Fue el partido más completo, el mejor de la era Luis Enrique, el que dio un puñetazo en la mesa de la Liga y puso nervioso al Madrid a pesar de ser el líder. Luis Enrique dijo con contundencia que es el mismo Barça de la primera jornada y será igual el de la última. Lo del vuelco os lo habéis inventado los periodistas, afirma el técnico asturiano.
Ay!, Luis Enrique, qué candidez tan entrañable. Los periodistas no inventamos los vuelcos sino que construimos los relatos. No podemos ir en contra de la evidencia de los resultados ni tampoco contra la excelencia del juego que exhibe el Barça, con Messi a todo gas y con todos y cada uno de los jugadores explotando sus genialidades en exceso. Qué gran Xavi el domingo. Y qué fortaleza la de los arietes Messi, Neymar y Suárez. Piqué vuelve a ser lo que fue.
El relato de este Barça era pésimo hasta hace cuatro semanas. Luis Enrique sabe que dos tropezones pueden cambiar la historia y ser sometido a la cruel prueba de una salida precipitada. El oficio de los entrenadores es uno de los más interinos de todas las profesiones de elite. Un relato que no es futbolístico ni deportivo sino que es social, económico, político y mediático. No hay manos inocentes en el mundo del fútbol.
El acoso judicial por el caso Neymar dicen que llega a inquietar a las mentes pensantes de La Moncloa. ¿no tienen nada más que hacer? Si su trayectoria no se tuerce, Neymar habrá sido un gran fichaje que, con astucia, lo pretendía Florentino.
Ahí tienen a Carlo Ancelotti que salió humillado del Manzanares. Va líder, ha ganado una Champions y una Copa. Pero le están escribiendo un inesperado relato. Incluso la prensa madrileña le busca sucesor. Todo ha ocurrido en pocas semanas.
Sólo faltaba que Ronaldo se fuera de copas la noche de la gran derrota para celebrar su trigésimo aniversario. Y que se llevara a varios colegas blancos. La inestabilidad está ahora en las entrañas del Madrid. Dependerá de los resultados.
Publicado en el Mundo Deportivo el 10 de febrero de 2015
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