Es un tema delicado y muy sensible. Pero la decisión de conceder el tercer grado penitenciario para el secuestrador de Ortega Lara no es un triunfo de nadie sino la aceptación de las razones humanitarias cuando alguien se encuentra en las puertas de la muerte. Josu Uribetxeberria Bolinaga fue el secuestrador de Ortega Lara que permaneció más de 500 días maltratado y vejado en un zulo. Su liberación causó un gran alivio a cuantos hemos conocido de cerca el zarpazo del terrorismo.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias “entiende que, a pesar de la entidad de los delitos cometidos por el penado, resulta indudable que tanto la gravedad de la enfermedad, su previsible evolución, así como las características del tratamiento mitigan extraordinariamente la peligrosidad del recluso y anulan prácticamente el riesgo de reincidencia.»
La corta esperanza de vida cumple los requisitos fijados por el Ministerio del Interior en el año 2000 para iniciar un proceso de excarcelación. Son 23 los presos de la banda terrorista a los que se les ha concedido el tercer grado penitenciario por motivos de salud. El número de presos comunes acogidos a estos requisitos asciende a más de mil.
El Estado no puede actuar por compasión ni tampoco presionado por las huelgas de hambre que han iniciado más de un centenar de presos etarras para pedir la excarcelación de Bolinaga. Pero el Estado no es un ente ciego y sordo ante la situación humana de los ciudadanos. El Estado puede ser generoso. Quienes no pueden ganar un pulso a las instituciones son los terroristas que tanta sangre han derramado durante medio siglo. Mientras escribo pienso en mi amigo Ernest Lluch que fue absurdamente asesinado en el garaje de su casa de Barcelona, el día después que le acompañara a su domicilio.
Estoy seguro que Ernest vería bien este gesto compasivo hacia un criminal que tiene los días o meses contados. Se equivocarían los presos si consideraran que este gesto es fruto de su presión y que su causa merecía los asesinatos cometidos. El Estado no tiene sentimientos. Pero la sociedad sí que los tiene. Y lo que encuentro a faltar en este país tan cainita es la incapacidad de perdonar. El perdón forma parte de los sentimientos y también de la ética personal y colectiva.
Pienso en la actitud del presidente Lincoln y su enemigo el general Lee que perdió la guerra civil americana y que causó centenares de miles de muertos. Los dos hicieron las paces y se perdonaron mutuamente las barbaridades cometidas por los confederales y los unionistas. Lee está enterrado en el cementerio de Arlington con una llama perenne.
El perdón también es un valor de gran calidad. Aunque cueste y aunque haya quienes lo desprecien. Me parece que esto no es buenismo sino humanismo y sentido proporcional de las acciones de las personas.
Sr. Foix: En l’últim paragraf del seu article ja defineix molt be el tema del perdó. Que de fet no es perdó sino un acte d’humanitat.
Els companys del blog tambe responen molt adecuadament al tema.
Dit aixo, hem pregunto ¿ Que faría ell en aquest cas ?
Perque segons la dita: ¡ Con la misma vara ( la d’ell hem refereixo ) que mediís sereis medido !
Perque d’humanitat ( ell ) » 0 «. vegis Ortega Lara, ect. ect. ó Ernest Lluch, ect. ect.
I no hem sento de cap color polític ó tendencia.
Croe las personas nos definimos más por lo que hacemos que por lo que nos hacen.
Creo que las personas nos definimos más por lo que hacemos que por lo que nos hacen.
Pd : El blog tendría que dar la opción de borrar los mensajes, hay veces que no entiendo los míos.
Baltasar Garzón, ha recordado en una entrevista a ‘El País’ como la liberación de Ortega Lara se debió, en parte, a una casualidad.
Cuando Uribetxeberria, ya detenido, fue preguntado por el juez si dentro de la nave que regentaba había alguien, el etarra respondió que allí solo estaba el perro. Trataba así de condenar a muerte a Ortega Lara, a quien ya había mantenido secuestrado durante año y medio.
Fue un reborde saliente de la maquinaria lo que permitió a la policía descubrir el zulo y poder rescatar al funcionario de prisiones tras 532 días de cautiverio. Ortega Lara llevaba tanto tiempo allí metido que cuando la Ertzaina abrió el zulo pensó que eran los terroristas que lo iban a matar.
Tras quince años en prisión, Iosu Uribetxeberría está a punto de ser excarcelado debido al cancer terminal que sufre y la huelga de hambre que realizó junto a varios presos etarras.
Pero Uribetxeberría hubiera dejado morir a Ortega Lara en el zulo sin problemas ni remordimientos.
Bueno, él y los que ahora gritan y se manifiestan por su libertad, ellos también habrían dejado a Ortega Lara morir.
De acuerdo sr. Foix me atrevería a decir más, sin el perdón la convivencia se hace imposible.
Una abraçada Lluís, bon estiu siguis on siguis. Exel.lent titol. Es el valor més gran dins el cristianisme; perdonar fins a setanta vegades set. Pels humans carregats de defectes ens supera i ens costa dur-ho a terme, però aqui està la grandesa. El teu article m’agrada de dalt a bai, però com m’agrada la història de Lincoln i el general Lee, no la sabia, però m’omple el cor en els temps que corren. Jo porto una vida fent de metge i en la consulta mai em canso de demanar perdó al pacient al qual me equivocat i li he causat un perjudici. Et faries creus de la capacitat de perdó que te la gent. Sempre m’han perdonat, fins i tot la persona que de moment li sorpren la meva actitut i d’entrada queda bocavadat i fins i tot irritat, al cap de unes hores, fora de consulta, al vespre o pasejant el meu gos o al sortir de misa s’acosta i em diu doctor, vostè no tenia la culpa, perdonat ! Tots sabem la pau que dona el perdó ! Jo aquesta setmana he rebut el perdó d’una persona ofesa feia 6 anys, no sabeu com he saltat d’al.legria, vaja com un nen enjogassat. m’agrada que l’estat o el govern sigui generós fins i tot amb qui d’entrada no mai ha demostrat penediment ni s’ho mereix. Qui pugui ser generós que ho sigui .
L’Evangeli està farcit de generositat. Per acabar , als humans de vegades ens molesta que el Pare aculli al fill que ho ha dilapidat tot amb una gran festa, i mati el vedell gras i li posi manell nou i un anell d’or al dit; no ho soportem; massa generositat. A mi m’encanta el meu Déu !, encara que com humà reconec l’esforç que he de fer tant per demanar perdó com per perdonar, No es fàcil, sempre requerix un plus d’humilitat i valentia.
Bones vacances a tots fins i tot a tu Lluís que estàs al peu del canó.
Pep
Según AVT «tanto el Código Penal como el Reglamento Penitenciario establecen que la libertad condicional por motivos humanitarios para los enfermos terminales no es automática ni un derecho del preso, y que prevé como requisitos la buena conducta y un pronóstico favorable de reinserción del reo».
Resulta difícil juzgar la concesión del tercer grado penitenciario de Josu Uribetxeberria Bolinaga sin conocer claramente su estado de salud. Si es cierto que le sobreviene una muerte eminente y en poco tiempo; creo que se entendería su excarcelación, aun cuando él, si se encontrara en la situación de otorgarla, no habría mostrado ninguna misericordia. Ahora bien, si se diera el caso de que pasados cinco años el reo continuara haciendo una vida normal, creo que para mucha gente no sería fácil comprender estos beneficios.
De todas formas no creo que esa persona, por su actitud y falta de humanidad en su momento, sea merecedora del debate social que ha generado su situación
Conceder el tercer grado penitenciario por motivos de enfermedad terminal a Josu Uribechevarria tiene poco que ver con el perdón>b/>. Es sólo el reconocimiento jurídico de que las penas carcelarias pierden su utilidad de separación del cuerpo social y eventual reinserción al término de su cumplimiento cuando el reo tiene una expectativa de vida breve. Y eso basta.
Mientras, el número que monten los otros presos de ETA y su entorno, con huelga de hambre o sólo de comedor, es sólo para mantener su presencia en la agenda política, que poco a poco,los va relegando a un indeseado olvido, mucho peor que las penas a las que están condenados…
Sr.Foix: Hay que perdonar sin duda, pero no resulta fácil perdonar cuando el dolor todavía persiste y no se han olvidado las causas del mismo, siempre es más fácil declararse culpable de un mal acto que uno ha realizado que perdonar el mal acto recibido injustamente; en el colegio siempre nos decian que perdonar constantemente a los que se equivocaban y hacian mucho el gamberro acababa siendo una injusticia para los que hacian todo lo posible por no equivocarse y portarse bien…hay que perdonar sí, pero hay que exigir proposito de la enmienda y que sea verdadero…
Esta gente no se han arrepentido de nada, todo lo contrario.
Gracies sr Foix