El fútbol no explica el mundo. Ni tampoco lo interpreta o lo transforma. Si el Tour es una magnífica excursión por los milenarios parajes de la Francia eterna, hora de la siesta, calor insoportable, homenaje al esfuerzo individual y colectivo, el Mundial de fútbol es un recorrido por la geografía humana y física del mundo. Vienen del norte y del sur, representan países pobres y ricos, cantan himnos que les salen del corazón o callan porque simplemente no tienen letra para el himno.
Qué anomalía la de la Roja. ¿No se podría improvisar una letra sin necesidad de que pasara por el gobierno, el Congreso y la sanción real? Una cuestión práctica, una iniciativa de la Federación, algo para salir del paso. Aquí lo dejo. El jueves empezará a rodar el balón por los estadios repartidos por el gran Brasil.
Habrá protestas en las calles, denuncias de abusos, posiblemente de corrupción. Pero el nacionalismo del fútbol mantendrá la atención en todos los continentes. Juegan los astros mundiales, los personajes más bien pagados sin necesidad de cursar estudios, acudirán primeros ministros a medida que se acerque la final. Se identificará la camiseta con un estado.
El país que se lleve la Copa del Mundo vivirá momentos de gloria. Pero luego todo volverá a ser normal. Las insignias nacionales serán reconvertidas en los escudos de los grandes equipos europeos que les pagan lo que no valen. Pero les pagan. Es la televisión, estúpido, que diría Clinton. Son los derechos televisivos que van recaudando millones de euros para entretener al personal de la globalización.
Todo esto es bien cierto. Pero durante un mes, hasta el 13 de julio, llevaremos las gafas futboleras. Mucho más que en la temporada alta. Messi, Neymar y Ronaldo tienen su hora. Argentina, Brasil y Portugal. Pero hay más candidatos entre los aspirantes.
Publicado en Mundo Deportivo el 10 de junio de 2014
Sr.Foix: nos esperan unos días de distracción masiva…
Ghana es la favorita por definición.
Ahora queda por saber Francis si a los ciudadanos Brasileños les da la Ghana que el mundial se celebre sin altercados…
Es un tema complicado creo que la sensación que tiene la población es que los beneficios del mundial no se vana redistribuir y que hay otras prioridades. Yo soy muy pacifista y eso también incluye estar contra la violencia estructural, pero tampoco vivo en Brasil para saber del tema, vivo aquí y ya me entero poco de lo que pasa en la ciudad.