La política no necesita a los personajes como si estuvieran en la plantilla de una empresa.
La política tiene mucho que ver con el calendario. Y los políticos han quedado atrapados por el tiempo en el que les ha tocado vivir. Winston Churchill actuó en el momento preciso y en unas circunstancias especialísimas. Y lo hizo bien. Antes de 1940 había sido un político inestable, caprichoso y buen escritor. Pero llegó su hora, la hora sublime, tal como él lo expresó, y se comportó como un valiente solitario ante las bombas de Hitler. Luego, al ganar las elecciones de 1951, volvió a ser un político más hasta el punto que en los últimos meses de su mandato los ministros se le dormían en las reuniones y acabaron cansados de tanta sabiduría política y tanta experiencia. La ingratitud, llegó a decir, es la virtud de los grandes pueblos.
O, dicho de otra manera, no hay políticos imprescindibles. Bismarck, el artífice de la unidad alemana, acabó despreciado y echado del poder por el káiser. De Gaulle encabezó la incipiente resistencia francesa con un discurso desde Londres en junio de 1940 y acabó desengañado de los franceses a los que les había entregado la V República y una cierta estabilidad política. El timing, el calendario, es implacable para los políticos cuando su hora ha pasado.
Dominar los tiempos es fundamental en la política. A veces se trata de no hacer nada y en otras ocasiones de hacer mucho más de lo que sería razonable. La política no necesita a los personajes como si estuvieran en la plantilla de una empresa. Las revoluciones, decía Chateaubriand en sus grandiosas Memorias de Ultratumba, tienen hombres para todos sus periodos. Hay políticos para todas las épocas. Nunca he entendido la fascinación de los franceses por Napoleón, que decía que la política es el destino pero que arrastró a cientos de miles de franceses a la muerte en conquistas absurdas, rompiendo y expoliando todo lo que encontraba a su paso. Hablaba bien, eso sí, tenía ocurrencias y ha dejado un ordenamiento jurídico y político que fue el poso de la Revolución.
Su hora había terminado cuando desde las paredes del Kremlin llamaba al ausente zar que había huido de Moscú y le tendía la trampa mortal del invierno de las estepas.
El político debe saber cuándo no controla ya las riendas del carruaje que marcha desbocado por el capricho de los caballos y que no responde a los latigazos del cochero que desde el pescante observa cómo la diligencia puede perder una rueda y quedar clavada en medio del camino.
Adolfo Suárez se retiró porque no podía controlar a los suyos. A Thatcher la echaron los diputados conservadores. Felipe González quiso vivir su agonía política cuando su momento había pasado. Aznar puso punto final él mismo y son vanas sus hipotéticas ambiciones de volver. Mi curiosidad es saber dónde se encuentran Rajoy y Mas en esta jugada pendiente de la suerte y del destino.
Publicado en La Vanguardia el 28-3-2013
http://www.lavanguardia.com/internacional/20130331/54371827587/la-troika-enric-juliana.html
La mentida continuada té un preu. El gran engany de Mas a la ciutadania va ser pujar al carro de la soberania amb una propaganda política devastadora, indigne de qui confia en el sentit comú del seu poble i negar (a base de silencis) la crua realitat que sempre s’acaba imposant. Tot pel poder. Afortunadament, el poble de seny va veure el llautó.
El Rajoy n’ha dit tantes de mentides que ja no val la pena parlar-ne. És indigne de presentar-se davant dels ciutadans. És un zombi polític.
Què hi fan aquests dos homes als governs? No tenen dignitat?
Va transcurriendo el calendario que mide el tiempo y seguimos igual o peor. Estamos enpantanados en el tiempo.
Porque falta que corra el dinero aunque sea a costa de emitirlo ó imprimirlo. Pero que corra. Aunque eso cree inflación.
Sin dinero no hay consumidores. Y sin consumidores no hay tampoco cotizantes al Estado y a la Seguridad Social,ect.
Alemania està creando puestos de Trabajo porque allí corre el dinero. Tienen una deuda superior a la Española però en cambio pagan solo alrededor del 1 % de Intereses. Asi cualquiera.
No como en España, que con una deuda inferior pagamos alrededor del 6 y del 7 % de intereses. Asi es inposible levantar cabeza.
El resultado es que mandan los prestamistas financieros. A los que los políticos que ostentan la gobernancia deben de obedecer. Pero que estan atados de manos y mentalment porque no mandan nada.
P.D. A el govern central l’hi interesa urgentment el diàleg amb la mamella catalana que ha expremut cuasi del tot. I a la vaca catalana també l’hi interesa perquè no l’hi substreguin tant d’alfals.
Penso que tot plegat es una lluita de la codicia de la economia inproductiva contra la codicia de la economia productiva.
Blanco y en botella Albert…nos manda la Troika financiera…son la releche…
Benvolgut Sr. Foix,
Lo que el futur els hi depari a tots dos depent d’ells. No obstant si Mas no s’aparta del cami crec que encara li queda recorregut, pero al Sr. Rajoy tal i com diu el Sr. Barbera ja no esta legitimat per continuar governant i per tant es trova en la seva hora final.
El panorama que dejan estos dos personajes es crudo, han conformado un mundo del desánimo, un horizonte de desolación y desubicación total.
Voy a permitirme dedicarles a ambos un Labordeta (in memoriam): «Vayanse a la mierda!
Yo diría que Rajoy està en mitad de la escalera meditando si sube o si baja y Mas en el rellano a ver qué pasa.
Si intentamos buscar a posibles sustitutos de los supuestos lideres que mandan en los partidos, el resultado es decepcionante.
Estar pendientes de cuando caeran es una expectativa fatalista cuando no se atisba gente de fuste detras capaz de ilusionarnos.
Mas grave es cuando esta espera es ante los que teoricamente gobiernan en la Plaça de Sant Jaume y en La Moncloa.
Sin la ilusion generada por el entusiasmo creible de autenticos lideres, la sociedad permanece inerte y sin pulso mientras las hojas del calendario van cayendo con la precision de siempre y nos deja el agrio sabor de la perdida de tiempo o peor de andar por caminos equivocados.
Dias de reflexion posible para intentar ordenar al menos nuestro inmediato futuro sin contar para nada con la clase politica. Un trabajo individual que en positivo contribuira a reforzar las redes de proximidad como esta misma en el blog del Sr. Foix. A nuestro anfitrion y a todos Vds. les deseo una Pascua renovadora y fertil.
Sense voler presumir de capacitats adivinatòries, perque no les tinc, podria intuir que ambdós, Más i Rajoy, estàn a «l’ última pregunta», o la «penúltima cruïlla», com li agradaria dir al Sr, Foix, és a dir, que cap dels dos renovaràn.
Massa corrupció, massa mentides. Escasa eficacia.No crec que el poble, ni oblidi, ni perdoni en les properes eleccions.
Más , té recanvi. Rajoy , no.
Sr.Foix: Rondando el año 1871 el periódico New York Herald organizó una expedición de socorro que fue confiada a Henry Stanley, Stanley debía encontrar al Doctor Livingstone, al final lo consiguió encontrar en las orillas del lago Tanganica, en la ciudad de Ujiji. En aquel encuentro Stanley pronunció su famosa frase: «Doctor Livingstone, supongo»…
Livingstone le contestó…“Stanley, yo he leído la Biblia cuatro veces mientras estaba esperando en Manyuena. Todo lo que soy lo debo a Cristo Jesús, revelado para mí en su Libro divino. ¡Oh, Stanley, Stanley, aquí está el manantial de la fuerza y del poder que transforman! “…
Sr.Foix… el encuentro entre los presidentes Rajoy y Mas no pasará a la historia por ninguna frase célebre…a lo sumo aquella de ¿¿ qué hay de lo mio??…a la que no creo que Rajoy respondiera lo mismo que Livingstone»¡Oh, Mas, Mas, aquí está el manantial de la fuerza y del poder que transforman! “…
…Siempre hay un tiempo para marcharse de la política, el problema hoy en día es que no hay sitio a donde irse…los políticos que matan el tiempo entre una elección y otra, terminan siendo enterrados en su propia inoperancia…
Sr. Foix, me he fijado en la última frase de su artículo, donde empieza por: » Mi curiosidad es saber donde se encuentran Rajoy y Más en esta jugada pendiente de la suerte y del destino. »
Y la respuesta es: Se encuentran en la nada.
Porque no son Estadistas y por lo tanto no han sabido prevenir con clarividencia el futuro económico cambiante. Como tampoco lo supieron prevenir los anteriores governantes. A pesar de los consejos clarividentes y reales de los mejores economistas.
En mi respuesta a su artículo » Alemanya no pot errar amb Europa » pienso que mi respuesta también se puede adaptar ó aplicar aquí.