He simultaneado el debate sobre el derecho a decidir en el Parlament de Catalunya con las discusiones en los Comunes sobre la declaración de David Cameron para celebrar un referéndum sobre si Gran Bretaña sigue o no en Europa.
En ninguno de los dos foros ha habido unanimidades. En Londres es habitual que haya diputados que se nieguen a votar con la dirección del partido. Entre los laboristas, conservadores y liberales. Siempre ha sido así.
Pero en los dos casos se ha debatido sobre cómo se quiere estar respecto al otro. En Catalunya, el derecho a decidir su futuro respecto a España. En Inglaterra para refrendar su futuro en Europa.
David Cameron ha prometido un referéndum para finales de 2017 en caso de que gane las elecciones que están previstas para 2015. Ha sido empujado por los euroescépticos de su partido que nunca se han sentido cómodos en Europa porque consideran que Bruselas ha arrebatado muchas competencias al gobierno de Londres.
Un 40 por ciento de británicos, según las encuestas, prefiere estar fuera de Europa. Cameron ha prometido el referéndum para tranquilizar el ala más radical de su partido. Tendrá en contra el Partido Liberal Demócrata de Clegg, su imprescindible socio de gobierno, y también el líder del partido laborista, Ed Miliband, que ha dicho que no apoyará el referéndum.
Cameron dice que es europeísta y que hará campaña por permanecer en la UE, aunque en condiciones distintas. En su discurso para anunciar el referéndum, el primer ministro expuso las dificultades que atraviesa Europa y el caos en la zona euro. Desde el referéndum de 1975 para ratificar el ingreso en lo que entonces era la Comunidad Económica Europea, la pertenencia a Europa siempre ha tenido una contestación mediática y política.
Será un largo debate. De Gaulle cerró la entrada que pidió Macmillan en 1963. Los sucesivos gobiernos de Londres han pretendido poner palos en las ruedas de Europa para que descarrilara y luego se han subido al carro de las instituciones europeas. Thatcher no paró hasta que dejó de ser un contribuyente neto a los presupuestos de la Unión Europea.
A Inglaterra se le ha permitido casi todo porque es un país importante desde todos los puntos de vista. Pero llegará un día en que si no quieren estar en Europa será mejor que se vayan amigablemente y tengamos unas excelentes relaciones con los británicos. Ningún país puede verse forzado a permanecer en la UE.
Pero hay que reconocer que el anuncio de Cameron será una complicación más para Europa que acaba de ratificar el pacto franco alemán, con el 50 aniversario del Tratado del Elíseo, aunque con una hegemonía económica y política de Alemania que no había sido nunca ejercitada como ahora.
Los británicos se plantearán salir o quedarse en Europa. Los catalanes vamos hacia una decisión semejante para salir o quedarnos en España. La diferencia está en que Inglaterra tiene muchos aliados, Estados Unidos entre ellos, y Catalunya muy pocos.
La inestabilidad de los próximos años, como consecuencia de la crisis, afectará a otras partes de Europa que puede perder el objetivo último de su unión que no es otro que la paz entre las naciones. No olvidemos que lo natural en Europa, a lo largo de los siglos, han sido los conflictos y las guerras.
«Hasta el caos puede ser un escenario atractivo» indica hoy, 24-1-2013, Jordi Barbeta en LV
La diferencia de tarannàs entre països de continents diferents pot ser entenedora, atès la diferència de cultures. Però la diferència de tarannàs entre països d’un mateix continent ( Anglaterra-España) pot arrivar a ser aclaparadora. Sembla realment que Europa comença als Pirineus.
Estic parlant d’ España i la seva «Constitució».
Mentre a Gran Bretaña és habitual que membres d’un parti tinguin llibertat per discrepar, aqui Pere Navarro està rumiant quina sanció posa als 5 diputats que van trencar la disciplina de vot.
Mentre la Gran Bretaña, s’està qüestionant de sortir d’ Europa , aqui, és un argument més a favor del discurs de la por.( Sóc conscient que es fa dificil comparar el cas de la Gran Bretaña amb el cas de Catalunya), però el fet en si,és, si més no, per tenir-lo en compte.
Voldria aclarir que quan dic que: «Estic parlant d’ España i la seva constitució», vull dir que el tarannà s’acosta més a allò de: » La maté ( a Catalunya) porque era mia «, que no pas avenir-se a fer-ne una revisió i reforma per tal que tothom s’hi senti còmode.
Ningú podrà negar que aquest tarannà té més de «moro» ( sense cap intenció d’ insultar a ningú) que no pas de «Britanic»).
http://youtu.be/LZk_HnE-cdU
Sr. Foix, el felicito per aquest article que denota un coneixement profund de la realitat europea i la professionalitat que el caracteritza.
Sr.Foix: Vd es un valiente sin duda, yo no me he atrevido a ver ni lo uno ni lo otro…
La ventaja es que estar dentro deberia ser eliminando la libra y entrando en el euro, porque navegar con las dos monedas, no es logico
Esta un poco como Paco de Lucia (en catala si us plau: Francesc de LLucia)»Entre dos aguas».
No es logico, Ramon, pero es una forma de pillar lo mejor de las dos partes.
http://www.lavanguardia.com/economia/20130124/54363057728/paro-epa.html
Esto de simultanear la vision del debate en el Parlament con la discusion en los Comunes, tal y como ha hecho el Sr. Foix es deporte de riesgo, pero por lo que se ve y se lee ha salido indemne aunque el ultimo parrafo de su articulo es un poco pesimista, especialmente el ultimo punto. No olvidamos lo que ha sucedido en Europa, pero me resisto a pensar que a pesar de la crisis, vayan a venir guerras entre europeos, aunque existiran conflictos, naturalmente.
Mejor pienso en el objetivo primero y ultimo de la Union, que es la paz entre las Naciones.