La feria es colosal. Se mueven muchos cientos de millones de euros. Están los que se van forzados, los que buscan otros horizontes para jugar más horas, los predilectos de los grandes clubes que compran a precio de oro a los genios que pueden contribuir a ganar títulos. Es un gran bazar en el que actúan intermediarios, presidentes, jugadores, parientes y demás acompañamiento de personas que viven alrededor de los sueldazos de las figuras.
El fichaje más determinante del Barça hay que centrarlo en Neymar que, junto con Messi, puede ser una pareja letal para los porteros adversarios. Los canteranos de gran calidad que dudan entre irse o quedarse, lo tendrán que decidir en los próximos días o semanas. Thiago Alcantara es el que puede apartarse del Barça. Es su privilegio. Lo que habría que pensar es cómo hacer más rentable la cantera de formación que nutre de buenos jugadores a la Liga española y a otras europeas.
Ahora hace falta un jugador indiscutible que asegure la solidez de la defensa. Thiago Silva sería el ideal. Pero no es un drama si no viene. Hay alternativas muy fiables. Y, en todo caso, un jugador que vale se perfecciona al llegar a un gran club. Por primera vez en mucho tiempo ya no se superan récords en fichajes. El fútbol es un gran globo hinchado en el que la mayoría de los clubes no pueden satisfacer sus deudas. La televisión no va a pagar tanto y habrá que volver a administrar bien los patrimonios de los clubes para evitar concursos de acreedores o insolvencias varias.
La burbuja del fútbol no ha estallado todavía. Pero lo hará, a pesar de que el gobierno de turno haga todo lo que esté en sus manos para no destruir económica y socialmente la Liga. El Barça tiene dos retos irrenunciables: seguir ganando títulos manteniéndose en lo más alto del fútbol europeo y seguir reduciendo la deuda heredada.
Publicado en Mundo Deportivo el 9 de julio de 2013
Sr.Foix: «siempre había deseado venir a este gran Club»…es la canción del verano que escuchamos en todos los equipos de fútbol en esta época…