He releído Las formas de la vida catalana de Josep Ferrater Mora. Es un ensayo filosófico pasado por el tamiz de la historia y con vistas al futuro. Es bien sabido que hace especial referencia a cuatro rasgos de la forma de vida de los catalanes: la continuidad, el seny, la mesura y la ironía.
Seguro que hay muchos otros rasgos a destacar, como en cualquier otro pueblo o nación. Ferrater reflexiona sobre la mesura haciendo la distinción entre ideal y realidad. No hay que confundir los términos y procurar aproximarlos. Insiste Ferrater en que a los catalanes no les gusta mucho que les tomen por incompetentes. Nos gusta que las cosas estén acabadas, bien hechas, plásticamente bellas.
Ferrater sugiere que “ni utilitarismo empobrecedor ni utopismo fantástico: mesura en la realidad y mesura en el ideal”. Si algo puede observarse en el interesante y galopante momento que vive Catalunya es una cierta falta de mesura. Parece como que organizar la manifestación más grande que ha conocido Europa – no sé quién cuenta o dónde están las clasificaciones históricas- sea un modo de hacer política habitual. Los ideales puede y deben trasladarse a las calles pero la realidad de la complejidad de los intereses de la política se maneja en las instituciones.
Es una falta de mesura el pretender resolver una situación exhibiendo la fuerza, cuando se parte de la debilidad política y económica. La mesura es cálculo y realismo. La mesura, insiste Ferrater, puede ser una virtud y una fuerza creadoras. Con su sello de filósofo que no olvida sus raíces ya que siempre piensa en ellas estando lejos de Catalunya y de España dice que nla “actitud mesurada es una actividad, y aun una actividad incesante. Por eso la hemos llamado “dialéctica”, pues, como ésta, la mesura es afirmación y negación con vistas a una integración.
En todo el proceso mezclado de ilusión y realismo que vive Catalunya se echa de menos unos gramos de ironía individual y colectiva. Este “caixa o faixa” se ha ejercitado con frecuencia a lo largo de la historia. Pero encuentro que cuanto nos ocurre y cuanto ocurre a un gobierno de Madrid que da golpes de Constitución a diestro y siniestro, sería mucho más interesante, más fructífero, con abundantes dosis de ironía. Todo es muy macizo, petrificado, definitivo y dogmático.
Al fin y al cabo nos espera a todos una mesa, grande o pequeña, ahora o más tarde, en la que se tendrán que dirimir las diferencias. No va a haber vencedores absolutos ni derrotados humillados. Más realismo y menos sectarismo en todos los ámbitos.
No sé si las reflexiones van por detrás de los acontecimientos. Los artículos del Sr. Foix son equilibrados y promueven el entendimiento. Sin embargo, esto no se observa en la política, las posiciones son rocosas y no parecen dar opción a la negociación inteligente. Muchos políticos deberían abandonar sus cargos para que otros puedan promover acuerdos que beneficien al pueblo, pero el poder y la política van juntos y dejarlo es duro. Pensamos que el pueblo es el que decide pero, en realidad, lo hacen aquellos que se reclaman sus representantes y que se suben al carro de la historia en el bando ganador. En los años venideros percibiremos aquello en lo que acertamos y aquello en lo que nos equivocamos. Creemos tener la razón en ¿un 100%?, derechos; sí, es probable, pero ya estamos en manos de otros que deberán ser justos y honrados: ¿Quienes? Hemos visto a lo largo de la historia grandes movimientos de masas, revoluciones, pero no parece que recordemos quienes eran los que tomaban las decisiones, y hacían las leyes.
Cuando me digan con claridad a donde nos lleva la independencia, pensaré en mis intereses. Mientras tanto, el tema aburre hasta la saciedad.
No me fío ni de unos y menos de otros. Todos han perdido la credibilidad necesaria para que un país confie en ellos. Y ese desencanto general abrirá camino a Podemos y no sé si entonces el seny se convertirá en rauxa. Actitud esta última que parece que el filósofo no tiene en cuenta.
Casi nadie se atreve a hablar con la mesura de la realidad palpada, que no es la de quien mas grita. Solo luces cuando en tertulias alguien se atreve a decir vamos camino de Quebec, aunque nos prometen el oro y el moro.
Los de la unidad de España la rompieron, prepárense
Suso de Toro
Ni el Estado ni el sistema político tienen en este momento autoridad moral para afrontar los retos políticos que los cuestionan democráticamente. Se trata de una verdadera crisis de Estado.
Se trata de un país donde acaba de dimitir de la jefatura del Estado un rey dejando a un sucesor caído del cielo, quien carga con los poderes del Estado pero sin otra autoridad moral que ser hijo y sin que la ciudadanía lo haya reconocido de modo alguno.
Un país con un presidente de Gobierno que mintió en sede parlamentaria acerca de las finanzas de su partido y las propias, dejando así al Congreso anulado para el resto de la legislatura: no se puede reconocer, negociar ni pactar con un Gobierno sostenido sobre la mentira. Un Gobierno sobre esas bases degrada a la sociedad. Un país en el que el jefe de gabinete del presidente, siendo conocedor de posibles delitos de la familia Pujol, en lugar de informar a la justicia lo utilizó en beneficio político propio, instigando y maniobrando para que fuese conocido en el momento que le era más útil al Gobierno. Los SMS publicados en este diario prueban esa perversa y probablemente delictiva conducta política, se trata del «alguacil alguacilado». Es una conducta política realmente inconcebible en países democráticos, haría caer a un Gobierno, sin embargo se trata de un país donde la oposición no reclama responsabilidades por esas actuaciones.
Un país donde tanto la presidenta como el secretario general de un partido, el PSOE, no se han enfrentado a las urnas y carecen por ahora del aval de la sociedad. Se trata de un partido que fue realmente el constructor de los consensos sobre los que ha descansado el sistema político español, y que ahora reacciona agobiado por conservar un lugar, ser el principal partido de la oposición.
En ese país el anterior monarca vaga en su desprestigio y cuanto más se sabe de él más perjudica al reinante y los anteriores presidentes del Gobierno vivos «quemados», por distintos motivos, para la sociedad. Un país así es, en suma, una sociedad descabezada, sin referencias morales ni políticas. En ese país alrededor de un millón de ciudadanos, la mayor concentración política de Europa, ocupa organizada y pacíficamente las calles de una ciudad por tercera vez para reclamar un referéndum que el Gobierno les niega. Y es entonces cuando en un mismo día fallece el primer banquero del Reino, ingresa en el hospital otro por caída de caballo y también es hospitalizado el presidente de los grandes almacenes símbolo del consumo español, quien fallece cuatro días después. Parece que se acumulan los ingredientes para una «tormenta perfecta».
Tras años de políticas antisociales y divisoras nacionalmente, con capas sociales destruidas y sin esperanza, lo que preocupaba al banquero fallecido, verdadero tutor intelectual de la política económica, eran dos temas: los catalanes y Podemos. Tiene lógica política; desde su punto de vista, claro. Pues eso supone que no importa toda esa basura, corrupción, incapacidad y destrucción social mientras la máquina siga rodando, mientras el Estado no sea cuestionado. La corrupción, el secuestro de la política por parte de los poderes financieros, es la base de este sistema político económico, lo único que lamentan los poderes que se benefician de este sistema es que eso que estaba oculto ahora se muestra al público. Pues eso está creando el rechazo de muchas personas al sistema político.
Tenía toda la razón el banquero: el sistema es cuestionado por dos disensos, por un lado un partido que se nutre de denunciar el sistema político y económico y, por otro lado, la voluntad a la que fueron llegando los catalanes de decidir su destino. Ni el Estado ni el sistema político tienen en este momento autoridad moral para afrontar los retos políticos que los cuestionan democráticamente. Se trata de una verdadera crisis de Estado.
Quienes se reían de la «España plural» y oponían todo tipo de objecciones, ahora la invocan, cuando el daño ya está hecho. Y ante la gravedad de la situación aparecen reacciones nerviosas por parte de quienes temen cargar las culpas por haber conducido las cosas hasta aquí, procuran trasladar sus culpas al contrario o a un chivo expiatorio. Como la aparición en el diario El País de José Bono señalando a Pasqual Maragall como el culpable de un «engaño» separatista. No fue Aznar quien azuzó el españolismo contra el catalanismo, no fue el PP de Rajoy quien recogió firmas contra Catalunya y su pretensión de un nuevo estatuto, no fueron quienes llevaron el Estatut al Constitucional, no fueron quienes le «pasaron el cepillo», no fue el Constitucional… El culpable fue Maragall. Fue el Parlamento catalán, fue la ciudadanía que los votó… Fueron los catalanes. Y si no fue Maragall, fue Pujol como demostraron los «investigadores privados» Moragas, Rajoy y Alicia.
El Ministerio de Margallo ha demostrado ante Holanda y las sociedades democráticas lo que son capaces de hacer, si directamente censuran un libro, y en un país extranjero, porque están en desacuerdo con el relato histórico los españoles deberían preguntarse qué clase de información les llega de este Gobierno y los medios de comunicación que lo sostienen. Pero más grave aún que censurar un libro es lo que demostró ese incidente: la administración del Estado español actúa contra la administración de la Generalitat catalana, un enfrentamiento nacional interno expuesto a los ojos del mundo. Son dos administraciones con intereses contrarios y en conflicto abierto, es natural que Margallo reitere amenazas anteriores de su partido y su Gobierno de emplear la fuerza del Estado contra el Parlamento catalán.
La pretensión de suspender la autonomía catalana plantearía una situación de dimensión histórica nuevamente. La Generalitat tiene un sustento en sí misma y una continuidad no sólo política sino administrativa, no nace de la Constitución que se limitó a reconocerla, sino del Govern en el exilio. Tarradellas ya era presidente antes de volver del exilio. Si el Gobierno suspendiese la autonomía se podría repetir la situación de que un Govern se exiliase. La irresponsabilidad y la incapacidad de resolver las cuestiones democráticamente han conducido a una situación impensable hace diez años.
Una situación donde tiene más responsabilidad quien más fuerza tiene, quien tiene el Estado. A esto ha conducido el nacionalismo español encastillado en las instituciones del Estado, conducido por la derecha oligárquica pero acompañada por sectores del PSOE y nuevos elementos políticos surgidos en los últimos tiempos. El día a día de los grandes medios de comunicación madrileños, absolutamente parciales.
El Estado español y España como proyecto colectivo posible han llegado a un punto de no retorno, de un modo u otro se desencadenará una crisis en los próximos meses. Con Rajoy, Margallo, Wert, Gallardón, Mato, etc, es imposible que esa grave crisis se conduzca en términos democráticos que abran diálogo, así pues prepárense porque habrá turbulencias.
*Font: http://www.eldiario.es/zonacritica/unidad-Espana-rompieron-preparense_6_304179597.html
INMILLORABLE.. !!!
Es la realidad tal y como la ve y la vive en sus carnes, cualquier ciudadano español, catalan, castellano, galllego ó vascuence, incluidos todos los demás ciudadanos españoles de todas las autonomías.
Este ciudadano es un cotizante ó que ha cotizado al Fisco del Estado y que ahora padece el desamparo del paro ó que lo vislumbra ó también vive las consecuencias de las varias crisis provocadas presuntamente por algunos presuntos que van de Bar y de Cenas ó también otros presuntos que prefieren el Peix al Cobe.
Sr. Foix, estic d’acord amb la seva última conclusió expresada en l’ últim paràgraf, però discrepo notablement de les seves opinions pel que fa a les grans manifestacions….si ens prenen la veu, què ens queda ??…creu que algú sabría de nosaltres , si no haguessin existit aquestes grans manifestacions ??…..tenim alguna altra manera de fer-nos escoltar ??…i si haguessin sigut de menor intenssitat…algú hagués parat atenció ??….no hi ha desmesura en el to de veu d’un poble que n’està més que tip d’ esser «ningunejat».
Sr. Foix: Bueno y apropiado artículo.
Me quedo con los dos últimos parrafos. Por su realismo.
También me quedo con las respuestas de Aurelia Esteve, BartoloméC, dogbert.
Aun seguimos igual. La desmesura y el panzacontentismo de los privilegiados, la frescura, la corrupción, la tolerancia, la connivencia, el cohecho y la prevaricación que dominan el cotarro, les paraliza la mente y les incapacita para vivir la realidad de los millones de personas en el desampafro del paro, ect. y por ello continuan yendo de Bar y de Cenas ó prefieren el Peix al Cobe.
Efectivamente hay desmesura y falta de talento en como interpretar el problema y la solución. ¡ Que realmente, la hay !
Y es el dialogo constructivo, talentudo, clarividente y eficaz.
Al buen entendedor…
P.D. Observo que el transcurso del tiempo, no lo percibe de igual manera, el privilegiado por su posición, puesto de trabajo, ect. ó el que está en el desamparo del paro, del sin ingresos y del sin vivienda.
Han transcurrido ya unos 7 años desde el año 2007, delinicio de las varias crisis y los que lo tendrían que haber solucionado, pero que van de Bar y de Cenas y disfrutan del Peix al Cobe, sighuen diciendo : … ¡ Hay que hacer…Hay que hacer …!
Pero los que pasan hambre y dificultades extremas el tiempo ya se les ha acabado.y lo vivien de una forma desesperada y dramática.
Existe solución,peroalos que les sobra eldineropormillones y millones de euros, no les da la gana y tampoco, ni lo piensan, ni lo viven.
Potser ha arribat el moment en el qual els intel·lectuals orgànics del sistema polític-econòmic que està fent aigües per tot arreu se n’adonin que “els temps estan canviant”. La globalització afecta tots els aspectes de la convivència i cal, com assenyalen pensadors com Morin, articular molt bé les relacions entre les realitats locals i el món global. Les elits extractives, polítiques i mediàtiques que, en les societats formalment democràtiques estan camí d’eliminar tota divisió de poders en què es fonamenta la Democràcia, però també de perdre tota credibilitat davant la ciutadania. És per això, senyor Foix, que la ciutadania catalana s’empodera i organitza en un entrellat associatiu sense precedents que li ha de permetre construir “un nou país nou”. Tractar de desqualificar o infravalorar el cos social creixent que construeix cada día una ciutadania compromesa, culta i responsable (justament allò que Renan considera una Nació), i menysprear les seves exemplars manifestacions que en són només l’epidermis del procés social en marxa, evidencia una notable superficialitat en la seva anàlisi. La seva afirmació que “Los ideales puede y deben trasladarse a las calles pero la realidad de la complejidad de los intereses de la política se maneja en las instituciones” dóna una imatge desfigurada, sinó invertida, de la realitat. No entén o ignora que els ideals i les propostes de futur, en una societat que pretén esdevenir una república laica de ciutadans lliures, les generen avui “el carrer” i els polítics que hi sintonitzen i no el populisme demagògic i incompetent d’aquells que, sense merèixer-ho, s’han apropiat de moltes institucions.
Senyora…..rebi el meu, més entusiasta aplaudiment pel seu comentari.
Sr.Foix: venimos de unos tiempos de desmesura y grandilocuencia, algunos todavía ni se han enterado de la que nos está cayendo encima, viven en otro mundo…
En LV sale una foto del Sr. Iceta y el Sr. Sanchez dandose aire con el abanico, debia ser en el aquelarre anual de Gava.
Uno de los grandes debates de la semana ha sido por motivo de la llamada del Sr. Sanchez al programa de Jorge Javier. Fernando Onega en LV con su ironia gallega, se pregunta que hace el mirlo blanco de los socialistas viendo el programa de Jorge Javier y que llame para aportar su punto de vista a otro gran tema nacional como es el de la barbaridad de Medinaceli con los toros.
El Sr. Iceta a su vez se ha ofrecido al Sr. Mas para acabar la legislatura.
Gregorio Moran ayer sabado en LV comentaba el despliege a la «norcoreana» efectuada por el pueblo llano el ppdo. 11S
Remei Margarit a su vez en el mismo medio se preguntaba que hacia una señora, en principio de la sociedad civil, anunciando despues del happening del 11S que el 9N se votaria.
Si, falta mesura y sobra papanatismo. Habra que ser desmesurado por una vez y para algo que valga la pena, por ejemplo para amortizar de una vez a un sistema y a unos personajes que se han quedado sin discurso ni recurso para los tiempos actuales y ni que decir, para los que vienen.
Alcanzar nuevos tiempos con realidades y no con desmesuras 9N que lo inundan todo hasta el hartazgo.
El «ninguneo» es el hartazgo, dogbert..y ni el humor ni la ironia pueden con él….estoy hasta el moño de los dictadores constitucionales.
Tu sabes Rosamaria que en el fondo estamos de acuerdo, todos queremos quitarnos esta roña de encima. Disentimos en la forma y quiza en los objetivos, pero tambien habria que hablarlo y vete a saber. Pero si de verdad estamos de acuerdo en lo primero ya tenemos mucho en comun. Simplemente, y no es poco, se trata de que no nos perdonen mas la vida, que no vayan de prepotentes, que no nos miren por encima del hombro, que tengan respeto por la funcion que ejercen. Y que tengan claro que si no ejercen de manera honesta y correcta los vamos a botar y nunca mas los votaremos. B alta y B baixa, hay y va para todos.
OK !!
Hay humor por las partes pero es malo. Tampoco se han definido mucho nunca por la distancia irónica que decía la voss del trópico. Una sociedad de solemnes frívolos es lo que somos.