Empieza a cundir la idea de que la desunión interna del catalanismo político es mucho más peligrosa para el proceso soberanista que los ataques que vienen desde fuera. Se ha puesto en marcha la Causa sin tener en cuenta que la política se basa en el hecho de la pluralidad de las personas.
Por muchas manifestaciones que se organicen, cientos de miles de catalanes, millones según los recuentos oficiales, no llegará muy lejos la Causa si previamente no existe un pacto amplio dirigido por un líder que sepa adónde se va y cómo.
Decía Jacques Delors, que “necesitamos líderes que no barran para casa, que tengan visión a largo plazo y defiendan los intereses comunes”. Un cambio rupturista como el que está en juego entre Catalunya y España no tiene futuro si no cuenta con un denominador común aglutinante. El líder es Artur Mas pero el que toma las decisiones importantes, hasta ahora por lo menos es Oriol Junqueras.
A veces parece como si fuéramos incapaces de escucharnos entre nosotros a los efectos de plantear un debate serio y cívico. La política no es propiedad de los políticos. Ni de los periodistas, empresarios o financieros. La política democrática se concibe en las urnas y se desarrolla desde las instituciones, la opinión pública y la distancia.
Da la impresión que políticos y periodistas estamos tan obsesionados por la política que no sabemos encontrar su dimensión humana, social y económica. Decía Karl Popper que en una democracia nadie es insustituible y por mucho que admiremos el liderazgo hemos de ser capaces de hacerlo sin ningún líder particular, de lo contrario, puede convertirse en nuestro amo y la principal tarea de la democracia consiste en evitarlo. El mismo Popper ha dejado escrito que no se trata de crear gobiernos sino de echarlos cuando no cumplen con lo que han prometido.
El futuro de Catalunya, nos cuenta Isidre Molas, pasa por un catalanismo fiel a la concepción de la unidad civil del pueblo, comprometido con la conquista de derechos iguales para sus ciudadanos y con compromisos de justicia social.
Habrá que analizar con calma los resultados de las próximas elecciones europeas, las municipales y las generales para ver cómo pueden presentarse las autonómicas de 2016 si es que Artur Mas aguanta hasta entonces y no nos vuelve a sorprender con anticipar una consulta. Mas dijo hace poco que es más fácil contar manifestantes que votos en las urnas.
Estamos en los prolegómenos del proceso de la Causa. Las urnas dirán lo que quieran e impondrán el ritmo de los escenarios de futuro.
Estic saturada….!!!! Necessito aire …..net!!!
Sr. Foix: Pienso que en Cataluña al igual que en España, existent 2 mentalidades básicas, que son las que nos dividen.
En Cataluña y en todas las comunidades Industriales existe en general la mentalidad basada en la Economia productiva, creadora de artículos, ect, consumidora, contributiva y solidaria, además de cotizante al Estado.
En otras comunidades del resto de España existe en particular la Economia Inproductiva, funcionarial, beneficiaria de la solidaridad y subvencionante.
Y mientras los políticos dirigentes actuan de buena fe, ética y honradez todo va bién.
Pero cuando alguno de ellos actua, presuntamnte, solo para enriquecerse él y sus amigos, entonces la cosa cambia y acaba mal.
Los políticos en Cataluña no se ponen de acuerdo. Este es nuestro talón de Aquiles.
En cambio en España, cuando se trata de Cataluña, si se ponen todos de acuerdo. Esta es su fuerza. Todos unidos contra uno.
Al buen entendedor….
P.D. En resumen: Se trata de que la Economia inproductiva, beneficiaria y subvencionante está enfrentada egoista y codiciosamente a la Economia productiva, contributiva y solidaria, además de cotizante al Estado.
P.D. El problema de Cataluña, del ahogo que sufre, debido a su contribución solidaria exagerada, es la misma que sufren todas las zonas ó autonomias de la Economia productiva, industrial y cotizante del resto de España.
Y la indignación se puede ver, sentir y palpar, en todas las plazas de las ciudades Industriales e incluso en las zonas agrícolas y de latifundio.
Lo de Cataluña no es separatismo, sino Indignación por el ahogo económico. Y es la misma indignación que se produce en las otras ciudades de España.
Pero no hay talento político para resolverlo con un sistema fiscal más justo y equilibrado.
Algunos ……Parecen no darse cuenta de la realidad y de la gravedad.
La desunión «interna» me parece que es exclusiva de algunas organizaciones como CiU, PSC y hasta ICV. La gente parece tenerlo mucho más claro. A los partidos que no les entusiasma la idea de la independencia lo que les preocupa es cómo van a quedar cuando el proceso se desarrolle y no otra cosa.
La «desunión» obvia es la que corresponde a los votantes por la independencia con los posible votantes y los partidos, digamos, españolistas claros: PPC y C’s. Pero esa «desunión» va a continuar siempre.
Lo importante es que se vote, que se vea una clara mayoría y con ese mandato democrático se puedan concitar los suficientes apoyos para consolidar la independencia.
Con esto damos por supuesto que la votación (consulta, referendums o lo que sea) tenga una pregunta clara sobre la independencia y una respuesta simple: Si o No.
Y claro, si se pierde por no tener suficientes votos, pues a aguantar el resultado, reagrupar voluntades y volverlo a intentar…porque así como está esto, no se puede seguir. Lamentablemente.
Sr.Foix: deciamos ayer que estabamos asistiendo a extrañas maniobras orquestales en la oscuridad y cada día está más claro que así es…