Es una idea generalmente aceptada que las democracias son hijas de la Revolución Francesa de 1789 que derribó el antiguo régimen y estableció los conceptos de nación y ciudadanía tal como los entendemos hoy. Pero hay motivos para afirmar que la primera revolución moderna fue la que se desarrolló en Inglaterra entre los años 1688 y 1689. Steve Pincus acaba de publicar un extenso estudio revisando las interpretaciones de la revolución gloriosa, de la que Karl Marx dijo que “señaló la primera victoria decisiva de la burguesía sobre la aristocracia feudal”. Sólo puedo escoger unos rasgos de esta gran obra que nos acaba de suministrar El Acantilado.
Mientras en Francia reinaba Luis XIV, el Rey Sol, que es el prototipo de la monarquía absoluta en Europa, abuelo de Felipe V, que gobernó en España durante más de 45 años a partir de 1700 como consecuencia de la guerra de Sucesión española, en Inglaterra se echaba al rey Jacobo II, que era sustituido por Guillermo de Orange, procedente de Holanda, un país que en el siglo XVII era de los más avanzados de Europa.
La revolución gloriosa había comenzado sin que se le tocara una sola flor a la corona ni se rompiera ninguna de las tradiciones. Hubo violencias y enfrentamientos. El mito de que Inglaterra es un país pacífico y cívico se ha quebrado varias veces a lo largo de la historia.
A la luz de las más recientes investigaciones, el autor afirma que las revoluciones se producen sólo cuando los estados se han embarcado en ambiciosos programas de modernización estatal, un requisito imprescindible y necesario para cualquier revolución. La Revolución Francesa ponía sobre el altar de los cambios los más elevados ideales sobre la razón y las ideas. La gloriosa, al igual que la revolución americana, un siglo después, se organizó en torno a la relación de la gente con sus intereses, con el comercio, con los productos manufacturados y con las ambiciones de unas clases cívicas que establecieron la división de poderes de forma sutil, pero real, que ha hecho que aquella revolución menos aparatosa haya perdurado hasta nuestros días sin mayores sobresaltos.
Steve Pincus se inclina por la estabilidad de los sistemas de cuño anglosajón, fruto de la gloriosa. A pesar de las tensiones sociales, la aristocracia, desde el Rey hasta el último noble, supo ceder privilegios para seguir existiendo hasta hoy.
Publicado en La Vanguardia el 28 de enero de 2014
Sr. Foix : Buen articulo. Tomo buena nota y en especial también con todo el último parrafo.
dogbert: Tomo nota de tu respuesta. Donde nos recuerdas la realidad actual.
BartoloméC: También tomo nota de tu respuesta. Donde como dogbert, nos defines con clarividència la realidad actual, cuando dices…
» estamos viviendo la otra cara de la revolución… la involución…empobrecimiento continuo de la sociedad, desaparición de las clases medias y predominio absoluto de las oligarquias… «
P.D. En España actualmente, estamos viviendo ya la involución y la ligarquía de que nos habla, BartoloméC.
Vease las protestan y la indignación e irritación que se està produciendo ya, en todas las plazas y calles públicas de las principales ciudades de todas las autonomias de España. Igualito que en Cataluña. Que no es diferente.
El problema de Cataluña es el mismo que el de todos los ciudadanos del resto de España, però además se le junta la humillación del haber sido obligados por la fuerza de las armas, debido a la guerra de sucesión del 1714 y a la guerra incivil del 1936 a hablar el idioma del imperio: » El castellano español » También nos decían » Hableme en cristiano »
En realidad estamos contentos y honorados de hablar también el castellano español, però no era necesario obligarnos por la fuerza de las armas y de la carcel.
En fin… al buen inteligente entendedor… todos somos iguales ante la ley… però unos son más oligarcas que otros…¡Ó NO, es verdad que algunos imponen su ley particular que no respeta la dignidad humana! Y da igual que sean castellanos, catalanes, gallegos ó bascuences, ect….Porque la oligarquia no sabe de dignidad ni tampoco de ética y honradez humanas.
Pudiere haber sucedido pero no. Pudiere haber sucedido que el Sr. Foix nos hablara del tema de Gamonal-Burgos o de la batalla de la Sanidad en Madrid. Pero no.
Podria suceder que nos hablara de la sustitucion de Pedro Jose Ramirez Codina al frente de El Mundo.
Tambien que nos comentara esta justicia-chicle que ampara a los Nuñez de turno y tantos otros.
O del enfado de la culerada soberanista porque Puyol ha escogido Manuela como nombre de su hija.
O del desprecio de la Camacho al Parlament.
O de la demanda por sedicion de manos limpìas a Artur Mas.
O de como entran en la lista Forbes el tandem Pique-Shakira.
Pero no sucedera.
Mejor hablar de «revoluciones gloriosas» que de paso ha salido en LV papel.
Tema candente.
Involucion nos advierte BartolomeC, pues si, por todas partes.
I també hagués pogut ser que el Sr. Foix ens parles de les «impublicables» Balances Fiscals, …però no !!…
Sr.Foix: estamos viviendo la otra cara de la revolución…la involución…empobrecimiento contínuo de la sociedad, desaparición de las clases medias y predominio absoluto de las oligarquias…