Siempre me han fascinado los historiadores británicos o los que desde las universidades de Oxford y Cambridge han escrito sobre lo que ha ocurrido en el mundo. Uno de ellos es A.J.P. Taylor, un historiador que empezaba a hablar sobre cualquier episodio de la historia, sin papeles, sin pausa, sin separar la mirada de la cámara, hasta que decía buenas noches anticipando que él ya estaría en la cama cuando viéramos el programa previamente grabado.
Hablaba bien y tenía una sorprendente capacidad de síntesis. Recuerdo una intervención en la que enumeró las causas de la Gran Guerra. No hubo una sola causa sino muchas y diversas. Estaremos de acuerdo en que el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo en junio de 1914 provocó la declaración de guerra de Austria Hungría contra Serbia.
La movilización del millón de soldados rusos para apoyar a Serbia provocó que Alemania declarara la guerra a Rusia y a Francia, el aliado de Petrogrado. El rechazo de Bélgica a respetar la neutralidad de Bélgica provocó que Gran Bretaña declarara la guerra a Alemania. Todo esto son titulares de periódicos de la época que respondían a hechos reales.
Pero había más cuestiones de fondo como el conflicto endémico entre los teutones y los eslavos en Europa Oriental. Otros historiadores se inclinaron por atribuir la guerra a la sucesión en el imperio otomano. También se invocó la rivalidad imperialista que se libraba en las colonias africanas y ultramarinas. No faltaron quienes lo atribuían a la ruptura del equilibrio de poderes en la Europa Continental.
La masiva carnicería en las trincheras europeas tenía que responder a más causas. Se citó la pugna de Alemania para desafiar la supremacía del poder naval británico. O el deseo de Francia para recuperar la Alsacia y la Lorena, entregadas a la joven Alemania después de la guerra franco prusiana de 1870. No podía faltar la atávica ambición rusa de controlar Constantinopla yo los Dardanelos para tener una salida al Mediterráneo.
Esta magnífica opulencia de explicaciones y causas sugiere que ninguna de ellas es la correcta ni la única. La Gran Guerra fue librada por todas estas razones, dice Taylor, y por ninguna de ellas. Es lo que descubrieron los que decidieron acudir a las armas una vez quedaron encallados en los frentes con millones de muertos, con gases lacrimógenos utilizados por primera vez, con la soberbia de querer dominar a los demás para acabar con un armisticio que sería la semilla de la segunda guerra en la siguiente generación.
Cuando se firman los tratados, la paz y los armisticios, se descubre fatalmente que la guerra fue inútil. Todo podía haberse resuelto con más inteligencia y más humanismo. Siempre se está a tiempo de evitar la barbarie.
Por cierto una barbaridad tambien es visionar al presidente del gobierno del reino de españa con cara de totila en USA.
Y luego ya en plan totila espabilat i nostrat tenemos al Oriolet Pujol, que ha salido barbaro tambien.
El no paseillo de la in_fanta (naranja) por Palma va a ser una barbaridad tambien.
El ataque de horns de la compañera del foferas del Hollande es otra barbaridad y tot plegat es una barbaritat.
Hollande esconde algo. Las tres tienen su punto.
Muy escondido lo debe tener…..porque la pinta de sosainas que tiene no es nada excitante !!
Barbaries al por mayor las seguira habiendo de manera localizada, pero creo que asi en plan guerras planetarias, no, y en caso de que la hubiere y con todo el armamento que hay por ahi, apaga y vamonos.
En Ucrania se manifiestan con espejos y asi los de la porra se ven reflejados en plan barbaro.
En Burgos esta empezando alguna cosita mas que la protesta vecinal que no quiere un bulevard. A los barbaros hay que despistarlos (tambien)
Y en plan pelicula de miedo les recomienro tirar de hemeroteca reciente y visionar el acto institucional en la Seu Vella de LLeida del inicio de los fastos(?) 1714-2014. Y porque fue en LLeida? porque fue la primera capital de provincia que los borbones conquistaron. Una barbaridad!
Sr Foix: Siempre son inútiles..
Àfrica casi es cierto. Inútiles si. Però muy útiles, para los codiciosos ludópatas, avidos de poder y dinero. Que para conseguirlo provocan guerras y conflictos bélicos artificialment e inhumana mente.
A proposito Äfrica, te he dejado otra respuesta, en el articulo del Sr. Foix, del día 09/01/2014, titulado : » Un viaje con mapas imprecisos. » ( Amb el català hi veuràs faltes d’ortografia, però…al buen entendedor…)
Inútiles,Albert,inútiles ,injustas,crueles e innecesarias…..
Detrás de cada guerra hay fabricantes y traficantes de armas. Desde los que cambiaron las piedras por el bronce y éste por el hierro, hasta la gente de Bofors, Oerlikon, Mauser, Krupp o Santa Bárbara.
La guerra suele ser también un negocio para especuladores y desaprensivos, hasta los de los paises supuestamente neutrales, como España en 1914. Luego están los negocios de la conquista, de la reconstrucción de lo destruido y hasta de lo fabricantes de féretros o cruces para cementerios.
Recordad aquello de : «Imagina que declararan una guerra …y que no fuera nadie»
Sr.Foix: la primera causa de aquella guerra y de todas las guerras es la estupidez humana y la ambición de poder…
I afegim també…: un negoci rodó.. !!!
Amb la destrucció es forra la industria armamentistica, amb la reconstrucció, les grans constructores….i per Canals subterranis , politics i banquers lligats a ambdues industries.
Sin duda Rosamaria, la guerra es un ambicioso negocio para muchos…
Y una ruina para quien la sufre..