Graham Greene fue uno de los grandes novelistas del siglo XX. No obtuvo el premio Nobel pero marcó una tendencia literaria que todavía perdura. Le conocí en dos ocasiones. Una en un almuerzo en el Club Internacional de Prensa de Londres y la otra en un fin de semana en una casa mansión del condado de Kent, propiedad de un editor británico de grandes vuelos. Ameno, curioso, maniático, conversaba sin límites.
Escribía quinientas palabras cada día. Sin parar. Y su obra está ahí, siempre en busca de aventuras en México, en Indochina, en Europa Central o en España. Uno de los primeros libros lo escribió en 1935 en un viaje misterioso por Liberia. Lo tituló Journey without maps, un viaje sin mapas, y era el resultado de una caminata de unos 500 kilómetros por el interior de Liberia. Era su primera salida fuera de Europa. Pretendía abandonar la civilización y encontrar el “corazón de las tinieblas”, que había descrito magistralmente Joseph Conrad.
Liberia no tenía mapas en esa época. Los americanos habían devuelto muchos esclavos negros que abandonaban a su suerte. Un carta geográfica marcaba el centro de Liberia con un gran espacio blanco en el que se podía leer simplemente “caníbales”. Greene fue acompañado por porteadores, guías locales, personas que salían a su encuentro a medida que avanzaba hacia lo desconocido. Caminó cuatro semanas y finalmente llegó a Monrovia, la capital, que recibió el nombre del presidente americano Monroe que fue el que deportó a los esclavos. Encontró tres o cuatro blancos, misioneros, que estaban perdidos en zonas ocultas a la civilización.
Conoció una de los pocos territorios que no habían sido pisados por los colonizadores. Ni la pobreza, ni la enfermedad, ni el hambre parecían preocupar a los nativos que Greene describe con la pluma de un periodista perdido en medio de ninguna parte. Es uno de los grandes libros de viaje del último siglo.
Se acusó a Graham Greene de haber realizado el viaje como espía del movimiento anti esclavista británico que sostenía que Liberia, nacida como refugio de los esclavos negros norteamericanos, estaba maltratando y esclavizando a su propia gente. Los grandes escritores británicos del siglo pasado estuvieron trabajando por el servicio de inteligencia antes, durante o después de las dos guerras mundiales. Greene fue uno de ellos. Era una manera de servir al país escribiendo pero sin la necesidad de ir a luchar en las trincheras.
Lo que hace interesante la novela de Greene es ir descubriendo un territorio inhóspito, desconocido, sin otra guía que el instinto o el que le decían los líderes locales. Es la aventura de un joven escritor que no tiene nada que perder en la gloria que les espera al narrar sus experiencias sobre territorios ignotos.
En muchos momentos de la jornada reflexiona sobre si ha valido la pena emprender ese viaje. Pero sigue adelante. Al final, desde la frontera con Sierra Leona, llega a la capital. No se perdió porque sabía que él dibujaba los mapas y que al final encontraría un puerto seguro. Recomendable.
Paul Theroux, el gran novelista de viajes, escribió un prólogo a la edición del libro de Greene. Concluye que es la mejor novela de exploración del siglo XX.
De la misma manera que el viajero llega a buen puerto consigue trazar los mapas nosotros también lo conseguiremos será difícil pero será¡ No se puede ser tan pesimista.
El futuro es siempre incierto, no hay mapas que sirvan…
El problema es que no van en Metro, hay que viajar en Metro.
Sr. Foix, és admirable com , de manera insistent i persistent, vol fer passar per «quimeres» les aspiracions legitimes que tenim molts per esdevenir un «un nou estat d’ Europa» al marge d’ España i poder tenir , per fi, les mans lliures per poder fer i desfer.
De «mapes» i de fulls de ruta», n’hi han. No som pas el primers en encetar un procés d’aquest tipus. Tenim molts exemples a seguir en els quals podem recolzar-nos i/o enmirallar-nos, o , simplement reinventar-nos.
Li fa por un viatge sense mapes , si! el desconegut sempre fa por, tot i que en aquest cas, a mi em fa més por el conegut, que no pas el desconegut.
Estic lluny de compartir amb vostè i amb alguns dels tertulians d’aquest bloc, el seu discurs temerós i arraulit del: «…ai !! què ens passarà?…»
Penso que potser, el que ens distancia en la visió de tot plegat, és que a mi, els mapes dibuixats des de fa 30 anys, ja no em porten en lloc, em suggereixen la roda del hamster, que per més que camini, no va mai enlloc. Portem tants viatges amb billet d’anada i tornada a Madrid amb les butxaques plenes de frustacions, que la incertesa davant d’un viatge nou, diferent, que pot ser millor o no….ja és com a mínim ´molt més interessant, que no pas la «repetició del cromo» que , d’altra banda, ens ha portat a la miseria.
L’escolto amb atenció, creguim, però només sento arguments de por i de incertesa. Cap proposta alternativa, i això té un punt d’ inmovilisme, d’indeterminació, que he descartar d’entrada perque aporta ben poc.
No ho crec, pero anims amb la bruixola
Sólo viajan sin mapas los que no tienen nada o los que tienen mucho. Unos y otros, y por distintos motivos , necesitan salir de un horizonte demasiado cerrado.
Generalmente, tanto el viaje y sus vicisitudes como el resultado de esta huída a lo desconocido es diametralmente opuesta , salvo excepciones contadas.
Sí, Graham Greene fue un gran escritor aventurero. Merecedor del Nobel que, como Borges, nunca recibió.
Seguro que sabe, Sr. Foix, que también fue crítico de cine, y que varias novelas suyas se han llevado a la pantalla. De ahí que su narrativa, como en EL TERCER HOMBRE (1949) -considerada como la mejor película inglesa de todos los tiempos-, fuera tan fílmica.
Le saluda cordialmente
J. M. Caparrós Lera
Catedrático de Historia Contemporánea y Cine (UB)
A buen entendedor. La metafora es clarisima. Estamos en pleno viaje sin mapas. Nos tendremos que dibujar un plano.
El Sr. Foix creo que no la ve clara. Yo tampoco.
El Sr. Foix esta un poco descreido. Yo del todo.
Lo que si esta claro es que el Sr. Foix me ilustra cantidad y con todo ello me hace notar que soy un analfabeto de tres pares, lo cual tiene un efecto enervante notable, al tiempo que me hace subrayar una vez mas que nos debe sus Memorias, sus vivencias que ya estan ahi de manera concreta con pelos y señales y no este palante a ciegas quen nos recetan unos y otros.
Ya puestos a sugerir lecturas: pueden bajarse en formato pdf en la red «Vidas hipotecadas» de Ada Colau. No es nada glamouroso, pero tiene el punto de la actualidad de un viaje justito al lado de donde estemos y en el que nos podemos encontrar todos.
Sr.Foix: Hubo una época en la que los grandes escritores, pintores o pensadores trabajaban para los gobiernos respectivos sin pudor, era la forma de extender el dominio del poder de cada nación y reafirmarlo, hoy la cosa existe igualmente, pero tenemos reductos que permiten un cierto grado de libertad de expresión, noticias que te sorprenden por el momento en el que se producen… y la forma en cómo se usan…
Este es el problema, no hay un plan de dalida, no hay mapas. Seis años quejandonos de la huida hacia delante de las finanzas y ahora observamos una huida de los politicos hacia…HACIA donde esto nos preguntamos muchos..
http://www.youtube.com/watch?v=t9CYOIl_EpY
http://m.youtube.com/watch?feature=related&v=xA1aIe4Buj4
http://articulosclaves.blogspot.com.es/2012/11/la-revolucion-del-seiscientos.html