Tres victorias contundentes y un Messi sublime han devuelto la calma transitoria al barcelonismo. Si el Barça está enchufado y tiene mentalidad es imparable. Así explicaba el entrenador del Depor, Víctor Fernández, la diferencia entre uno de los grandes y uno que sólo aspira a la permanencia. El tridente – Messi, Neymar y Suárez – barrió al Atlético de Madrid. El festival de Messi, qué inmenso gol de cabeza, abría la exhibición en Riazor que acabó con otro ‘hat trick’ del genio argentino. Se han cerrado todos los debates, incluso la campaña electoral ha enmudecido.
Pero la tregua tendrá una caducidad breve si mañana no resuelve con la misma solvencia ante el equipo de Simeone en el primer partido de la eliminatoria de la Copa. Los jugadores del Barça pueden conseguir títulos si se lo proponen. En ello están, a juzgar por el juego y los resultados desde la eliminación del Elche. Ha aparecido una sintonía que parecía imposible entre Messi, Neymar y Suárez. Esta es la clave de los doce goles en los últimos tres partidos. Pueden y saben. Y lo han hecho. Los nervios y la ansiedad habituales de Lucho parece que se han atenuado. Uno de los secretos del éxito de cualquier técnico es establecer una relación amistosa y de autoridad humana con su equipo. Se ha terminado la primera vuelta con 44 puntos, a uno del Madrid que ha jugado un partido menos. Es una posición aceptable pero insuficiente para asegurarse la Liga.
Bravo ha encajado sólo 9 goles y la defensa se ha estabilizado. Luis Enrique tendrá que pensar en qué hace y cómo consolida un centro del campo todavía no definido. Empieza la batalla para ganarlo o perderlo todo. Mañana se jugará uno de los muchos partidos cruciales de la temporada. Quedan muchos más. Lo serán todos. El margen de error se estrecha y no queda espacio para más experimentos. El equipo tiene hambre de títulos. El barcelonismo los exige.
Publicado en Mundo Deportivo el 20 de enero de 2015
Sr.Foix: con elecciones a la vista el Barça es un sin vivir…el enfrentamiento copero con el Atlético de Madrid del niño Torres dará la autentica medida de la reacción…