Todos los adversarios son altamente peligrosos cuando se entra en los octavos de final de la Champions. El Barça tiene dificultades añadidas porque ha reinado en este siglo en Europa y tanto su estilo como muchas personas que lo han hecho posible están desperdigadas en la gestión y en las alineaciones de equipos europeos.
El Manchester City está gestionado por Ferran Soriano, que fue fichado por los dueños del City después del catastrófico final empresarial de Spanair. Se llevó también a Txiki Begiristain, que fue una pieza clave de los tiempos y los éxitos deportivos de Laporta. Habrá, por lo tanto, algo más que una eliminatoria entre dos poderosos equipos de fútbol que pueden ganar sus títulos de Liga respectivos.
Martino sabe estas cosas y ha reaccionado con inteligencia calculada diciendo que mejor eliminarlos ahora que en cuartos de final. Vale. Pellegrini, chileno y un gran profesional, hizo grande al Villarreal, fue cesado del Real Madrid y desde su discreto paso por el Málaga aterrizó en Manchester. Tengo un gran respeto por Pellegrini. Pero es prematuro que diga ahora que «el Barça tiene que estar muy preocupado». Es el peor de los adversarios que le podían tocar a Martino. Pero los debates se zanjarán en el campo.
Si el Barça se cruzara con el Madrid más adelante, se darían todos los ingredientes deformados de los clásicos eternos. Con el Atlético de Madrid, se hablaría más de fútbol que otra cosa. Si hay que encontrarse con el Bayern de Pep Guardiola, la épica y los resentimientos latentes dominarían la realidad futbolística. Todavía son recientes los episodios poco elegantes entre el que fue gran entrenador del Barça y su sucesor, Tito Vilanova, a raíz de algo tan humano y tan frágil como una enfermedad. Si el destino nos deparara al Chelsea de Mourinho, ya hablaría él.
Publicado en Mundo Deportivo el 17 de diciembre de 2013
Sr.Foix: nos esperan unos buenos partidos por ver…
Sr. Foix, penso que ha fet un bon anàlisi de la situació futbolística europea. En l’esport, el component psicològic i efectiu és molt important i ben segur que comptarà a l’hora de les eliminatòries.
Confio que el Barça pugui alliberar-se d’aquestes pressions històriques i afectives, i es dediquin a jugar amb intensitat i concentració. Ja ho deia el Cruif: «concentración 100 por 100».