Europa tiene un problema con Grecia que puede resolverse con dificultades, pero tiene solución. La otra crisis que afecta a Europa y al mundo es la guerra que está en marcha en Ucrania con un balance de más de cinco mil muertos.
La complejidad de la situación en Ucrania no puede resumirse en un relato de buenos y malos. Vladimir Putin se quedó con la península de Crimea con un zarpazo político y militar. Alteró las fronteras en cuestión de semanas. Las milicias pro rusas que actúan al este de Ucrania tienen apoyo militar y económico de Moscú. En la región del Donbass se libran batallas con muertos a diario y con la pugna para controlar la ciudad de Donetsk.
La historia nos revela que cuando se tocan las fronteras en Europa central, las consecuencias suelen ser nefastas y con frecuencia se traducen en conflictos armados. Ucrania defiende la unidad nacional, incluida la parte oriental de cultura y lengua rusa. Los pro rusos se han rebelado contra Kiev. El conflicto puede desembocar en una guerra abierta.
Europa y Estados Unidos han entrado en una zona históricamente relacionada con Moscú. La UE ofreció un tratado de relación especial que ha sido interpretado por Moscú como una injerencia en una área de su influencia. La OTAN acogió a las repúblicas bálticas que habían sido soviéticas desde la guerra hasta los años noventa.
El nacionalismo ucraniano ha chocado con el nacionalismo ruso. Occidente se ha posicionado al lado de los gobiernos ucranianos. Ayer viajaron a Kiev la canciller Merkel y el presidente Hollande. Se entrevistaron el presidente Poroshenko y hoy se van a trasladar a Moscú para visitar a Putin y tratar de llegar a un acuerdo que pacifique la región.
El alto el fuego acordado en septiembre en la capital de Bielorusia no ha conseguido detener las hostilidades. Los rebeldes han conquistado nuevas tierras y las batallas se libran a diario en las dos provincias orientales. La situación es muy delicada. En Estados Unidos se debate la posibilidad de enviar armas a Ucrania. Europa ha optado por la solución diplomática. No hay que esperar grandes resultados de la cumbre de Merkel y Hollande con Putin.
El problema está en Ucrania. Pero las causas del problema están en la tensión de las relaciones entre Moscú y Occidente. Putin considera que su área de influencia, en un país que fue soviético y ruso durante siglos, no puede ser inquietada por Occidente.
Habrá que ver si los políticos o el aparato militar de la OTAN imponen sus criterios en este conflicto que podría desencadenar una nueva guerra en el corazón de Europa. Hollande y Merkel hacen muy bien en intentar desactivar una guerra local que puede extenderse en el conjunto de Ucrania. No conviene a nadie. Ni tampoco a Putin que alimenta con armas y con la amenaza de cortar la energía a Ucrania. Moscú tiene la llave para amortiguar las tensiones en la zona fronteriza entre Europa y Rusia.
Sr. Foix: No creo que a Rusia y a Putin les interese una guerra con Europa y Estados Unidos. No en valde murieron mas de 25.000.000 de ciudadanos de la antigua URSS, durante la segunda guerra mundial… ¡ Que supongo aun se acuerdan ! Y sobre Europa y sus naciones todos sabemos que idem de idem.
Pienso que la solución dependerá mucho de la edad de sus políticos y gobernantes. Porque supongo que no es lo mismo si las personas han vivido el drama por si mismos ó también a traves de sus familiares directos.
Aunque hemos de reconocer que existen intereses muy importantes y decisivos de grupos lobieros de poder que si que desean y provocan la guerra. Estos son invisibles y por ello pasan desapercibidos.
La historia al igual que la vida es circular no lineal, todo se repite, este tema asusta. Parece que estemos empezando a cocinar una tercera guerra mundial. Es que nunca aprenderemos!
Sr.Foix: tengo la impresión que el bueno de Putin está detrás de parte de las movidas que se están produciendo en el sur de Europa, dudo mucho que en Grécia no haya un plan B de financiación basado en un compromiso ruso…
No se olvide del golpe de Kiev alentado por los nuestros.