Son momentos, días, semanas decisivos para conseguir títulos. En Sevilla se dejaron dos puntos que pueden ser imprescindibles para ganar la Liga. Esta valoración habrá que hacerla más adelante. Depende de cómo evolucionen el Madrid y el Atlético. Y, por supuesto, depende de si el Barça consigue los 24 puntos que quedan en disputa. La pantalla del Sánchez Pizjuan ya se ha pasado. Será una anécdota si se consigue el campeonato aunque sea por una diferencia mínima. El Barça no tiene un problema de talentos sino de carácter de Luis Enrique, de egos de los jugadores y de las cambiantes actitudes de comentaristas y socios. El talento no está en discusión. Messi fabrica goles inesperados desde cualquier ángulo. La tripleta con Neymar y Suárez es la más devastadora de la Liga. Piqué y Mathieu han dado consistencia y seguridad a la defensa. El centro del campo está en la transición después de la era dorada de Iniesta y Xavi. Claudio Bravo no puede fallar hasta el final de temporada.
Luis Enrique, aunque sea tarde, tiene que ganarse aliados en el vestuario. No puede permitir que Neymar se vaya enfadado. No es una chuminada. Los títulos los ganan todos, entrenador incluido. Mañana nos situamos en París repitiendo eliminatoria con el PSG. Se sube el último gran peldaño de la temporada. Es la hora de la siega. Nadie puede fallar en la Champions si se quiere ser el primer equipo de Europa. No es fácil y otros monstruos del fútbol continental aspiran a lo mismo. Sigo pensando que los tres títulos están al alcance del Barça si no cae en torpezas inútiles, en debates de baja calidad y rencores impropios de personas que ganan más que los grandes ejecutivos de multinacionales. El lenguaje que se utilice en las próximas semanas tendrá gran protagonismo. El de Luis Enrique con el vestuario, el de los jugadores entre sí y el del público con el equipo. Puede ser una temporada histórica. Que no sea para olvidar.
Aguantar a los jugadores ha de ser muy pesado. Ahora hasta los del b tienen el ego por las nubes.
Sólo hay que ver encuentros de infantiles para darse cuenta del desproposito en el que estamos Francis…padres incluidos…
He reiterado en varias ocasiones que el equipo no juega bien, tiene momentos de nivel, pero se padece en el campo y en frente del televisor. Hoy el Barça no es el equipo por el cual se pueda apostar, no genera ninguna confianza, los jugadores no responden, son los que juegan.
Los equipos que juegan contra el Barça lo hacen con una pasión, formas, presión y cierta violencia que no juegan con ningún otro equipo de la liga, ni con el Realísimo. Y el Barça no ha sabido hallar ni mucho menos la formula, el juego que contrarreste a los contrincantes.
Hoy estamos viviendo momentos muy difíciles de autoridad, tenemos ejemplos, para aquellos que los quieran ver y son diarios. La jerarquía no se respeta. No existe la ejemplaridad.
¿Que se le puede pedir a un determinado jugador, joven, rico, famoso y de cultura, quizás, solo quizás deficitaria? , los vemos a diario con jóvenes no tan afortunados con la billetera, se ve en nuestras ciudades, pueblos, escuelas, salidas del estadio, etc. Las muestras son enormes.
Es un difícil papel para un entrenador, un educador, etc., pues con estos perfiles de jóvenes es muy difícil, mayoritariamente siempre tienen que dar la nota, aun habiéndose dirigido a ellos, dada la experiencia de mil maneras y formas, pero generalmente siempre te dan la nota. Es todo un problema.
No obstante, observo que los medios de comunicación , muchos son los comentaristas que señalan al entrenador, le exigen a éste, dudo que no haya hecho lo propio. La realidad es que no existe el respeto, el sentimiento de equipo ni respeto a la afición. Este perfil de joven seguramente lo hubiera hecho igual con Guardiola. Recuerdan el caso Ibra, tenía otro perfil y……….
En cuanto a Luis Suarez muchos son los que lo alaban como jugador, personalmente a mi criterio, falla muchísimos goles en frente mismo de la portería.
Ignoro si las noticias que se leen o se oyen son ciertas, pero el hecho de que los tres delanteros estén muy unidos, sean un equipo y sean solidarios enfrente del entrenador, no me agrada, hay que recordar que paso con Ronaldinho.
Neymar puede ser muy divertido, pero ojo, ya el Club tiene bastantes problemas, de no poder orden a este jugador, los problemas pueden llegar a producirse en el vestidor. La directiva y el entrenador deberían poner orden.
Apoyar al entrenador y los jugadores a entrenar y jugar, pero bien no como ahora. Y al final balance.
Los socios y la afición culé esperan que el Barça gane títulos, y no precisamente la Copa del Rey.
Sr.Foix: cuando se empieza con Chumis se acaba en Nada…