons per a la sida, va esdevenir un èxit total – jo hi era – i puc confirmar que estaba plè de «gom a gom» i que de manera espontania la gent cridava IN-INDE -DEPENDÈNCIA !!
A la final de Basquet Barça-Madrid de dissabte passat, naturalment va guanyar el Barça, però la gent, no va cridar CAMPIONS !! CAMPIONS !!, la gent cridava IN-INDE-INDEPENDENCIA !!!
Nosaltres ja ho hem entès. Necessitem un canvi !! Un gir urgent !!
Sempre anem per davant dels politics, espero però, pel be de tots que els politics no triguin massa en fer les lectures correctes:
No som cridaners. Som ciutadans expressant «una voluntad».
Ben cordialment,