No está escrito en ninguna parte que una empresa o un club de fútbol tengan que gestionarse entre amigos sino entre profesionales que se atengan a los hechos que en el caso del Barça pueden ser interpretados de muy diversas maneras.
Un hecho incuestionable es que Pep Guardiola ha sido el mejor entrenador de la historia del Barça si se mide este mérito por el número de títulos conseguidos tanto en cantidad como en un periodo tan corto de tiempo.
La popularidad de Pep entre el barcelonismo se convirtió en un icono indestructible, un ejemplo de rigor y seriedad en comparación a las esperpénticas actitudes de Mourinho. Pep se fue porque se había vaciado. Marchó a Nueva York desde donde empezó a preparar su aterrizaje en el Bayern de Múnich.
Nadie lo sabía. Tampoco nadie había dicho en público que había mantenido sólo una reunión breve con Tito Vilanova mientras se encontraba siendo atendido en Manhattan.
Su explosión de ira la semana pasada no ha sido entendida por el barcelonismo cuya preocupación inmediata es siempre lo que va a hacer el club en la temporada que comienza. Al ver en directo la reacción de Guardiola descubrí que no era perfecto.
Le dije una vez a su hermano Pere, en presencia de Sandro Rosell en tiempos de la presidencia Laporta, que le dijera a Pep que un exceso de humildad esconde grandes dosis de soberbia. Los episodios de estos días van a ser estudiados con varios libros que ya deben estar escribiéndose.
Con los muchos barcelonistas con los que he hablado en la calle, en elmercado y en las tierras leridanas, todos me han expresado su sorpresa y su disgusto por las declaraciones de Guardiola.
La razón que todos han aducido es que hace daño al Barça, que vuelve a asomar la división abierta en el club, que el barcelonismo de Cruyff es dócil cuando está dentro pero se convierte en hostil cuando está fuera. Guardiola no es perfecto. Tampoco lo es Sandro Rosell.
No se trata de perfecciones ni de modelos. Lo que importa es servir al club en cada momento histórico con los instrumentos que están al alcance. Pasarán los jugadores, los entrenadores, los genios, los presidentes… todo esto pasará. Pero el hecho de que el Barça está por encima de todos ellos perdurará mientras haya hombres que corran detrás de un balón.
Lo sorprendente de la ira contenida de Guardiola es que no aportaba datos ni declaraciones. Se refería a algo que no sabemos, quizás a lo que se ha dicho en almuerzos y cenas barcelonesas mientras él estaba en Nueva York.
Me pregunto qué pasaría si lo que decimos a un amigo en un restaurante, en la calle, en un mercado, en la sala de estar de casa, o en la grada del Barça fuera noticia. La convivencia sería imposible. La fragilidad del argumento de Pep es que reaccionó impetuosamente contra algo que alguien ha dicho no se sabe dónde.
A no ser que fuera para justificar que se llevara al Bayern a Thiago Alcántara o vaya usted a saber. Le deseo mucha suerte a Guardiola, que gane muchos títulos y que sirva a los intereses del Bayern que le debe pagar un sueldazo como el que cobraba en el Barça.
La cantera ha hecho grande a este Barça
Me cuentan quienes están cerca del trasiego de jugadores alrededor del Barça que el objetivo es reforzar el equipo con un central indiscutible. Se ha ido Thiago Alcántara y puede venir Thiago Silva. Neymar ha sido el fichaje del verano. El Thiago brasileño podría ser el otro. Con los ingresos de televisión variables, con horarios diseñados para chinos y japoneses, no es prudente echar la casa por la ventana con fichajes inasequibles. La cantera ha hecho grande a este Barça.
Publicado en Mundo Deportivo el 16-07-2013
Sr.Foix; hoy sabemos que Tito dimite debido a una recaida en su enfermedad, creo que Guardiola se podría haber ahorrado su último discurso…
El exceso de humildad esconde grandes dosis de soberbia. Con esa frase suya , a la cual , si me lo permite, me adhiero, esta explicado el turbio asunto que a tantos nos disgusta y que nos ha decepcionado de alguna manera. Que buen sicólogo es V. Sr. Foix
Sr. Foix:
No disposem de tota la informació i els secrets de la pèssima relació que tenia Pep Guardiola amb la junta de Sandro Rosell.
Segons es va publicar fa uns cinc mesos en un portal especialitzat dels EUA en temes esportius, Pep se’n va anar per quatre motius del Barça, un va ser la mala relació amb Sandro Rosell.
Per tant no m’ha sorprès ara la reacció de Pep.
Lluís Bassat va ser qui en la seva candidatura va proposar al Pep, cosa que hàbilment va saber aprofitar en Joan Laporta.
Per això en l’època de Sandro Rosell, Pep renovava temporada per temporada.
El temps ens anirà desvetllant coses i secrets que encara no sabem, una cosa està clara Pep i Sandro mantenien una relació laboral i professional, però no d’amistat i complicitat.
El contrari que amb Joan Laporta i la seva junta.
Tots tenim un mal dia, però Pep ocupa un lloc destacat en la història del FC Barcelona i en el cor dels cules.
Totalment d’acord, Lluis. Permet-me recordar-te, però, que en Guardiola ja va tenir una altra explosió semblant –aquesta contra el Mourinho–, quan va qualificar a l’entrenador del Reial Madrid com «el puto amo». Al barcelonisme allò la va semblar molt bé, però crec que aquella expressió no encaixava amb el senyoriu que prediquem del Barça i que l’únic que va fer va ser fer palés que, darrera aquest to pausat del Guardiola, hi ha un carácter volcànic que no l’afavoreix gens, en la mesura en que esclata fora de context.
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