Larga vida a Mourinho

La Liga no ha hecho más que empezar y es prudente almacenar las fantasías para finales de mayo. Pero el comienzo no podía ser más positivo. Dos partidos, dos victorias y a cinco puntos del Madrid. Primera reflexión: el Barça no jugó un buen partido en Pamplona. Ganó, que es lo que cuenta, pero el Osasuna pudo haber empatado y aún ganado. ¿qué falló el domingo? El Barça perdió aquel dominio del balón, aquella posesión matemática, aquel arte sutil y suave de marear al adversario.

José Mourinho

Pienso que la obsesión y necesidad de ganar en el Reyno de Navarra hizo olvidar a los hombres de Tito Vilanova que, además, hay que jugar bien exhibiendo el estilo que es hoy una referencia en el fútbol mundial. Las genialidades de Leo Messi fueron la salvación para llevarse los tres puntos. Bien está lo que bien acaba, es el título de una inmortal obra de Shakespeare. Pues eso, líderes y el Madrid al fondo de la clasificación. Pero el Barça tiene que volver donde solía.

Segunda reflexión: Tito le está ganando la batalla retórica y dialéctica a Mourinho que, el domingo también, no tuvo ninguna responsabilidad en la derrota ante el Getafe. Qué osadía al hablar antes con la prensa que con los jugadores. Se delató a sí mismo porque sus comparecencias ante los medios son más importantes que visitar al hospital de los heridos, que en este caso era el vestuario blanco. Es lo que hacen los generales cuando pierden una batalla que es estar cerca de los damnificados. Atención, esta premura en hablar a los periodistas era para decir que el Getafe no había ganado sino que había perdido el Madrid. Es una manera de verlo. De lo que estoy convencido es que no va a hacer muchos amigos entre colegas y jugadores ni tampoco entre el público plural y diverso de las Españas. La dignidad de cada equipo es intocable. Le deseo larga vida en el Madrid.

Publicado en El Mundo Deportivo el 28-8-2012

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