Italia ha vuelto donde solía. Tres gobiernos en dos años. Es el país con más ex ministros vivos de Europa. Ahora va a alcanzar un nuevo record. Tendrá el primer ministro más joven de toda su historia.
Matteo Renzi, a sus 39 años, es alcalde de Florencia, visitador impulsivo de los medios de comunicación, retórica fácil, redes sociales fluidas y el prototipo del político-impacto. No ha sido elegido miembro del parlamento ni tampoco primer ministro. Italia hace muchas leyes y las deshace o sortea sobre la marcha.
El experimento Mario Monti, un hombre bien preparado, no dio resultados. Berlusconi le zancadilleó desde los pasillos de los tribunales y desde su influencia mediática.
Renzi tiene un perfil de demócrata cristiano de izquierdas, una combinación que en Italia se practica con frecuencia. Es un hombre joven con prisa. Hasta tal punto que forzó la dimisión de Enrico Letta, compañero del Partido Democrático, porque no había realizado las reformas prometidas al tiempo debido. Es decir, lo echó sin escrúpulos para ocupar su puesto. Es sospechosa tanta celeridad sin respetar ninguna de las formas. Esto es Italia.
El presidente Giorgio Napolitano, un respetado anciano templado en los tiempos de la guerra fría cuando el comunismo se llamaba comunismo, le ha encargado formar gobierno. La votación no será rápida ni sencilla. Tiene que recabar los apoyos necesarios para tener una mayoría para ser investido. Da la impresión que Renzi se ha asomado al abismo.
La sombra de Berlusconi le ha protegido en el pasado aunque le rechazaba que militara en un partido de izquierda. Renzi quiere acometer una reforma constitucional, crear puestos de trabajo y recurrir a los impuestos para reducir el déficit.
No lo tiene fácil. Quiere proseguir hasta 2018. No es probable. Italia entra en la rutina de los gobiernos breves, convulsos, contradictorios. Habrá quien añore a Berlusconi, el que más tiempo ha gobernado a Italia desde la guerra. Se atribuye a un estadista del Rinascimento que gobernar a los italianos no es difícil. Es inútil.
Sr. Foix: Pienso que las nuevas generaciones de jovenes, con idees nuevas però con poca experiència ó ninguna, están empujando a las viejas generaciones con experiència.
Y esto, para bién ó para mal hará cambiar, de momento, la manera de llevar la política, però luego todo volverá a lo mismo.
Es decir a la corrupción, a la tolerancia y a la permisividad.
Y como dicé BartoloméC…» veo a los italianos Renzando en dos días…»
Y los españoles…Rajoyados…por no Renzar…
¡ Hay las nuevas generaciones de políticos…( Como diría BartloméC ) » …que miedo me dan…»
España proximamente se parecerá. Esto será ingobernable.
Matteo (Renzi) tuvo la «iluminacion» de entregarse a la politica en 1999 haciendo el Camino de Santiago como boy scout, despues de terminar la carrera.
Cosas del Camino del escultismo, de las carreras y de iluminaciones varias.
A otros se les aparece Sta Teresa….y así nos va, dogbert.
Africa piensa que esto no funciona desde hace mas de quinientos años y aqui estamos. Yo creo que la cosa esta al punto, siempre y cuando no salga un sosias del timbaler del Bruc haciendo el notas.
Menos mal Dogbert que no le dio por la ruta del Bakalao…
Sr.Foix: qué miedo me da…
Si, Sr Foix, esto es Italia….
Àfrica…veo a los italianos Renzando en dos días…
Que renzen que renzen…..que lo van a necesitar ( el renzo)