La complejidad de las elecciones norteamericanas se exhibe en todas las madrugadas electorales. Los rituales se cumplen y los discursos de aceptación de la derrota y de agradecimiento de la victoria son habituales. Pero mientras los contendientes muestran sonrisas o caras serias, los datos se desgranan hasta el último detalle y el mundo sabe quién ha votado a quién, qué han preferido las mujeres, los blancos, los jóvenes, las minorías de afroamericanos, hispanos y asiáticos.
El sistema no es perfecto ni lo será nunca. Pero recoge una tradición que va incorporando los movimientos de fondo de una sociedad abierta y cambiante. Ha sido la campaña más cara de la historia. Barack Obama consiguió más dinero en fracciones pequeñas y Mitt Romney lo obtuvo con sumas estratosféricas. Finalmente, Obama fue reelegido a pesar de la fragilidad de la economía norteamericana, el alto desempleo y la división de la sociedad que se ha reflejado en los votos populares. Ningún presidente con un 7,9 por ciento de paro había sido reelegido desde Franklin D. Roosevelt.
Estados Unidos ha perdido dos guerras este siglo y ha huido de Iraq y Afganistán sin haber conseguido los objetivos de democratizar la región. En su discurso de Chicago al agradecer la reelección, Obama dijo: “No es el dinero lo que nos hace más ricos ni el ejército lo que nos hace más fuertes”. Estados Unidos ha sido el triunfador del siglo XX no sólo por su fuerza o por su riqueza. El historiador marxista recientemente fallecido Eric Hobsbawm dejó escrito que “América encarna el gran triunfo de la civilización”.
Con otras palabras, lo acuñó el profesor Joseph Nye al referirse al poder blando de Estados Unidos frente al poder fuerte. Con el soft power, la sociedad norteamericana influyó más en el mundo que con todas las flotas y fuerzas aéreas desplegadas por el planeta. Este poder blando se concentra en Hollywood, en las universidades, en los más de cien premios Nobel que trabajan y viven en Estados Unidos y en la gran revolución tecnológica que ha tenido su origen y desarrollo en el país.
Hay quien afirma que el declive de Estados Unidos hace tiempo que ha empezado. Pero será un viaje largo y lento como han sido todas las pérdidas de hegemonía de los imperios en la historia. El eje central del mundo se ha desplazado del Atlántico al Pacífico. Dentro de una semana sabremos quiénes serán los gestores de la autocracia capitalista china. Rusia ha influido en la política internacional desde los tiempos de Napoleón. Y ahora puede volver a mostrar su musculatura.
Obama es partidario de que el poder blando siga imponiéndose sobre el poder duro. Los dos son compatibles, pero la fuerza ya no será la que decidirá los destinos de la humanidad. Seguirá habiendo guerras y crisis sociales. Pero la multinacional de la inteligencia será siempre ganadora.
Publicado en La Vanguardia el 8-11-2012
En USA hay 231 bancoa de alimentos y en el cuatrienio 2008-2011 se ha doblado el numero de usuarios.
Ni USA ni Europa volveran a crecer. Estamos dejando demasiada gente por las cunetas.
Nos aprietan solo para que los poderosos puedan recuperar sus deudas. Pero no habra crecimiento. Nunca mas.
En la multinacional de la inteligencia mandan los duros, los blandos solo podemos aspirar a ser dueños de nosotros mismos tal y como citando a Seneca, nos refiere Sip.
Aligerense de lo superfluo, decrezcan, no se endeuden. Redescubramos que algunas de las mejores cosas de la vida (no todas, claro) son gratis.
«El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo». (Lucio Anneo Séneca).
¿Siempre tiene que existir un imperio en el mundo ? Es un poco triste.
Sr. Foix: Pienso que el poder blando es el poder de los que trabajan, consumen, cotizan, llenan las arcas del Estado y que son la casi totalidad de los ciudadanos silenciosos.
En cambio el poder duro es el que manda y ordena, que disfruta y medra a costa del sistema por su situación privilegiada en cualquier esfera de poder, de la propia sociedad.
Sr.Foix: Han sido las elecciones más caras de la historia, más de dos mil millones de dólares, una inversión que refleja el nivel de los intereses que se deben manejar para recuperarla…para ser inteligente y que la inteligencia triunfe( del latin inter-legere, leer entre líneas) y tal y como comenta hoy en su Blog Francis, hay que saber leer entre líneas, tener la capacidad de conjugar las lecturas y sacar conclusiones, una capacidad que hoy se ve como sumamente peligrosa, interesa el estímulo-respuesta, el reflejo condicionado, todo antes que la capacidad de razonamiento, todo antes que el uso de esa inteligencia contra la que no valen las trampas…