La victoria del BJP, Partido Popular de la India, ha sido un movimiento tectónico en la mayor democracia del mundo. Las elecciones se han celebrado a lo largo de un mes y han depositado papeletas en las urnas 551 millones de indios.
El nuevo primer ministro será Narendra Modi, un nacionalista que en sus años como gobernador de la provincia de Guyarat ha protagonizado una política populista basada en la protección y el enaltecimiento de los valores hindúes. En 2001 la comunidad internacional condenó enérgicamente el hecho que más de un millar de musulmanes murieran en su provincia sin que el gobernador Modi hiciera lo que se esperaba para evitar aquellas matanzas.
La comunidad musulmana y la minoría cristiana han recibido la victoria del BJP con preocupación. El Partido del Congreso, de la dinastía de los Nehru y los Gandhi, ha sido derrotada sin paliativos. Modi ha ganado por mayoría absoluta, una situación que no se conocía en los últimos treinta años en la India.
La victoria del partido nacionalista se ha basado en la promesa de crear empleo y en el crecimiento económico que se ha ralentizado en los dos últimos años. La cuestión nacional ha ocupado en segundo lugar en la campaña.
Pero la biografía personal del nuevo primer ministro está impregnada desde su juventud de una identidad entre la ideología nacionalista que confunde o solapa la identidad nacional india con la religión hindú. En los últimos diez años Modi ha sido persona non grata en muchos países occidentales por su responsabilidad o complicidad con los incidentes de 2001.
Pero en el día de hoy ha recibido la llamada del presidente Obama que ha virado la política internacional de Estados Unidos hacia Asia y el Pacífico. La mayoría de políticos occidentales le han hecho llegar sus felicitaciones. India es importante por sí misma, es el segundo país más poblado del mundo, y se encuentra entre los países emergentes. Pero también está en el tablero de la política internacional como un factor para atenuar el creciente papel económico, militar y político de China en Asia y en el mundo.
La situación de los musulmanes en la India es delicada. Los británicos tienen alguna responsabilidad en ello. Cuando se produjo la independencia de India en 1947 se obligó a emigrar a Pakistán a todos los musulmanes. Tanto al Pakistán occidental como al oriental, hoy Bangladesh. Se protagonizó la emigración forzada más numerosa de la historia. Y fue por motivos religiosos.
La realidad es, sin embargo, que en estos momentos hay más musulmanes en India que en Pakistán, un país con conflictos permanentes y que, como la India, posee la bomba atómica.
La victoria del populista y nacionalista Modi abre una etapa nueva e incierta en India que ha sido dominada por las castas y por las grandes familias que controlaron aquel inmenso país prácticamente desde la independencia de Gran Bretaña que fue gestionada por Lord Mountbatten, asesinado por el IRA en 1979 en las costas de Irlanda cuando salió a pescar. Varios miembros de su familia fueron asesinados en la misma acción terrorista.
Sr. Foix los extremismos són siempre malos vengan de dónde vengan.
Sr Foix: Crucemos los dedos esperando que no se hayan equivocado….por muchos miles de votos que haya conseguido.
Sr.Foix; Las cifras de estos paises se me escapan…leo que Modi ha obtenido trescientos millones de votos…solo de pensar en el recuento de papeletas me provoca sudores…