Es saludable pensar en el valor de la libertad en todas las épocas. Cuando se habla poco o de pasada de las libertades individuales se corre el riesgo de olvidarlas y someterse a los arbitrios de unos pocos, o de muchos, que más da, que quieren uniformidad de pensamiento y de acción.
La sociedad es plural por naturaleza. Querer encasillar a todos en un partido, siempre será una parte, es un abuso contra la dignidad de las personas.
Voy a reproducir tres textos sobre la libertad extraídos de lecturas antiguas. El primero es de Stefan Zweig en sus ensayo sobre Montaigne. Dice Zweig que “el único error, el único crimen es querer encerrar la diversidad del mundo en doctrinas y sistemas, apartar a otros hombres de su libre albedrío, de lo que realmente quieren, y obligarles a querer algo que no está en ellos. Así actúan los que no respetan la libertad, y Montaigne nada aborreció tanto como el frenesí de los dictadores del espíritu que, con arrogancia y vanidad, querían imponer al mundo sus novedades y para quienes la sangre de cientos de miles de hombres nada importaba, con tal de salir victoriosos”.
La otra cita es de José Antonio Marina que en Los sueños de la razón escribe que “cuando en mayo de 1793 la Convención aprobó el tribular revolucionario, Marat explicó el sentido de la medida: la libertad, dijo, debe establecerse mediante la violencia. Ha llegado el momento de organizar momentáneamente el despotismo de la libertad para destrozar el despotismo de los reyes. Eso ya lo había dicho Rousseau cuando afirmó que hay que obligar a la gente a ser libre”.
La tercera referencia la escribe George Steiner en The New Yorker hablando del peligro de la tiranía. Dice que “lo que es aún más deprimente, sabemos – y deberíamos saber desde las fantasías utópicas de Platón – que los ideales de igualdad, de racionalidad colectiva, de austeridad abnegada, solamente se pueden imponer en un coste totalmente inaceptable. El egoísmo humano, el impulso competitivo, el ansia de despilfarro y ostentación solamente pueden ser ahogados por unan violencia tiránica. Y, a su vez, aquellos que ejercen semejante violencia se desintegran ellos mismos en la corrupción. De manera inneluctable, los ideales colectivistas-socialistas parecen conducir a una forma u otra de Gulag”.
Fin de las citas.
«El único hombre que es realmente libre es aquel que puede rechazar una invitación a comer sin dar una excusa.» Renard.
«Que ningú no s’enganye, l’acompliment de la llibertat és el llibertinatge. Jo en sóc partidari, siga dit de passada» Joan Fuster.
Muchas veces el que proclama la libertad lo que quiere decir es que se dejen de cumplir unas normas para que se empiezen a cumplir las suyas. Por eso me gusta la frase de Fuster.
Sr. Foix: Pienso que la libertad absoluta no existe. Ni entre los humanos ni entre los animales. Ni tampoco la tiene ningún ser viviente.
También pienso que los humanos tenemos tenemos la facultad de ver ó juzgar las cosas y los temás, con 2 ó 3 criterios ó mentalidades diferentes.
Ejemplos : Podemos hacer el bién, el mal ó pasar de ellos o límpicamente.
Podemos juzgar cualquier tema del derecho, del revés, negativamente ó positivamente y según los intereses personales ó nuestra visión, aprendida, del tema.
Más ejemplos: Existe la corrupción y la opulencia de gentes que se hacen multimillonarias en euros, la tolerancia, la connivencia, la prevaricación, conviviendo con el desamparo del paro, la miseria, la esclavitud real y la de salarios mínimos y minimisimos, ect. conviviendo con gentes que tienen ética, honradez y que ayudan a sus semejantes necesitados. A pesar de que ellos mismos lo necesitan.
En fin existen muchas formas de ver y juzgar nuestras libertades, nuestro criterio y nuestra aplicación ó interpretación de todo ello.
Ahora me viene a la memoria un artículo, que la Vanguardia publicó hace unos 15 ó 20 años, que ocupaba casi 2 paginas, donde hablaba de la esclavitud que había en algun país árabe próximo y otro del medio oriente.
Aunque una cierta esclavitud puede existir en todos los países del mundo.
Otra cosa es que la sociedad lo tolere y lo permita. Como aun está ocurriendo en algunos países.
No comment…
Al buen entendedor…
Muy bueno su comentario. Pero mejor ,toda vía , la oportuna pregunta del Sr Caparros. Puede haber una explicación ? Lo habran comprendido sus alumnos? Intrersante.
Està clar que una llibertat amb violència no és llibertat. La violència per si mateixa deslegitimitza l’exercici de la llibertat. Per tant, no es pot acceptar cap imposició per la força. En canvi s’han de buscar solucions basades en el diàleg, la llibertat d’expressió i el concens de la majoria.
Soc un eacriptor habitual, de cartes als directors i per experiencia acustumoa encertar quan una carta no sera publicada a cap periodic o si es publicada sovint endevino en quin perodic sortira .aclaro que comento pero no critico a petsoned
Penso que la censura encara filtre
Comparto su opinión…
Francamente, excelentes citas, Sr. Foix. Pero la de Marat condujo al Terror. ¿Cómo es que en aras de «la libertad, la igualdad y la fraternidad», cortaran la cabeza a los que no pensaban igual?
Estos días pasados me ha tocado explicarlo en clase.
Agradecido, le saluda
J. M. Caparrós Lera
Catedrático de Historia Contemporánea (UB)
Sr.Foix: La principal libertad que más me preocupa es la de pensamiento, la de poder decir y opinar libremente, sin miedos, sin censuras, sin temor a represalias…
http://www.numaniaticos.com/uno-de-los-mejores-videos-musicales-que-he-visto-en-mi-vida/
Extraordinario…y extraordinarias…
La misma libertad,Bartolomé, que les permite romper con la rigidez de la música clásica, la misma libertad que me pido para decir,en estos días, que García Márquez no es mi autor preferido. Me gusta pero no comparto el entusiasma general….No puedo contradecir a gente mucho más entendida y con más cultura que yo pero sí quiero poder expresar ésta o cualquier otra opinión sin que me miren con condescendéncia. Es mi gusto y debería ser respetado .
Te confieso que nunca he podido conectar con la obra de García Márquez, seguramente es culpa mia, pero he intentado varias veces leer sus obras y no me ha sido posible acabarlas…
Ahora no recuerdo a quien le preguntaron qué opinaba de Cien años de soledad.Respondió: le sobran 50…..